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Los ejercicios de Kegel también son para ellos

Querid@s,

Los ejercicios de Kegel no son solo cosas de chicas. También son para ellos. Los hombres también pueden sacar tajada de los beneficios de los Ejercicios de Kegel, que como ya bien saben mejoran la fortaleza y la resistencia de los músculos perineales masculinos. Pueden resultar altamente útiles para aquellos caballeros que presenten alguno de estos contratiempos:

  • Problemas para el control de orina
  • Disfunción eréctil
  • Trastornos en la defecación (dificultad para el vaciado e incontinencia fecal)
  • Prolapso rectal
  • Problemas de suelo pélvico tras cirugía de próstata.

Tampoco es necesario que se encuentre en alguna de las tesituras anteriores para poner en marcha su suelo pélvico. Ya saben, más vale prevenir que curar, así que nunca está de más que conozca esta musculatura suya y la ejercite. No en vano puede tener múltiples beneficios sobre su calidad de vida.

Robert Mapplethorpe, Patrice, N.Y.C., 1977, de X Portfolio.

Empezamos…

La principal dificultad de los Ejercicios de Kegel consiste en localizar cuáles son exactamente los musculos que hay que poner a trabajar para poder proceder a su contracción, que es la manera de ejercitarlos. Les doy un par de pistas:

  • Son los músculos que emplea para detener el flujo del pis mientras está orinando.
  • Al contraerlos, será testigo ocular de como el extremo de su pene se eleva ligeramente.
    1. Al principio, costará contraer solo los músculos del suelo pélvico y tenderá a mover también los del abdomen y el culete. Si le ocurre esto, relájese, escuche esta canción y volver a comenzar. Todo es cuestión de práctica.

2. Contraer, relajar y repetir: Una vez tenga localizados los músculos, es hora de ponerse manos a la obra con los Ejercicios de Kegel. Empiece contrayendo los músculos durante 5 segundos, para relajarlos después durante otros 5 segundos. Repita 10 veces seguidas y, tras un descanso de 2 minutos, vuelve a empezar.

3. Frecuencia: Puede repetir esta secuencia 3 veces cada día. No le llevará mucho tiempo. Eso sí, tiene que estar concentrado. A medida que vaya cogiéndole el tranquillo al asunto, vaya incrementando el tiempo hasta llegar a 10 segundos.

4. Posturas: Lo más sencillo es realizar los ejercicios sentado, pero también puede realizarlos de pie o tumbado.

Ejercicios de Kegel: Bueno, bonito y barato

Mediante los ejercicios de Kegel para hombres conseguirá un montón de cosas buenas, bonitas y sobre todo gratis. Entre ellas:

    1. Conocerse más y mejor, lo que le servirá para sacarse más partido a usted y su anatomía.
    2. Aumentar su bienestar físico y emocional. Recuerde Mens sana in corpore sano.
    3. Controlar la eyaculación para que no se corra demasiado deprisa.
    4. Prevenir la prostatitis.
    5. Mejorar sus erecciones: muy importante en el momento de la verdad (es decir, la penetración). Pero sin pasarse.

Preparados, listos, ¡ya!

Que follen mucho y mejor.

¿Cómo masajear el pene con la vagina? Más fácil de lo que parece

Querid@s,

La mayoría de las veces que pensamos en estimular el pene, nos vamos directamente hacia la mano para darle una maravillosa masturbación. Estupendo. Pero a partir de hoy puede hacerlo también con su vagina. ¿Lista para hacer que su pareja, amigo o amante se acurruque en el regazo de la gloria? La vagina no solo es un genital receptor de las embestidas de penes erectos y toqueteos de gráciles manualidades. Nuestras vaginas no son seres inertes, al menos no deberíamos permitir que lo sean. Le animo a que se vanaglorie de las mil y una maniobras que su vagina puede hacer por el pene amado o deseado. Por ejemplo, masajearlo de una manera deliciosa durante la penetración.

Sí, ha oído bien. No se haga las longuis y prepare pues su vagina para una hazaña sexual muy sencilla pero inusitadamente practicada. Aunque por ahora no puede salvar el mundo, lo que sí puede hacer su vagina es recorrer a base de contracciones el miembro viril. Veamos cómo.

Todo depende de la fuerza de su suelo pélvico, de toda la musculatura vaginal. Que le quede claro que la falta de actividad vaginal conlleva el advenimiento de signos de atrofia en sus zonas íntimas. Aunque no nos lo enseñaron en la edad de la inocencia, es de imprescindible importancia mantener activa y ‘en forma’ nuestras respectivas vaginas. Denle vida y comiencen a entrenar desde ya. Bastará con que atienda las siguientes indicaciones:

  1. Contracciones vaginales, apretando a diferentes ritmos y velocidades como si quisiera contener la orina. Vamos, los ejercicios de aquel sabio doctor llamado Kegel para una vagina firme y fuerte.

kegel

  1. Sostener, respirar y soltar.
  2. Tiene todo el día para practicar: en la oficina, paseando, en el coche, en el autobús. A usted el honor.
  3.  Otra opción de entrenar es hacerse con unas bolas chinas (en realidad no son chinas, sino japonesas, qué le vamos a hacer). Mejor que las compre con cordón incorporado para poderlas extraer después con facilidad. Muy sencillo: lávela antes de utilizarla, lubríquela y métasela por la vagina. Después levántese y ande, sin miedo. La bola, por gravedad, querrá salir de donde está y su misión será sostener esa bola, elevarla y evitar que se le escurra entre las piernas.
  4. Este ejercicio, como toda actividad física, ha de realizarse de menos a  más. Máximo 10 minutos al día, no le vaya usted a coger gusto a las bolitas y se tire con ellas todo el santo día.

¿Preparada? Para comenzar y hacer las cosas bien, usted tiene que relajarse. Y no se juzgue. Si lo hace, apaga y vámonos. Literalmente. Lo ideal para el  masaje vaginal es colocarse en una postura de poder en donde usted tenga todo el control del movimiento y muchísima libertad pélvica. Así que móntese sobre él como una amazona, que además a ellos les pone bastante. Lo realmente imprescindible es que tenga suficiente apertura en las piernas, porque con las piernas cerradas es más difícil mover los músculos pélvicos de manera interna.

POSTURA

Para evitar cualquier contratiempo, úntese (o pídale a él que se lo unte) el recibidor de la vagina de lubricante, el que más rabia les dé. El motivo es que, en ocasiones, aunque los adentros de la vagina estén lo suficientemente húmedos, la entrada no lo está. En este sentido, si la vulva, que es la que corta el bacalao, no se percibe húmeda, habrá incomodidad para ambas partes. Una vez que sienta esta frescura y acuosidad, déjese penetrar. Asegúrese de que no se introduzca más de la mitad del pene. Y una vez penetrada, apriete. Procure que las contracciones sean a diferentes ritmos y velocidades. Permite que su pelvis se deslice un poco más para que la penetración sea todavía más profunda. Cundo estén los dos pelvis con pelvis, repita de nuevo el masaje.

En esta ocasión el hombre sólo tiene que dejarse querer por la vagina y sentir el pene dentro de ella, controlando su impulso de entrar y salir, manteniéndose prácticamente estático. Quieto, parado, perfectamente inmóvil. Usted señora tampoco cabalgue como una intrépida amazona, no todo va a ser que el pene entre y salga y nosotras movamos la pelvis al ritmo de reggaeton. En esta ocasión toca estar pegaditos, pelvis con pelvis. pechito con pechito, y ombligo con ombligo.

Fíjense que incluso existen mujeres que pueden ‘atrapar’ un pene en su vagina: en cuanto un pene las penetra, son capaces de presionarlo hasta la inmovilización. Pero tenga cuidado, que no es usted una boa constrictor. El pene es sensible a aspavientos exagerados, pero salvo que se pase usted de la raya, sentir estas contracciones en el pene es altamente erótico. A mayor presión, más placer. ¿No es así caballeros? Todos son ventajas, pues el masaje propicia una mejor erección del pene e incrementa considerablemente la cantidad de sangre que arriba al miembro viril. No sólo eso, puesto que igualmente revierte directamente en beneficios para su salud física y sexual: fortalece la totalidad del suelo pélvico, evita incontinencia y dispareunia (dolor durante el coito), pero sobre todo le provee de una gran capacidad de controlar las embestidas del pene o la penetración, creando mayor flujo sanguíneo e incrementando considerablemente la capacidad de cada una para tener orgasmos.

flauta

A las maestras taoístasstas se las conoce por practicar como diosas este masaje que denominan «tocar la flauta» y que consiste en mover todos los anillos anillos vaginales como si estuvieran dando un masaje intermitente a todo el cuerpo del pene. Y usted también puede hacerlo.

Recuerde: Cuando su pelvis y la de él estén completamente pegadas, comience a trabajar los anillos vaginales (las porciones distintas de todo el cono de la vagina). El primer anillo que sentimos es el del vestíbulo vaginal, porque es el primero que se siente al realizar estas contracciones. Puede inspeccionarlo usted misma introduciéndose un par de dedos bien lubricados. Verá que el primer anillo es el que más aprieta. El resto de los anillos requieren más entrenamiento. En definitiva, lo que hacen estas diosas de los anillos vaginales es básicamente recorrer el pene con la vagina. ¿Suena rico no? Hay hasta doce anillos, pero nadie espera que mueva la docena de anillos la primera vez. Todo es cuestión de práctica.

Si les apetece, él puede estimular su clítoris con la mano y justo en el momento que sienta el orgasmo galopando hacia usted, presione o contraiga, incluso echando o levantando ligeramente la cadera hacia adelante, y los dos comprobarán que la sensación es doblemente intensa. Si tienen suerte, pueden hasta ver las estrellas. O llegar al mismísimo Nirvana.

Que follen mucho y mejor.