Archivo de noviembre, 2017

¿Lo hace mal en la cama? Dilo

¿Sabes cuando tienes la mala suerte de que en el supermercado te ponen pescado malo, vas después a quejarte y te dicen, con sorpresa, que hasta ese momento nadie había protestado por la calidad? En la cama pasa lo mismo.

Las personas se dividen en dos grupos: las que señalamos cuando algo no nos gusta en la cama y las que se callan por miedo, vergüenza, timidez o falta de confianza y dejan que esa persona crea que está yendo por el buen camino.

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Esto crea una especie de situación de pescadilla que se muerde la cola (por aquello de volver al símil de la pescadería del principio). Tú no dices nada, por lo que esa persona no sabe que igual está haciendo algo mal, lo que hace que continúe haciéndolo (o no haciéndolo) y luego le toque a otra que, seguramente, tampoco diga nada.

Esta situación puede prolongarse infinitas veces hasta que llegue (si tiene la suerte de llegar) a una persona que se lo diga, lo que hará que reciba la noticia con sorpresa e incluso hasta con enfado de que nunca nadie se hubiera manifestado al respecto anteriormente.

Amante no se nace, amante se hace. Nadie viene al mundo sabiendo como complacer en la cama, es una mezcla entre curiosidad personal, ensayo y error…

Pero lo que más ayuda, o al menos en mi caso, es, y aunque no sea un trago agradable de primeras, decirlo. Parar los pies cuando después de pedirle que te estimule el clítoris ves que su lengua va por el gemelo. Sé de casos de amigos que han preferido callarse pasar sin sexo oral porque sus compañeras de cama les deslizaban los dientes inconscientemente cada vez que les hacían una felación.

Y digo yo, ¿no es mejor dedicar cinco minutos explicando cómo nos gusta, cómo se hacen las cosas bien, que callarnos y dejar, no solo que esa persona siga en su error sino sin recibir todo el placer que podríamos?

Personalmente, he sido de las maestras pacientes, de las que cortan el momento y, con toda la delicadeza del mundo (ya que no olvidemos que no es algo que la otra persona desconozca a propósito), he dicho cómo, cuándo y dónde me gustaba, si tenía que presionar, dejar de presionar, meter o sacar.

Piensa que si te encuentras en una situación así, él o ella no es culpable de no saber, pero tú sí que eres culpable de no enseñar y de perpetuar su desconocimiento si no le sacas del error.

El saber no ocupa lugar, pero puede ser la diferencia entre alcanzar o no un orgasmo.

Duquesa Doslabios.

Los importantes pequeños detalles sin importancia

Estoy enamorada. Lo sé ahora y lo llevo sabiendo un tiempo. Y como enamorada que llevo ya estando unos años, sé cuándo quitarme la venda de los ojos.

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Más que quitármela, decidí que prefería ver las cosas como eran en realidad, con sus cosas buenas y no tan buenas.

Y como enamoradas que estamos muchas, viviendo una rutina con nuestras parejas, todos vemos algunas cosas, pequeñas tonterías: hoy en vez de dejarte en casa, te deja más lejos para poder llegar a otra cosa a tiempo.

Lo que antes era una cena mirándote a los ojos se convierte en una cena en la que tú, de no ser por la camarera, te sentirías invisible ya que, lo que antes solo eran ojos para ti, ahora lo son para el Real Madrid. Los cinco minutos de «buenos días» que tanto te gustaban, de abrazos y remoloneo en la cama, se sustituyen por cinco minutos en los que uno teclea en el teléfono y el otro, aburrido, le sigue para no estar mirando al techo.

De repente te suelta un “Cállate un poquito” que te deja plantada en el sitio y otro día más que vuelve a dejarte a una manzana de casa para no perder el tiempo dando la vuelta o que ya llega tarde a buscarte cuando antes (quizás por la presión de estar al comienzo de la relación) habría llegado con más tiempo.

Y notas los descuidos contigo, con los detalles, que ahora que hay más confianza por lo visto ya se puede ser más descuidado y pasar de limpiar o de lavar las sábanas. «Confianza», esa palabra que parece justificar que ya no se reciba el mismo cuidado ni la misma atención dentro de una relación.

Te das cuenta de que esas veces que has salido de su coche un poco más rápido, sintiéndote más fría cada vez por la despedida fugaz, lo único que querías era que él corriera detrás en pleno ataque de romanticismo y te dijera una vez más que te quiere, que tu adiós le ha sabido a poco y que sin otro beso tú no te vas.

El amor no es una prueba de velocidad, no es a ver quién conquista antes la meta y luego ya está. Se nos olvida que es una carrera de fondo de, más que años, de toda una vida, de resistir embates, de aguantar hasta el final. Porque al final los pequeños detalles sin importancia, a algunos, sí que nos parecen importantes.

Duquesa Doslabios.

Sexoróscopo de la semana: Aries, lo más parecido a sexo oral que vas a tener será la limpieza bucal en el dentista

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Aries: es una semana de capa caída para todos los nacidos bajo este signo. Lo más parecido a sexo oral que vas a tener es la limpieza bucal que te hará el dentista.

Tauro: tienes necesidad de atención y cariño, pero también tienes dos entregas de proyectos y un examen de esos que dicen que cuentan para la evaluación continua. Te recomiendo estudiar en el salón ya que la única mujer que va a mimarte va a ser tu madre.

Géminis: la vida es demasiado corta como para preocuparte por cosas que no merecen la pena. Toca conocer gente nueva. Es el momento de hacerse Tinder y adoptar la mentalidad de «Hemos venido a jugar» dándole Like a todo lo que pase por tu pulgar.

Cáncer: quieres vivir experiencias nuevas y emocionantes como la lluvia dorada, ya que lo más cerca que has estado de que te mearan encima fue aquella vez que tu perro apuntó mal a la farola y te mojó la pernera del pantalón.

Leo: esta semana saldrás del armario. Lo bueno es que no le pillará a nadie por sorpresa. Que en Halloween insistieras en disfrazarte de Madonna con el corsé de Gaultier habló por sí solo.

Virgo: te dejaste envolver demasiado por la magia de la noche de Halloween y así ha pasado, que todavía sigues sin acordarte de quién es ese chico al que le diste tu número y no deja de mandarte Whatsapps. No, no era guapo pero es muy majo. Tú verás.

Libra: discúlpate con tu mujer porque está enfadada por algo que has hecho. No importa cuando leas esto.

Escorpio: la influencia del Sol, Júpiter y Mercurio permitirá que puedas anticiparte a los acontecimientos con certeza. Tu intuición te permitirá identificar a los moscones incluso antes de que esta noche empiecen a ponerse intensitos en el bar al que irás con tus amigas.

Sagitario: evita entrarles al grupo de mujeres de la mesa que está a la derecha de la barra, una de ellas es Escorpio. No digas que no te avisé.

Capricornio: el susto de la semana pasada te ha llevado al límite. Sin embargo has contado con apoyos inesperados. ¿Quién te iba a decir a ti que le sigues preocupando a tu ex novia? Ahora que ya te han confirmado que el bulto del pene solo era un quiste sebáceo igual es el momento de organizar un reencuentro por los viejos tiempos.

Acuario: alguien de tu entorno te va a involucrar en una situación conflictiva. Ese alguien es tu pareja y esa situación conflictiva es tener sexo en una iglesia. Al infierno que vas de cabeza.

Piscis: tienes que mantener altos tus estándares. Sí, los astros están al tanto de tu aventura de la semana pasada con el carnicero. Te dijeron que habría química, pero no que te lo llevaras a casa.

El mágico y maravilloso amor entre amigas

«Te quiero como amiga» no es algo que digas nunca en voz alta, pero es algo que piensas la primera vez que notas química con una chica.

Lo piensas la primera vez que descubres que pensáis de manera parecida, que veis del mismo color la vida, que te hace reír tanto que te cuesta respirar y te terminan doliendo la cara y la tripa.

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El amor por las amigas es una mezcla intrincada de sentimientos entre el amor de abuela y el amor romántico que podemos llegar a sentir por una pareja.

El amor de abuela hace que veamos a nuestras amigas como diosas celestiales cada día, más únicas y extraordinarias que un unicornio en una granja.

Ese amor hace que nos ofendamos profundamente cuando nos cuentan que les han dicho en el trabajo que tenían mala cara. Es un amor ciego e incondicional que consigue que las veamos preciosas saliendo de fiesta y recién levantadas en pijama cuando están con los ojos mal desmaquillados y se asemejan a un panda.

Las amigas te mandan fotos por whatsapp preguntándote qué les queda mejor cuando van de compras y te encanta todo porque, en realidad, te encantan ellas.

Por otro lado está el amor romántico que nos hace sentir una amiga, por el cual siempre tenemos ganas de verla. Es amistad verdadera cuando te arreglas para ver a una amiga tanto o más que para ver a tu pareja. El amor que sientes por ella hace que no entiendas que el chico de turno no le conteste los mensajes, que no esté tan abducido por su luz como tú lo estás por ella.

Es un amor que hace que el tiempo que pasas juntas se te pase volando. De hecho sabes que es una amiga de verdad cuando en algún momento de vuestra relación le has dicho el: «Si fueras un hombre, saldría contigo». Es real cuando por ella harías cualquier cosa, desde empapelar la universidad para felicitarle el cumpleaños hasta meterte en un autobús dos horas porque sabes que está mal y te necesita a su lado.

Dicen que las mujeres solo sabemos competir, ponernos verdes unas a otras o clavárnosla por la espalda, pero la verdad es que el amor entre amigas es un sentimiento complejo, sí, pero precioso y profundo al mismo tiempo.

Una química especial y única que, si tienes la gran suerte de poder encontrarla en alguien, forma parte de las mejores cosas que puede ofrecerte la vida.