Entradas etiquetadas como ‘pornografía ética’

Amiga, por estas razones deberías pasarte al porno ético

Hace unos días vi, por primera vez en mi vida, porno ético. Y no se parecía en nada al que había visto hasta ese momento.

ERIKA LUST FILMS

Sí, me refiero a esos vídeos que circulan por internet de «La suegra enseñándome a follar», «Compartiendo mi novia caliente» o «Adolescente tetona se folla a sus compañeros».

Las historias del porno ético, un mundo aparte, bien podrían parecer de verdad, esas en las que una pareja empieza a darse un baño y termina practicando sexo oral.

Y si hay un nombre que se relacione con este género es el de Erika Lust.

La directora, que crea un porno completamente disruptivo en Erika Lust Films, ha conseguido crecer ampliando su equipo gracias a una clave fundamental.

Para nosotras es más fácil sentirnos identificadas con esas tramas antes que con las del porno más mainstream.

Estéticamente, también le da varias vueltas. Tiene un cuidado detrás, una dirección de arte…

Y no solo una visión creativa estudiada, las condiciones de quienes trabajan detrás son dignas, de ahí que sea un producto de pago para que su consumo resulte sostenible.

Se paga a los intérpretes, al equipo, se buscan localizaciones a la altura de la historia… Cada detalle está tan cuidado que es fácil entender lo que las propias productoras afirman sobre sus obras.

«Hacemos cine con escenas eróticas», afirmaba Jahel Guerra, Senior Producer y Talent Manager de Erika Lust Films hace unos días en Barcelona.

Marina Rull, otra de las productoras que acudió al evento en Casa Bonay, explicaba también por qué su pornografía es tan necesaria: “Lo que lo hace ético es la igualdad y el buen gusto que le ponemos a esa película. Queremos impulsar algo más igualitario”.

Y es que salirse de las etiquetas que sexualizan a las personas -o directamente darle espacio a quienes no se ven representados-, así como impulsar sus carreras, es otra de sus características: crear un producto inclusivo.

¿Su principal objetivo? El que consiguieron cuando, tras ver la película, solo pudiera pensar en meterme en una ducha con mi pareja a que me enjabonara el pelo y terminara el baño con un buen cunnilingus.

Que todo el mundo se vea reflejado en la ficción.

«Queremos hacer cine erótico que le guste a la gente», algo que, bajo su punto de vista, pasa por sacar menos genitales -aunque también tienen su parte de protagonismo- y más el disfrute de los performers, explicaba Marina Rull sobre Else Cinema, la versión más naíf de Erika Lust Films.

Y aunque el porno mainstream sigue siendo el todopoderoso de la industria, está en nuestras manos salir de ahí y buscar más calidad.

Lo que equivaldría a dejar de comer comida basura y pagarnos una buena cena en ese restaurante al que siempre hemos querido ir.

Porque este cambio, pedir calidad, no solo consigue que promovamos una visión más variada y tengan también su voz mujeres en un sector pensado por y para hombres.

Implica plantarle cara directamente al porno mainstream saliendo de ese erotismo que poco o nada se parece a nuestra sexualidad -pero que construye desde nuestros primeros años de vida-.

Y esto no ya solo nos beneficia como consumidoras, sino también como mujeres en general en la sociedad.

Porque se proyecta una imagen de que somos iguales en la cama, de que podemos ser tratadas con respeto y disfrutar de ello. Y eso construiría una idea de la sexualidad donde dejamos de estar cosificadas y humilladas.

Duquesa Doslabios.

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