Entradas etiquetadas como ‘cenas-de-navidad’

Cuidado con los calentones en las cenas de Navidad de la empresa

Es oficial; hemos entrado de lleno en pleno furor de cenas de navidad. Yo, en concreto, tengo al menos cuatro: la de empresa, la de los amigos de la facultad, la de los compis de mi extrabajo, la de mi núcleo habitual… Y como yo, muchos. Algunas han empezado ya.

Este año la marabunta me pilla tranquilita, con más vocación de público espectador que de actriz protagonista. Será que aún ando recolocando el puzzle, estudiando las piezas, reposando. Y no me viene mal, por otro lado, que para liarla parda siempre hay tiempo y tengo el cupo cubierto para rato. Aunque no voy a negar que, según el escenario, una no puede evitar tener sus expectativas…

GTRES

GTRES

La cena del curro, por supuesto, es con la que hay que ir con más cuidado. Algunas de las razones ya las hemos comentado en este blog, con los inconvenientes o no de liarse con un compañero de trabajo. Pero es que, en este tipo de fiestas, además, el alcohol corre a raudales, el fin del año se acerca y la gente se desinhibe, se envalentona y, a veces, la caga. No hay más que ver las cogorzas corporativas que se agarran en Mad Men (los que no la hayáis visto tenéis que verla, que serie tan maravillosa) y cómo suelen acabar. Siempre hay alguien que sale trasquilado.

Os puede parecer exagerado, pero la realidad a veces supera la ficción. He visto a jefazos perder los papeles con las becarias, a la vista de todos; a directivos que normalmente se odian comerse los morros como si no hubiera un mañana, en mitad de la pista; a un departamento entero pasarse un hielo de boca en boca y al director de recursos humanos recibir una bofetada al pasarse de listo mientras bailaba una lambada.

Que sí, que viva el desenfreno, pero había que ver las caras del personal el lunes siguiente; ya nadie volvía a mirarse igual. Lo dicho, este año, a mirar desde la grada. Y si, a pesar de todo, hay que tirar del donde dije digo digo Diego, pasando de las altas esferas, yo me quedo con el mensajero.