Entradas etiquetadas como ‘censura redes sociales’

Ni desnudos ni actividad sexual, pero las redes sociales te censuran igual

Hoy es mi segundo día con la cuenta de Instagram bloqueada. Así que no tiene mucho sentido que os ponga el enlace a mi perfil.

Por primera vez, Instagram ha decidido desactivármela por, lo que puedo leer de las denuncias que he recibido, «ofrecer actividad sexual».

mujer teléfono móvil

PEXELS

Quienes me conocéis y habéis seguido en la red social estos meses, sabéis de sobra que, el tipo de contenido que publico, son memes sobre los temas de los artículos.

Con la única excepción del último de ellos, en el que reflexionaba sobre la violencia de género en relación con el caso de Johnny Depp y Amber Heard.

Lo siguiente que supe tras recibir una ristra de comentarios -bastante machistas en los que se me invitaba a cerrar la boca, dicho sea de paso-, era que mi cuenta había sido eliminada.

Así que me tocó despedirme de la plataforma que más utilizo para compartir mi trabajo en 20 Minutos.

Cuando eso sucedió, se sumó al veto que lleva mi cuenta de Facebook desde el 17 de mayo por subir una imagen de una chica en ropa interior sosteniendo un juguete sexual (puedes ver la imagen aquí, si te pica la curiosidad).

La imagen, que había salido en el diario acompañando la noticia, fue automáticamente eliminada y acompañada de una sanción de un mes sin poder publicar en mi perfil.

Y eso con la correspondiente coletilla de que, una vez recupere el acceso, mis publicaciones no van a salir a todos mis seguidores y mis comentarios, desde ese momento, aparecerán en los últimos puestos.

Por lo que, con el extra de Instagram que no me permitió recuperar mi cuenta pese a la apelación, admito que exploté.

Exploté porque me di cuenta de lo mucho que se defiende la libertad de expresión, siempre y cuando no se meta con el heteropatriarcado.

De la hipocresía de defender también la libertad de cada uno de hacer con el cuerpo lo que se precie, pero una foto de las redes de una marca de juguetes se ve como una amenaza, pese a no ser explícita.

Supongo que, 6 años después de empezar a escribir este espacio, ayer fui consciente -por primera vez-, de lo complicado que es tratar ciertos temas en alto.

Y de poder moverlos en plataformas sociales para que lleguen a tu comunidad.

La frustración por esta censura tan inquisitorial me pudo y busqué consuelo en mi madre, como hago siempre que me cuesta encontrarle sentido a las cosas.

¿De qué me habían valido las horas de esfuerzo, la dedicación a currarme memes divertidos que animaran a la lectura de los artículos o emplear cada día un rato a compartir mi trabajo en todas partes si recibía este trato, si hacían desaparecer todo de un plumazo?

Ella, mi fuelle feminista, lo resumió conciso y rápido antes de colgar: «la lucha sigue».

«La lucha sigue», me repito hoy por la mañana mientras escribo estas líneas. La lucha sigue porque no continuarla sería darle la espalda a las que no pueden volver a decir nada.

A las que han dicho suficiente y aún así han sido encarceladas.

A las que aún no han empezado a decir porque no saben cómo empezar a hacerlo y necesitan quien abra el melón primero.

«La lucha sigue» y no es fácil. Pero eso ya lo sabíamos en el momento que la empezamos y nunca nos frenó para continuarla.

Y esta vez no será la excepción.

La apelación en el caso de Instagram está hecha (queda todavía por ver si me devuelven la cuenta), en el caso de Facebook, solo puedo esperar a que pasen los días.

Mientras tanto, puedes puedes seguirme en Twitter. Sigo vetada de todo lo demás.