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¿Por qué sientes dolor en el útero después del orgasmo?

La fisiología femenina siempre ha sido un misterio.

El mejor ejemplo es la regla, de la que se decía que era capaz de cortar la mayonesa y, hace unos siglos, que volvía rabiosos a los perros o arruinaba los cultivos.

dolor uterino orgasmo

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De hecho, se ha sabido tan poco sobre nuestro cuerpo (y placer femenino, dicho sea de paso), que no fue hasta 2015 que se hizo por primera vez una reconstrucción en 3D del clítoris.

Para nosotras mismas pasa un poco lo mismo. No llegamos a entendernos del todo y la falta de educación sexual tiene mucho que ver en todo esto.

A veces manchamos de sangre cuando no toca, otras manchamos de flujo, a veces nos duele, a veces se hincha la zona… Y hoy vengo a hablar de uno de esos misterios que, creo, a la mayoría nos ha pasado.

En teoría, y por experiencia práctica, sabemos que el orgasmo es un momento de máximo placer donde se estimula el circuito de recompensa del cerebro.

Después del clímax, la sensación del cuerpo es de relajación máxima, además las hormonas reducen la ansiedad, depresión, el estrés… Es el pico de felicidad del día.

Pero para algunas es familiar que justo al terminar esos segundos, un dolor intenso se desencadene en la zona del vientre.

La sensación nos recuerda a las que tenemos dismenorrea -o reglas dolorosas- al malestar típico de cuando estamos en esos días del mes.

Si es la primera vez que notas esos calambres, decirte que no pasa nada dentro de que es habitual que se produzcan contracciones en el útero después de las relaciones sexuales (concretamente en el miometrio, que es una capa muscular).

Y aunque esa molestia pueden aparecer en cualquier momento, es habitual después del orgasmo porque este desencadena contracciones en la musculatura de los genitales.

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También estarían relacionadas con la secreción hormonal después del orgasmo que ‘prepara’ al cuerpo para una posible concepción.

Biológicamente, esas contracciones ayudarían a que los espermatozoides llegaran al óvulo, ya que son propulsados gracias a ellas.

La conclusión es que resulta normal que puedas experimentar estas sensaciones alguna vez.

Pero recuerda que cada mujer es un mundo y que si el denominador común de todas tus relaciones sexuales es el dolor, es el momento de que pidas cita con la ginecóloga, ya que conociendo el motivo puedes ponerle remedio y disfrutar de tu vida íntima al máximo.

Mara Mariño

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Sexo con dolor, no todo es culpa del vaginismo

Por muy genial que sea el sexo, no todas las experiencias son igual de buenas. De hecho, creo que hablo en el nombre de casi todas al decir que, hay ocasiones en las que ha podido resultar hasta doloroso.

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Que una acción que debería ser placentera produzca algún tipo de dolor, es preocupante, claro. Y quizás la respuesta más común que encontramos en esos casos sea el vaginismo.

Pero ni todo el dolor en el sexo es vaginismo ni todo el vaginismo es dolor en el sexo. Es algo un poco más complejo y si, como a mí, te ha pasado alguna vez, estas son las formas de diferenciar las causas.

Lo primero de todo es partir de la base de que, por mucha gracia que puedan hacer ciertas posturas a nuestra pareja, la penetración, más profunda o con un ángulo diferente al que estamos habituadas, puede llegar a ser molesta.

También entra en este caso el tamaño de la persona con la que estemos. Aunque en la pornografía se vendan apéndices con el mote de cockzilla, lo cierto es que unas medidas comunes son mucho más prácticas (y de agradecer para no pasarlo mal).

Pero este tipo de daño se puede atajar de una manera muy rápida. Tan sencilla como cambiar de posición buscando una que satisfaga a ambos, por lo que no se trataría de vaginismo.

El vaginismo se considera una disfunción femenina que puede tener tanto causas físicas como psicológicas. Por lo que, si el dolor es persistente cada vez que se quiere mantener una relación sexual o realizar la introducción de un tampón, es probable que nos encontremos ante este problema.

Quitando las causas físicas como endometriosis, himen rígido, tumores pélvicos u otras afecciones que, requieren ayuda ginecológica, las otras causas necesitan apoyo psicológico para ser solucionadas ya que puede deberse a la ansiedad por la penetración, el miedo a quedarse embarazada, haber tenido experiencias anteriores negativas, una educación sexual ineficiente…

La lista, donde también se encuentran los casos de violaciones, padecer depresión u hostilidad a la pareja entre otras, incluye algunos causantes de que, inconscientemente, se contraigan los músculos de la vagina haciendo totalmente imposible la penetración.

Afortunadamente, como comentaba antes, también tiene solución. El asesoramiento de profesionales conseguirá también que, poco a poco, la paciente consiga solventar la incomodidad con el apoyo de su pareja.

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“When you love someone, they become a part of who you are. They're in everything you do. They're in the air you breathe and the water you drink and the blood in your veins. Their touch stays on your skin and their voice stays in your ears and their thoughts stay in your mind. You know their dreams because their nightmares pierce your heart and their good dreams are your dreams too. And you don't think they're perfect, but you know their flaws, the deep-down truth of them, and the shadows of all their secrets, and they don't frighten you away; in fact you love them more for it, because you don't want perfect. You want them.”“When you love someone, they become a part of who you are. They're in everything you do. They're in the air you breathe and the water you drink and the blood in your veins. Their touch stays on your skin and their voice stays in your ears and their thoughts stay in your mind. You know their dreams because their nightmares pierce your heart and their good dreams are your dreams too. And you don't think they're perfect, but you know their flaws, the deep-down truth of them, and the shadows of all their secrets, and they don't frighten you away; in fact you love them more for it, because you don't want perfect. You want them.” Amazing photo by @chelsmariephoto

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Fuera del vaginismo, otras circunstancias pueden también desencadenar las molestias. La irritación vaginal (por el uso de tampones o jabones), una falta de lubricación ya sea por la brevedad de los preliminares o por razones hormonales, padecer una infección de orina o incluso una reacción alérgica a algunos métodos anticonceptivos, también pueden causar que el sexo sea doloroso.

La conclusión es que, si por lo que sea, tu vida íntima no está resultando placentera al 100%, escucha a tu cuerpo y plantéate qué puede estar pasando ahí abajo. Piensa que el sexo está para que disfrutemos (todos y todas).

Duquesa Doslabios.

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