Esto es lo peor que puedes hacer si ella tarda en llegar al orgasmo

«Venga, córrete ya» es de las frases más chocantes que, como mujer, me han tocado escuchar.

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Sí, comparte las primeras posiciones de la lista junto al «¿No estarás en esos días del mes?» o «¿Cuándo tienes pensado casarte?», otras de las más clásicas que te toca aguantar a menudo a lo largo de la vida.

Aunque claro, estas dos últimas suelen decirse mientras llevas ropa puesta y no estás teniendo sexo, que es cuando puede surgir la primera.

De entre todas las cosas que pueden sacarme mentalmente del momento íntimo -entre las que incluyo el pitido del lavavajillas cuando ha terminado el programa, que suene el timbre o que mi madre me conteste un WhatsApp-, la urgencia de tu acompañante por tu orgasmo, es casi la peor.

No es ya solo que pierda la concentración sexual, es que, por lo general, esa frase viene acompañada de mucho más.

Cuando hace acto de presencia no es al principio (sería un poco absurdo -y aún menos habitual- esperar un orgasmo en los primeros minutos), más bien al rato de estar en plena acción.

Por un lado, entiendo a la perfección el deseo de la otra persona, que tiene interés en que los dos sientan placer llegando a alcanzar el clímax, aunque sea en momentos diferentes.

Pero para nosotras, ese tipo de prisas no son buenas. Más que nada porque no desencadenan una respuesta positiva potenciando la excitación, todo lo contrario.

Cuando te toca escuchar que a ver si te corres, que estás tardando mucho o que si todo va bien porque no has llegado todavía, en tu cabeza se filtra la idea de que estás fracasando como amante y aburriendo a tu acompañante.

Y lo cierto es que, para empezar, nuestro orgasmo es diferente del de los hombres (si quieres profundizar, te recomiendo este artículo).

Tampoco nos podemos olvidar que, a nivel excitación, en cuanto perdemos un poco el hilo, nos toca empezar de cero.

Que las películas porno muestren unos maxiorgasmos femeninos solo con la penetración, no es de gran ayuda. La mayoría de nosotras solo llegamos a alcanzarlo mediante la estimulación directa del clítoris.

Es decir, da igual que estés 45 minutos con una postura de ‘misionero’ digna del kamasutra si el clítoris no está siendo alcanzado.

¿Concusión? Paciencia y, en todo caso, preguntar más que imponer.

Si tienes dudas de si lo estás haciendo bien o si estás yendo por el buen camino, es tan sencillo como cerciorarse con un simple «¿te gusta así?» o un «¿cómo te gustaría que hiciera?».

Duquesa Doslabios.

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2 comentarios

  1. Dice ser candidtens

    El problema está en que no recibimos educación sexual y cada uno se busca la vida como puede o como quiere. Muchos hombres tienen como referencia el porno comercial y la mayoria de adolescentes también, así que imaginate como está el panorama. Así que este tipo de articulos son necesarios si queremos empezar a cambiar un poco nuestra manera de relacionarnos.

    13 agosto 2020 | 16:12

  2. Dice ser candidteens

    Ah, y se me olvidaba comentar un detalle importante. Comuniquense con sus parejas! Sean sinceros! Expliquenles que es lo que les gusta y lo que no!

    13 agosto 2020 | 16:13

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