Más allá del ‘ghosting’, maneras (malas) de ligar que deberían estar prohibidas

A estas alturas del año, creo que puedo hablar en nombre de todos si digo que estamos más que familiarizados con el ghosting.

CALVIN KLEIN FACEBOOK

O bien hemos desaparecido sin dar explicaciones o nos han dejado en ‘Leído’ pese a que varias veces hemos intentado retomar el contacto.

Pero por muy desagradable que me resulte, no es la única tendencia que eliminaría de la faz de la tierra del planeta del ligoteo.

Hay otras modas en la dinámica de las citas que quiero que desaparezcan.

Una de ellas es el zombieing, algo que me ha explicado mi profesor de inglés y que vendría a ser la estrategia de dejar de pronto colgada la conversación durante un tiempo y hablar repentinamente, mucho después, como si nada hubiera pasado.

“Ey, ¿qué tal? Cuánto tiempo sin hablar/ saber de ti”. ¡Ja!, como si hubiera sido yo la que hubiera dejado de hablarte.

De hecho, basta con que retrocedas hasta la última conversación (seguramente tuvo lugar varios meses antes), para descubrir que lo último que le preguntaste sigue en ‘Visto’.

Y puede que te quedaras sin saber qué planes tenía para esa tarde, pero que te hable ahora como si la conversación no hubiera estado abandonada por meses solo demuestra que el interés que tiene, es el que tiene.

En ese momento estaba sin nadie a la vista y, buceando en su lista de banquillo –el benching, que también os lo conté aquí-, ha sido el turno de llamar a tu puerta.

Pero todavía me parece peor el breadscrumbing, o, como diríamos en castellano, las miguitas de pan cuyo objetivo es que alguien vaya siguiendo el rastro.

No significa que en la cafetería de tu universidad él o ella desmigue el bocata lomo-queso (algo que sí que sería calificado como crimen) y te lance trocitos a ver si te giras y descubres que es el amor de tu vida.

Las migas de pan las lanzamos, hoy en día en forma de ‘Me gusta’ y reacciones a las historias de Instagram.

Le ha regalado el corazoncito a todas tus fotos, incluso a aquella que solo sacabas una fachada de edificios de tu viaje a Liverpool.

Esa es su manera de hacerte saber que está ahí, y que quiere que le regales una taza de casito. Obviamente es decisión tuya si sigues o no el camino mordiendo los anzuelos.

Pero es muy poco valiente, además de difuso, dejar que sean los emoticonos quienes hablen por nosotros. Al igual que lo es optar por desaparecer para no hacer frente a las personas, así como retomar el contacto solo cuando la urgencia aprieta.

Igual es el momento de, más que de crecer, empezar a madurar.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

1 comentario

  1. Dice ser lidia

    Hola Duquesa Doslabios,

    Siempre suelo estar de acuerdo contigo, pero en esta ocasión, creo que te equivocas. Yo doy me gusta a casi todas las publicaciones de Insta de mis contactos (los que conozco y los que no, con excepción de las que tienen un contenido que no me guste) y veo todas las historias (cuando tengo tiempo), y PARA NADA mi intención es dejar miguitas de pan, mas bien lo hago a modo de cortesía, igual pongo like a una foto de unas conservas que al vídeo del gato, que a la foto de postureo de turno. Creo que aquí, generalizar no es correcto.

    Pero que sepas que me encantas y dices verdades como puños casi siempre.

    Saludos!!

    13 noviembre 2019 | 15:40

Los comentarios están cerrados.