Amores de verano

Querid@s,

Os animo a que repaséis vuestra vida y recordéis los amores de verano que tuvisteis. Todos, casi todos, hemos enamorado a alguien en verano y nos hemos vuelto locos de amor por alguien al que quizás, jamás volvimos a ver. El sol, los días largos, el tiempo libre y las noches en el chiringuito hacen que en verano todo se magnifique, resultando en un cóctel molotov hormonal que puede hacer de vuestro verano una auténtica revolución sexual. Una especie de viaje de vuelta a los años de nuestra adolescencia.

Dos enamorados en Verano en Lousiana

Los amores de verano son como los viajes, como las vacaciones y las escapadas a cualquier otra parte. Amores de verano, amantes pasajeros, amores fugaces. Siempre se viven intensamente, más que cualquier otro amor. ¿Por qué? Sabemos que tienen fecha de caducidad y como mucho duran lo que dura el verano. Pero nada de dramas, ya sabemos que en este época del año todo se magnifica. Llego un poco tarde, así que aplicaros el cuento el próximo año.

Para una canícula más calurosa (y azul), buscaos un amor de verano. Eso sí,

1. Que le guste bailar

Si hay baile de por medio, el rollete de verano dará mucho de sí. Imaginaos, sobre todo vosotras, que os lanzan por los aires cual zeppelin. ¿Cómo será este amante bajo las sábanas? Siempre he pensado que el baile es el reflejo vertical de cómo uno se comporta horizontalmente en la cama. Así que, a darlo todo en la pista de baile.

2. Discreción por favor

La discreción es importante. Por muchos vientos que bebáis por vuestro pille, no es preciso gritarlo a los cuatro vientos, que ya no tenemos quince años.

3. Donde comen dos comen tres

Si el vuestro es un apetito sexual insaciable y no os basta con montároslo con un solo amor, ya sabéis que donde comen dos, comen tres. Viciosill@ que os van los tríos, contad conmigo.

4. Probar la otra acera

Siempre he pensado que todos tenemos un lado homosexual, otra cosa es que queramos descubrirlo o no. Si os apetece descubrir vuestro otro lado, el verano puede ser un buen momento para aclararte las ideas.

5. De dos en dos

Para las almas, mentes y cuerpos inquietos y deseosos, quizás queráis saborear más de un amor de verano. Gestionar más de un amor a la vez no es tarea fácil, porque se nos amontona la faena y los polvos.  Pendonear con más de un amor durante el mismo verano puede ser peligroso. Como os pillen, se os puede acabar el chollo.

6. Algo más que sexo

No en todos los amores de verano tiene que haber sexo. Hay algo que a veces es mucho mejor, pero que no siempre hay: feeling, esa química especial, ese yo que sé que qué se yo. Disfrutad del momento y tened un orgasmo mental, a veces son mejores que los físicos.

Vivid el verano (o lo que queda de él) y salid por ahí, no vaya a ser que se os escape el amor del verano y tengáis que esperar hasta el año que viene para tener un affaire estival. No os enamoréis de vuestro amor de verano. O sí, ¿quién soy yo para deciros nada? Pero normalmente estas historias tienen muchas posibilidades de ser algo temporal. La mayoría no sobrevive y como mucho la historia dura hasta septiembre. Yo os diría que disfrutéis mientras podáis porque siempre llegará el momento de decir adiós. Un año más, el final del verano llegó… y vuelta a empezar.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

1 comentario

  1. Dice ser Ruth

    Quién no ha tenido alguna vez un fogoso amor de verano…

    http://www.masajesrelajantesmadrid.es/

    28 agosto 2017 | 14:41

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