Entradas etiquetadas como ‘fetiche sexual’

Que tu fetichismo sea motivo de placer y no de vergüenza

Hace unos días me llegaba un mensaje a Instagram. Un seguidor me contaba que había descubierto que algo poco común le excitaba.

Me preguntaba si era normal.

fetichismo

PEXELS

(¿Cómo que aún no me sigues en Instagram? Pues venga…)

Aunque no voy a entrar en lo que trataba su nuevo gusto por respeto a su intimidad, él me lo escribía diciéndome que sentía vergüenza de contárselo a alguien.

Que no sabía si era algo de lo que tenía que preocuparse.

Puede que fuera porque era algo que no había visto en Cincuenta sombras de Grey, que nos ha hecho pensar en el BDSM como un fetichismo mainstream y bien visto.

Casi parece que todo lo que se salga de cuero negro, esposas o lencería fina es demasiado atípico.

Pero sobre cosas que nos excitan, no hay nada escrito. Es algo que llega hasta donde nos pongamos a investigar, ya que viene de la curiosidad de explorar otros terrenos siguiendo la línea del placer.

Además, si algo positivo tienen los fetichismos -los de película popular y los menos conocidos-, es el poder de aumentar nuestro repertorio sexual.

Y, si se tratan de algo tan beneficioso, ¿por qué, como mi seguidor, hay quienes lo viven con bochorno?

Otra explicación, además de la de que parece que nos movamos entre modas sexuales, es que somos muy rápidos en juzgar lo que no entendemos ni experimentamos.

Si criticamos al primo vegetariano en cada comida familiar, ¿cómo vamos a aceptar algo tan íntimo y que nos suena tan raro como es que a alguien le guste quedar colgado en el aire mediante cuerdas de yute, por poner un ejemplo?

Te puede interesar: ¿Te vienes a una clase de Shibari? Descubro el arte erótico de atar con cuerdas

Nos falta ser más tolerantes cuando se trata de las apetencias de los demás. Lo que no significa que tengan que gustarnos obligatoriamente.

Ya lo decía Valérie Tasso en una entrevista hace unos meses, «El fetichismo no tiene por qué gustar a todo el mundo. Si no me gusta el arroz, no voy a pensar que toda la gente que come arroz es ‘rarita’, ¿verdad?».

A eso le podemos sumar que, históricamente, tener gustos diferentes se había asociado con problemas mentales, todos o casi la mayoría de ellos.

Además, cosas que antes podían estar socialmente aceptadas como el hecho de que se dieran matrimonios en una misma familia (y por tanto relaciones sexuales), se ha convertido ahora en una de las categorías eróticas de las páginas web de pornografía peor vistas.

Son otros tiempos y los gustos íntimos van evolucionando junto a ellos. Así que no parece extraño pensar porqué aún hay vergüenza alrededor de los fetichismos.

Por suerte, estamos en un contexto histórico y social más abierto de miras que cualquier otro anteriormente.

Creo que más que pensar en si lo que nos gusta es o no normal, deberíamos centrar el foco en cómo integrarlo con nuestra pareja, por eso mi consejo fue que se animara a probarlo más adelante en compañía.

Comentándolo primero, claro. Mientras haya consentimiento y respeto entre las dos personas (o las que sean), da igual lo que hagamos entre las sábanas.

Así que, como a mi seguidor, te animo a que expreses tu sexualidad de la manera que tú quieras, sin caer en estereotipos o buscar qué es lo más ‘normal’.

Y te recomiendo que lo hagas ya, es el trabajo de toda una vida y nunca es tarde para empezar.

Mara Mariño

(Y también puedes seguirme en TikTokTwitter y Facebook).