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Y la razón por la que los juguetes mejoran tu vida sexual en pareja es…

Puedes pensar que lo tengo súper fácil con el tema de los juguetes sexuales por escribir un blog de sexo. O que mi vida íntima siempre es tan variada como un surtido de croquetas.

Pero lo cierto es que ni mi trabajo, ni lo que implica a la hora de poder abrirme a nuevas experiencias, me garantizan que, la persona que tengo al lado, piense o le apetezca lo mismo que a mí.

PEXELS

Es más, personas que preferían relaciones más convencionales o rutinarias no han faltado en mi vida.

Y esto demuestra una verdad universal: que por mucho que te gusten los juguetes, probar, variar, atar, pegar, frotar, vestir o dominar, si no te dan juego, no sirve de nada tu curiosidad.

Mentiría si dijera que para mí, la felicidad absoluta entre las sábanas, implica solo a las dos personas de siempre. Sin ningún cambio o añadido.

Porque el sexo es más, mucho más…

Y si, como en mi caso, no eres de abrir esa intimidad a terceras personas, la (maravillosa) alternativa que te queda son los juguetes sexuales.

En el momento en el que lo más importante del sexo es la penetración, tendemos -sin darnos cuenta- a que toda nuestra dinámica siga la misma estructura.

Empezamos siempre haciendo sexo oral o masturbamos y lo llamamos malamente ‘preliminares’. Como si fuera un sexo de segunda.

Los usamos a modo de preparación para el plato principal, ese en el que el pene y la vagina se ponen en contacto y se marcan unos tantos (cuando también unos dedos te pueden follar).

Por eso no hay nada como, en plena acción, sacarse un juguete de debajo de la cama y convertirlo en el tercer protagonista.

Es lo que hace que mantengamos la ilusión por divertirnos, saber que puede aparecer algo nuevo aunque los actores principales sean los de siempre.

Que podemos sentir más y mejor. O simplemente distinto. Que se puede cambiar.

Pero bueno, que no solo lo digo yo. El 82% de los 700 españoles participantes en un estudio de LELO contestaron que su relación había mejorado a raíz de usar los juguetes en pareja.

Es esa novedad la que nos mantiene enganchados, por eso no se puede dejar de lado en ningún momento de la vida.

La creatividad es como tus plantas, la puedes cuidar ‘desde casa’ buscando escenas que exciten y replicándolas, hablando con amigas, sacando ideas de la última novela o serie de Netflix…

Y a la vez complementarla introduciendo estos artículos.

Te puede interesar leer: Guía para ampliar tu repertorio sexual

Solo así se consigue vencer a la temida rutina y conseguir que no se pierda el interés en el sexo.

Y vale, no todo en una relación es follar, pero que tiene un peso gigantesco es un hecho. El estudio también revela que 1 de cada 4 personas habían dejado a su pareja por no estar satisfechas sexualmente.

¿El punto medio de todo esto? La comunicación. Si la añadimos a la ecuación de pasión y creatividad, el cóctel es explosivo y la combinación, perfecta.

Así que igual es el momento de preocuparnos menos por si el tamaño del pene o las tetas será suficiente y centrarnos más en hacer de la experiencia algo estimulante y variado (tanto con lo que traemos de serie como con lo que tenemos a mano en el cajón de la mesilla).

Mara Mariño.

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Vacaciones lejos de tu pareja: así puedes mantener viva la llama en la distancia 🔥

Jornadas de trabajo más cortas, tardes largas y las vacaciones a la vuelta de la esquina. Lejos de la apretadísima rutina -esa que casi no nos deja tiempo para respirar-, el verano se presenta como la época dorada para disfrutar en pareja.

Para aquellas que resisten la crisis previa a las vacaciones (sobre todo en este año que parece el encargado de hacernos recuperar todo lo que no se pudo hacer en 2020), toca un nuevo desafío: no siempre se disfrutan en compañía.

UNSPLASH

Ver a la familia por separado, esa escapada con el grupo del colegio o el viaje que quedó pendiente con la amiga de la infancia relevan las cenas para dos, el plan de cine con algún roce desprevenido cuando sube el volumen de la acción de la película y, por supuesto, las noches en las que no solo aprieta la temperatura por la ola de calor.

Recortar la distancia revalidando el deseo es algo que, según Sara Martínez, experta en Comunicación en EroticFeel, es más fácil ahora que nunca gracias a las nuevas tecnologías.

Para ella, ponerle remedio a los meses sin contacto físico pasa por mantener una comunicación abierta y, sobre todo, liberarse de los prejuicios dejando las vergüenzas a un lado.

¿Cómo podemos acercarnos a nuestra pareja si en verano tenemos planes por separado?
La tecnología facilita las cosas. Las videollamadas, los mensajes, los emails… hay muchas maneras de mantener el contacto. De lo que se trata es de que ese contacto sea lo más provechoso posible, de no perder la intimidad pese a la distancia.

¿Y a nivel físico?
En lugar de mandarle fotos de tus desayunos o de la copa que te vas a tomar a media tarde, mándale un mensaje contándole lo que te gustaría estar haciendo en ese momento. En vez de reenviarle memes absurdos envíale por sorpresa un juguete sexual que tú puedas controlar desde la distancia. Busca ratos para hablar a solas. La distancia, bien llevada, puede ser un revulsivo para la pasión y una manera fantástica de intensificar el erotismo. ¿Son las tres de la mañana y no puedes dormir por el calor? Mándale un correo describiendo lo que vais a hacer en cuanto volváis a veros o recordando aquel encuentro que todavía hace que te tiemblen las piernas.

¿Por qué es importante no descuidar nuestra vida sexual?
Porque el deseo mantiene una relación viva. Al principio, esas primeras llamadas o mensajes dan cierta vergüenza, pero una vez superado el pudor, la pareja se fortalece, se pierden inhibiciones y se tira más de la imaginación que en el cuerpo a cuerpo. La complicidad entre ambos aumenta muchísimo y es el momento ideal para dar rienda suelta a las fantasías eróticas. Imagina eso que te pone a mil y cuéntaselo detalladamente. Descríbele cómo te estás tocando y lo que estás sintiendo. El sexo telefónico y la utilización de los nuevos juguetes sexuales que se pueden controlar a distancia abren un mundo de posibilidades. No tienes esa sensación del tacto de la piel, del sudor del otro, pero descubres otra manera de experimentar la sexualidad y tiene un componente de novedad y transgresión que lo hacen sumamente excitante.

¿Qué juegos o artículos podemos utilizar para ello?
La juguetería erótica se ha puesto las pilas y la mayoría de las marcas más reconocidas y prestigiosas cuentan ahora en sus catálogos con juguetes que se pueden controlar a través de una aplicación gratuita descargada en el móvil. La elección, por tanto, depende de los gustos de cada uno. Si quieres masturbar a tu pareja en la distancia pero también en público (algo que por cierto recomiendo), los estimuladores de clítoris para braguitas como el Satisfyer Sexy Secret, el Liebe Panty Vive o el WE-Vibe Moxie son perfectos. Para el pene, el mejor estimulador para utilizar en público y controlar a distancia sin que nadie se entere es el anillo vibrador Lovense Diamo.

Si buscáis poder masturbaros a distancia pero simultáneamente el Lovense Nora y el Lovense Max son mi opción favorita. El Nora es un conejito rampante muy potente y el Max un masturbador masculino. Y ambos se pueden sincronizar, es decir, el Nora con otro Nora o con un Max, y el Max con otro Max o con un Nora. El juguete reaccionará a los movimientos del otro, es una maravilla.

LOVENSE

¿Cómo podemos vencer la vergüenza de una videollamada sexual?
Como decía antes, la vergüenza es completamente normal al principio. El contexto cambia y puedes tardar un poco en sentirte cómodo. El único secreto es la confianza en la pareja. Dejad que las cosas fluyan sin poneros metas. Estar pendiente de si alguien te pilla o abre la puerta de la habitación tampoco ayuda. Buscad un momento de intimidad para sentiros relajados. Y no pretendo hacer apología de nada, pero la vergüenza se pasa más rápido con una copa de vino.

¿Qué aconsejarías de cara a organizar una llamada de este estilo?
Un pestillo en la puerta y un buen rato por delante. Las prisas y, como ya he dicho, el temor a que alguien pueda aparecer de repente pillándote en una situación comprometida, son los enemigos número uno de una videollamada sexual. Busca la intimidad. También es importante que te sientas sexy. Algunas personas lo consiguen con la camiseta que regalaba Cola Cao con el bote de cinco kilos en los 90 y otras necesitan algo un poco más sofisticado. Y evidentemente no empieces a hablar de la rozadura que te han hecho las sandalias o del cocido que te acabas de meter entre pecho y espalda. Se trata de erotizar el ambiente con las palabras y los gestos. Empieza a hablar, tócate, utiliza juguetes sexuales y explícale lo que te gusta y cómo te gusta.

En cuanto al texting, ¿puede ser también una forma de disfrutar de la otra persona?
«Josefina. No te laves. Voy», así le anunciaba por carta Napoleón Bonaparte a su amada que se preparara para la fiesta. Y tampoco se quedaba corto el escritor Henry Miller en sus misivas: «Quiero joder contigo salvajemente. Lo que tuvimos no fueron más que entremeses. Vuelve aquí y déjame que te la meta, por detrás. Quiero hacer de todo contigo». Ya ves que no hemos inventado nada. Los mensajes subidos de tono tienen la capacidad de despertar nuestra imaginación y de excitarnos. Generan expectativas. Así que sí, son una manera sacar a relucir el ingenio y disfrutar de la otra persona.

¿Cómo podemos iniciarnos en esta práctica?
Solo se trata de dejarse llevar. No hay que buscar mensajes eróticos en Google ni pedir consejo a los amigos. ¿Qué te gustaría estar haciendo en ese momento? Escríbeselo. ¿Tienes una fantasía sexual? Confiésasela. ¿Qué es lo que más te excita de esa persona? Cuéntaselo. Empezar siempre es lo más difícil, una vez metido en harina la conversación fluye sola.

Duquesa Doslabios.

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Papá Noel, quiero juguetes eróticos que pueda usar en pareja (sí, aunque esté soltera)

Siempre me ha llamado la atención que, más allá del escondrijo de condones, era raro dar con un hombre que tuviera una colección de juguetes sexuales.

Quitando alguna rara excepción porque fuera especialmente amante del BDSM (y contara con una reserva que haría palidecer a Christian Grey), por lo general nosotras solemos ser quienes nos hacemos con algún artículo.

LELO

Esto fue algo que también me confirmó mi visita al Salón Erótico de Barcelona. Hablando con uno de los vendedores, llegamos a la conclusión de que era habitual que, dentro de las parejas, fueran ellas quienes más se atrevían a experimentar, tirando un poco de la otra persona.

Y aunque tener o no algún objeto más especial en la habitación es una decisión personal, soy de las que defiende a capa y espada no solo el autoconocimiento (qué te gusta, cómo, cuándo, dónde y con qué intensidad), sino también que somos responsables de trabajar por cuenta propia en nuestra variedad sexual con o sin pareja.

Aunque, si no se sabe bien por dónde empezar, un buen punto de partida me parecen los juguetes mixtos, que sirvan para utilizar en compañía (siempre limpiándolos muy bien, como conté aquí).

«El uso de juguetes eróticos en pareja puede ser realmente positivo para dar ese toque de novedad a las relaciones sexuales y aprender a conocer y disfrutar más nuestro cuerpo, pero también el de la otra persona. Incluso, puede ayudar a mejorar la comunicación en lo que a intimidad se refiere», afirma Adriana Di Ippolito, responsable de comunicación de LELO en España.

Aunque hay otro estímulo que también me convence, como es el de que surjan situaciones de tensión sexual.

Un sinfín de firmas pueden ofrecernos artículos para darle un giro de 180 grados a una cita y, en el caso de LELO, es el TIANI 3 -un masajeador con dos extremos que estimula tanto al hombre como a la mujer- el que promete ser la mejor alternativa tanto para la intimidad como (¿por qué no?) usar en plena cena en un restaurante.

Pero cuidado, la zona de confort es un terreno resbaladizo si la otra persona se muestra reticente. Sí, por mucho que pueda parecer la mejor idea para que salga de ahí.

Me lo decía mi exterapeuta de pareja y me lo reconfirma Adriana: la clave está en el punto medio. «Si nuestra pareja no quiere experimentar, no debemos forzar nada. La comunicación es fundamental en todas las relaciones, por lo que debemos sentarnos a hablar con tranquilidad, ver hasta qué punto está dispuesta a llegar la otra persona o descubrir qué juguetes le llaman más la atención».

«Quizás la otra persona no tenga problema en que tú uses un juguete, pero él o ella prefiera no hacerlo. O, por el contrario, puede que tu pareja se sienta más cómoda y más parte del ‘juego’ si también tiene un juguete erótico», recuerda la responsable de comunicación de LELO.

Puede que haya mencionado como mejor ejemplo un masajeador, pero hay vida mucho más allá de él.

El famoso succionador de clítoris es toda una sorpresa en otras zonas del cuerpo como el cuello o los pezones. Un anillo vibrador o un dildo para la penetración anal (recuerda que debe tener tope) son otros casos de juguetes que se pueden compartir.

Y, si la idea es hacerse con algo más básico, un buen gel de masajes siempre será un gran punto de partida, de la misma manera que las míticas esposas o una cuerda larga para atar (igual 2021 es un buen año para probar el Shibari), literatura erótica -imprescindible leer pasajes en alto-, una varilla con plumas (látigo, pala de azote o fusta para quienes se atrevan a ir un paso más allá), un arnés de pecho unisex…

Duquesa Doslabios.

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