Entradas etiquetadas como ‘suegro tóxico’

Suegros tóxicos, el artículo que tu familia política no quiere que leas

«Tóxico» es una palabra que ha marcado este 2018. «Contiene veneno o produce envenenamiento«, es la acertada manera en la que la Real Academia Española define un concepto que hemos podido asociar a las relaciones de pareja.

GTRES

Se ha popularizado tanto de un tiempo a esta parte gracias a artículos, libros, debates o campañas por las redes sociales que sabemos, a estas alturas, si la persona con la que nos encontramos reúne ese tipo de características.

Pero, ¿qué pasa cuando no es tu pareja con quien mantienes un lazo envenenado sino con alguien cercano a ella o a él? Hoy quiero hablaros de los suegros tóxicos, una clase de personas con las que, o tienes cuidado o, más que seguramente, tu relación terminará al borde del abismo (eso si con suerte consigues evitarlo).

Aunque hablo en plural, no significa que ambos compartan la personalidad tóxica, puede ser que tu suegra sea una santa llevándole la contraria a los tópicos y a los chistes casposos y por tanto tu suegro, el que te ponga la cruz.

¿Cómo saber entonces si la conexión está empezando a ser nociva? La psicología nos da la respuesta.

En primer lugar, no respetan vuestro espacio. Esto puede manifestarse de muchas maneras. ¿Te agobia la cantidad de mensajes que te escribe al día? ¿Lleva una vigilancia constante de tus redes por lo que dejan ver sus likes y comentarios?

¿Interrumpe en las conversaciones que mantienes con otras personas para contarte otras cosas que no tienen nada que ver solo para que dejes de hablar con otros? ¿Se inmiscuye constantemente en tus planes o incluso en tu casa? Es probable que sea uno de los primeros síntomas en aparecer.

El suegro o la suegra tóxica te hace sentir mal a propósito. Todos sabemos que, como humanos, puede que en algún momento hagamos daño sin quererlo, pero en este caso es totalmente buscado. Lo notarás en comentarios que llegarán sin que los veas venir.

No solo en incomodar o dañar se queda el asunto. Llega un momento en el que el chantaje emocional se convierte en el denominador común de vuestra relación. «Qué solos estamos» o «Ya no nos queréis» son quizás dos de los ejemplos más típicos que puedes haber identificado, aunque son solo la punta de un iceberg de manipulaciones en las que, el único resultado, es que terminas sintiéndote mal y en la obligación de hacer ciertas cosas.

Otra manera de envenenar es meterse constantemente en las decisiones que se deberían tomar como pareja. Cuestiones que pueden ir desde la decisión de avanzar en la relación hasta algo tan simple como comprar un cuadro para decorar el salón.

Es propio de este tipo de familiares políticos hablar mal de ti a tus espaldas cuando por delante todo son sonrisas y emoticonos de corazones. Son capaces de desarrollar una doble cara de la que puede que estés años sin darte cuenta de que existe.

Los suegros tóxicos no respetan las emociones ajenas. Puede que tú seas la persona más cuidadosa en tratar ciertos temas cuando te encuentras con la familia de la pareja, pero no encontrarás lo mismo por su parte. Ante situaciones que enfrentes de dolor, enfado o felicidad notarás pequeños desprecios que solo tienen cabida en este tipo de relaciones envenenadas.

Otro rasgo característico que cumplen este tipo de personas es que logran ponerte en contra de la gente. Sobre todo contra tu pareja o contra otros miembros de la familia, miembros sobre los que pueden ejercer el control.

Tener el control es uno de los principales objetivos de los suegros tóxicos, una meta que puede desencadenar otra serie de reacciones, con tal de seguir manteniéndolo, que encajan en el patrón de comportamiento venenoso.

¿Te suena encontrar a tu suegro vociferando por una nimiedad o a tu suegra fingiendo un desmayo o un ataque? Las reacciones de este tipo de personas, cuando ven que pierden el mando, es la de llevar la situación al extremo para volver a recuperarlo actuando de manera desmesurada.

Los ataques contra ti o el hecho de meter a segundas personas, que nada tienen que ver con el conflicto inicial, son otros recursos que pueden llegar a utilizar en cualquier tipo de situación.

Y ahora, cuéntame. ¿Te suenan estos rasgos? ¿Has vivido algún caso de suegros venenosos? Recuerda que estaré encantada de leer tu experiencia en los comentarios.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook)