Archivo de noviembre, 2016

#HappyPeriodMovement, menstruación digna para todas

Querid@s,

A la hora de hablar de pobreza femenina o riesgo de exclusión, pocas veces vinculamos las palabras Mujer y Menstruación. En España, actualmente existen miles de mujeres que viven en situación de pobreza que no pueden llegar a final de mes y recurren a los servicios sociales. Según datos de la última memoria de Rentas Mínimas de Inserción (RM) estatal de 2014, la mayoría de estas mujeres tiene entre 35 y 43 años, no tienen trabajo o estos son precarios, viven de alquiler y cuidan de sus hijos.

Seguramente nunca lo han pensado porque no les ha hecho falta, pero ¿Qué significa tener la menstruación para las mujeres sin recursos o que viven en la calle? Imagínense lo incómodo y poco higiénico, para qué nos vamos a engañar, que ha de ser tenerla regla y no poder comprar compresas o tampones para lidiar con el sangrado del mes.

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Carrie, Brian de Palma

Durante la menstruación necesitamos dosis extra de higiene, tampones y compresas. Imaginarán que la menstruación es especialmente dura para las mujeres sin hogar porque no suelen tener acceso a duchas, resultándoles muy difícil estar limpias y libres de infecciones. Los centros de acogida o servicios sociales suelen carecer de estos artículos debido a que son más caros y los donantes simplemente no caen en esos menesteres menstruales.

Pero hay quien sí ha caído y ese alguien es Citycise.

¿Quién es Citycise?

Citycise es una comunidad social que pretende mejorar el bienestar de las personas que viven en las ciudades. Gracias a la marca de copas menstruales Meluna, Citycise ha inaugurado #HappyPeriodMovement es el movimiento que reivindica una menstruación digna para todas las mujeres. Este es el vídeo promocional de la campaña.

Algo más de #HappyPeriodMovement

#HappyPeriodMovement es un movimiento para concienciar a la sociedad sobre la importancia de donar productos higiénicos femeninos a los centros, albergues y organizaciones sociales que trabajan con mujeres en riesgo de exclusión social. En otros países, han nacido diferentes movimientos ( Distributing Dignity, TamponTuesday o The Period Project, entre otros) de personas que trabajan de forma coordinada para dar respuesta a esta necesidad, para que las mujeres sin recursos económicos y/o que viven en la calle tengan acceso a una menstruación digna.

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“¡Queremos una menstruación digna y feliz para todas la mujeres! Nos gustaría que #HappyPeriodMovement sea un movimiento social masivo en España y que las personas que habitualmente donan, también tengan en cuenta que es necesario donar productos higiénicos femeninos como compresas, tampones o copas menstruales. La menstruación no puede ser un problema económico para ninguna mujer”, reivindica Susana Fernández, fundadora de Citycise.

Ya que estamos, les invito al visionado de La historia de la menstruación (The Story of Menstruation). Es un cortometraje animado de 9 minutos de duración producido por Walt Disney en 1946 y fue visto por aproximadamente 105 millones de estudiantes estadounidenses en clase de educación sexual.

Desde luego, un material muy ilustrativo y altamente didáctico.

Anímense a donar, y que follen mucho y mejor.

Serge Marshennikov: hiperrealismo y sensualidad

Querid@s,

¿Fotografía o pintura?

Esto es lo que curre cuando se mezclan hiperrealismo y sensualidad.

Serge Marshennikov nació en 1971 en Ufa (Bashkiria, URSS). Desde muy pequeño siempre practicó el dibujo, la pintura y la escultura con cualquier material que tuviera en sus manos. Su madre animó a Serge a estudiar pintura y desde sus albores tuvo una sucesión de maestros particulares y asistió a cursos de arte. Después de recibir una serie de premios por sus acuarelas y pinturas al pastel, Serge decidió dedicarse a la pintura de forma profesional.

Terminó sus estudios en la Escuela de Arte de Ufa en 1995 y continuó dando clases en una de las academias más prestigiosas del mundo, la “Academia Repin de Bellas Artes” de San Petersburgo. Hoy en día su obra es una inmensa colección de óleos que retratan la fragilidad y la sensualidad del cuerpo femenino. Combinando las técnicas hiperrealistas con su talento para transmitir la belleza femenina, Marshennikov se ha hecho un nombre en el mundo del arte contemporáneo. Pueden seguir disfrutando de la obra del ruso Serge Marshennikov en su página personal.

Que follen mucho y mejor.

Ora, el juguete sexual que simula sexo oral

Querid@s,

¡Qué ilusión más grande me ha hecho recibir hoy el correo! La famosa marca de juguetes sexuales LELO me ha regalado el último grito (literalmente) en sexo oral artificial. Ya tengo en mi poder Ora, un elegante simulador de sexo oral creado galardonado con prestigiosos premios internacionales. No es para menos.

Con un cabezal rotatorio más grande situado bajo una suave capa de silicona, Ora ofrece largas y seductoras rotaciones e intensas pulsaciones sobre y alrededor del clítoris. Este hermoso juguete está dotado de un mecanismo interior que “rota” y “toca”, recreando los movimientos de la lengua durante el sexo oral. Con un vanguardista diseño de silicona circular y tecnología SenseTouch, Ora le ofrece hasta 10 programas diferentes de estimulación. Puede usarlo en la ducha, la bañera e incluso bajo el mar. Es 100% sumergible.

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Ora viene con su cargador, su fundita de satén y un muy útil manual para las usuarias, por si se lían. Está disponible en tres colores (morado, negro y azul), y además se lo enviarán discretamente por su cara bonita (entrega exprés en 3 días). Si se le escoña en algún momento de tanto usarlo, que sepa que tiene 1 año de garantía y otros 10 años de garantía de calidad. Todo esto por menos de 130 euros.

En realidad no es el primer juguete que simula el sexo oral, pero sin duda es el más avanzado en su especie. Yo le recomiendo que se entregue al placer oral más fascinante que pueda imaginar. Ora es, además, muy complaciente con la usuaria. Casi tanto como las lenguas más dedicadas.

¿Se acabaron los hombres? No, por Dios. Eso jamás. Pero a falta de lenguas hacendosas y dispuestas, que Ora nos dé placer.

Pruébelo, le va a gustar.

Que follen mucho y mejor.

Esas cosas un tanto bizarras que hacemos las mujeres cuando nos gusta un hombre

Querid@s,

A pesar de que no se me ocurriría contradecir aquello que dicen de que el amor es, junto al dinero y el poder, el motor que mueve el mundo, en nuestro haber del amor, las mujeres contamos con ciertas cosas un tanto bizarras que hacemos, y que probablemente no deberíamos hacer, cuando nos gusta un hombre. Sorprendentemente nos resultan ridículas a todas luces si las observamos en la piel de otra, amiga o conocida, pero cuando nos ocurre a nosotras, qué difícil nos resulta ver la viga en nuestros propios ojos.

Intuyo que a estas alturas del partido ya ha dejado de dormir abrazada a esa toalla sucia con la que aquel chico del instituto por el que estaba loquita se secó el sudor después de jugar un partido de fútbol cualquiera. Espero que no conserve aquella notita probablemente ya amarillenta que decía en una pésima caligrafía Laura, que pases un buen verano y eso. Firmado: LuisP.D.: Ahh, espero que el año que viene me sigas dejando los apuntes.

Pero lo que sí sigue haciendo es, entre otras cosas, imaginar cómo sería su boda con él.

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Aquí están las rarezas que perpetramos las féminas cuando nos gusta un hombre.

1. Se nos ocurre la pésima idea de enviar mensajes “por error”. Déjeme decirle algo: por muy lista que crea usted ser, él sabrá que ese mensaje que supuestamente erróneamente ha acabado en su bandeja de entrada era completamente intencionado. Que lo sepa.

2. Hacemos como que pasamos. Esta estrategia de fingir que ese hombre le es completamente indiferente es la más penosa de todas las rarezas que se puede hacer. ¿Sabe qué pasa? Que se le ve el plumero. Sí, a usted también. Comprenderá que de nada sirve fingir desinterés y pasar olímpicamente del caballero en cuestión para después mirarle de refilón y poner cara de cordero degollado cuando le pide fuego.

3. Cuando estamos delante de ese hombre que nos gusta más de la cuenta solemos tocarnos a nosotras mismas en demasía, sin ser conscientes, pero todas lo hacemos. No tocamos el pelo, nos hacemos una coleta, nos la deshacemos, nos volvemos a hacer la dichosa coleta, etc…  Visitamos el aseo más de la cuenta para retocamos el maquillaje, nos ponemos gloss, nos arreglamos el vestido, nos bajamos el escote, metemos tripa y sacamos tetamen. Por si fuera poco procuramos contonearnos gráciles, otras veces en plan sexy. Se le le nota que usted lo que quiere es que le coma el tigre.

4. Cuando ocurre que estamos hablando del rey de Roma y resulta que por la puerta asoma, nos obsesionamos con hacernos notar. Que me vea piensa, pensamos, que se fije en mí, que ponga los ojos en mí. La que no le quita el ojo de encima es usted, haga el favor de controlarse. Por si fuera insuficiente su falta de disimulo, a veces incluso se anima, se viene arriba y sube la voz como quien no quiere la cosa para llamar la atención de ese hombre. Mal, muy mal.

5. Pretende, desconozco si lo consigue o no, ponerle celoso con otro/s. Esto no funciona querida, la verdad que no. Además se le volverá a ver el plumero, otra vez. Lo suyo ya es muy evidente.

6. Conversación monotemática. Este es uno de los peores de los síntomas, especialmente porque las que sufren los daños colaterales serán sus amistades, especialmente ellas. Apiádese de ellas que nada han hecho para merecer sus terribles monólogos. Que si me ha escrito, que si me ha invitado a tomar algo, que si me ha dejado su abrigo cuando tenía frío, que si dice que le gusto pero que me dice no eres tú soy yo. Sus amigas la quieren, procure no someterlas a tan vil tortura.

7. Nos hacemos íntimas de alguno de sus amigos. ¿Estamos locas o qué? Esta estratagema es rematadamente absurda y completamente inútil. Entienda que por hacer migas con sus amigos, esta repentina amistad, además de resultar altamente sospechosa, no le facilitará el acceso a su corazón. Dudo muy mucho que de este disparate suyo puede surgir algo bueno.

¿O sí?

Que follen mucho y mejor.

¿Por qué los hombres se despiertan con una erección?

Querid@s,

¿Se levanta usted cada mañana con una tremenda erección? Tanto que la matutina costumbre de ir al baño se le complica. No se alarme, esta erección ocurre hasta en las mejores familias.

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¿Es normal despertarse con una erección? ¿A qué se debe tanto alboroto de buena mañana? Es habitual que los hombres se despierten con una erección, pero en contra de las creencias populares, esto nada tiene que ver con la actividad sexual.
 
El por qué de la erección
Las erecciones matutinas están influenciadas porque durante el sueño nocturno se elevan los niveles de testosterona. La testosterona, les recuerdo, es la principal hormona sexual del hombre que ayuda al desarrollo de los músculos y de los huesos, a producir esperma y a mantener la pulsión sexual a tope de power. Este aumento de testosterona alcanza su nivel máximo a primera hora de la mañana, de ahí que estimule la erección matutina. Si a esto le sumamos que es probable que usted lleve de 7 a 8 horas sin pasar por los urinarios, es más que normal que uno se despierte con una simpática erección.

Las erecciones durante el sueño

Según Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, unhombre experimenta de 3 a 5 erecciones en una noche que coinciden con las fases de sueño REM. Esta fase corresponde a los momentos en los que uno duerme profundamente. Entonces, se produce un movimiento ocular importante y la actividad fisiológica es mucho más alta. Sin embargo, estas erecciones no tienen porqué tener nada que ver con sueños mojados y lujuriosos, ganas de hacer pis ni con actividad sexual. Los hombres, especialmente los más jóvenes, pueden despertarse en mitad de la noche con una de estas erecciones entre las piernas. Y es lo más normal del mundo que una de esas erecciones coincida justamente con el momento del despertar.

Que follen mucho y mejor

Sexercise, la guía para perder kilos mientras se tienen relaciones íntimas

Querid@s,

¿Conoce Sexercise? Es la guía para perder kilos mientras se tienen relaciones íntimas. Según un nuevo estudio recogido por la parafarmacia sexual Dolce Love, se pueden quemar unas 3,5 calorías en la cama por minuto, nada de las conocidas 300 calorías. Ya nos gustaría.

Con la llegada de la época invernal son muchas las fórmulas escogidas para mantener viva la llama de la pasión entre las parejas. Sin embargo, el Sexercise va ganando cada vez más adeptos. Para aquellos de ustedes que no lo sepan, el sexercise es en realidad un entrenamiento consistente en 3 rondas de ejercicios cardiovasculares de 45 segundos: sentadillas y estocadas para fortalecer glúteos y gemelos. En total son 32 minutos de ejercicio sexual para disfrutar de una maratoniana noche en la cama.

Dolce Love presenta las 7 posiciones que le permitirá perder más de 300 calorías durante las relaciones sexuales y deshacerse de esas lorzas que le sobran a su cuerpo serrano. Podrá quitarse hasta 5 kilos de encima haciendo lo más bonito que se puede hacer en este mundo, el amor.

Vamos allá, pero antes comencemos con unos calentamientos.

Ahora sí…

Perrito erguido

En este caso lo que vamos a mejorar son glúteos, abdominales y cadera. Para ello, el hombre tiene que apoyar sus glúteos sobre los talones estando de rodillas. La mujer se sienta sobre él con los pies hacia atrás balanceándose de adelante a atrás.

La carretilla

Esta postura no es una que se pueda hacer fácilmente ya que requiere de más fuerza de lo habitual en brazos y hombros. La mujer ha de echarse hacia delante hasta que se apoye sobre los brazos y el pecho manteniendo su peso con ellos. Por su parte, el hombre ha de sostener las piernas de la pareja para que no caiga y embestir. Con la carretilla los glúteos también van a hacer ejercicio.

De pie: Si puede sostener a su pareja, un ejercicio para perder peso (más en el caso de él que en de ella) es tener sexo de pie, o levantando a su pareja. Lo único que tiene que hacer es subirla encima y embestirla. No hay mucho misterio en esta postura y notará que sus brazos y piernas se fortalecen.

La arañita es una postura sexual que hará que la pareja experimente más. La pareja debe tumbarse frente a frente, con las piernas estiradas pero hacia el otro. La mujer debe apoyarse con los antebrazos mientras que él lo hará con las palmas de la mano. Ahora, la mujer debe acercar la cadera a la ingle de su pareja.

Postura del arado: En esta postura la mujer ha de tumbarse sobre la espalda con las piernas juntas. Coloque las palmas de las manos hacia abajo y levante las piernas formando un ángulo de 90 grados. Ahora hay que elevarlas hacia atrás levantando así la espalda del suelo. Esta postura ayuda a trabajar el equilibrio pero, al mismo tiempo, al hombre le obliga a hacer sentadillas para penetrar a la pareja, fortaleciendo glúteos y gemelos.

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Kylie Minogue en el vídeoclip de Sexcercise

El tubo: La mujer debe subirse sobre una mesa o encimera, situando el trasero en el borde de la misma. Ha de levantar las piernas y dejarlas apoyadas en los hombros de la pareja. Con los brazos y hombros la mujer ha de impedir que se mueva de su sitio.

Y más difícil todavía, el puente: Esta postura no es para cualquiera, requiere flexibilidad y estar en buena forma física, además de ningún problema de espalda. Y es que se requiere hacer el puente. Sí, ese ejercicio que a veces en educación física piden y que pocos son capaces de hacer y mantener de rodillas mientras se mantiene relaciones”, explica Ángeles Becerra, directora de Dolce Love.

Y para finalizar el entrenamiento este baile nos viene perfecto.

!Qué manera de sudar oigan! Ale, a follar a follar que van a adelgazar.

Que follen mucho y mejor.

Histeria femenina. Y con ella llegó el vibrador

Querid@s,

En mi mesita de noche, silencioso y expectante, descansa mi pequeño pero letal vibrador. Hasta que abro el cajón para darle vida, claro.

Este es un llamamiento a las mujeres que habitan la faz de la tierra, porque tienen ustedes que saber quién ideó este bendito invento. Fue el médico británico Joseph Mortimer Granville, allá por la época victoriana. ¿Sabían ustedes que hasta mediados del siglo XIX existía en la medicina occidental una enfermedad llamada histeria femenina? En el contexto de la época se la denominaba «paroxismo histérico» y cualquier cosita de nada era  más que suficiente para que a una la consideraran histérica: que si no duerme por las noches, que si  pierde el apetito, que si le duele la cabeza.

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Hysteria, Doctor Joseph Mortimer Granville tratando a una paciente

Antes de que el vibrador hiciera su aparición estelar, el tratamiento consistía en que el propio médico acariciaba manualmente a la paciente hasta que alcanzaba el orgasmo, sanando así la histeria. Vamos, que literalmente la masturbaba. El tratamiento masturbatorio finalizaba cuando la mujer llegaba al orgasmo, a lo que se referían como «paroxismo histérico», considerando el deseo sexual femenino reprimido como una enfermedad.

Quizás porque el buen doctor no querría andar todo el día con las manos en la masa (tampoco era lo más ortodoxo médicamente) o porque a su esposa no le haría ni puñetera gracia que se pasará el día otorgando orgasmos a otras (quizás a todas menos a ella) y metiendo los dedos en las vaginas de media ciudad, Granville inventó el primer vibrador a pilas con fines puramente terapéuticos, sustituyendo las manos del médico por una auténtica bomba orgásmica.

Fue en 1870. El nuevo artilugio conseguía que, en menos de diez minutos, las pacientes alcanzaran el orgasmo y se volvieran histéricas.

Hubo entonces que aguardar hasta expectantes hasta finales del siglo para ver como en los balnearios más lujosos de Europa y Estados Unidos, los tratamientos anti histeria con vibradores alcanzaban una popularidad absoluta. No fue hasta 1902 cuando la compañía estadounidense Hamilton Beach lanzó el primer vibrador eléctrico destinado a la venta comercial, convirtiendo al vibrador en el sexto aparato doméstico en ser electrificado. Así fue como este pasatiempo sexual comenzó a venderse como churros y muchas compañías diseñaron sus propios modelos. Las distintas versiones se anunciaban en revistas y catálogos de moda y confección, atiendan, como máquinas de masaje antiestrés. Razón no les faltaba. Una página del catálogo Sears de electrodomésticos de 1918 incluye un vibrador portátil con accesorios, anunciado como “muy útil y satisfactorio para el uso casero«. A ver si lo encuentran entre todas las ayudas para ellas.

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Con el tiempo y una caña la imagen y reputación de los vibradores cambió completamente a mediados del siglo XX. Para bien y para mal, les explico. En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría por fin declaró oficialmente que la histeria femenina no era una enfermedad legítima, sino un mito obsoleto, carca y anticuado. Por otra parte, los vibradores adquirieron más difusión con un cine porno que comenzaba a mostrar actrices utilizando el vibrador como juguetito para el placer sexual.

Hasta ahora los vibradores se vendían disfrazados con fines terapéuticos, pero se hizo público que el tratamiento para la histeria femenina era básicamente una sesión de masturbación puesto que la enfermedad no existía, y el cine porno mostraban a las actrices porno gozando de la mano de estos artilugios, ratificando el auténtico uso del  vibrador, la gente empezó a ver a los vibradores como objetos de perversión sexual. Acaso ese fue el  motivo por el que desaparecieron de las revistas femeninas, catálogos y estantería de tiendas como Sears, donde se habían exhibido sin vergüenza durante casi medio siglo. Vena sino esta publicidad de 1910.

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Gracias a la modernización de la sociedad, la revolución tecnológica, al empeño de los fabricantes de juguetes sexuales, hoy en día con estos artilugios una se corre en menos que canta un gallo. Precisamente esta mañana ando más feliz que una perdiz. Aunque hoy he dormido sola, esta mañana he salido folladita de casa. No ha sido en brazos de un hombre, esta vez Ocean, mi vibrador, que es mi insaciable fuente de placer onanista, me ha dado lo mío. ¿Ocean? se preguntarán. Sí, porque el placer con él, junto a él, provocado por él, es infinito. Como el océano.

Que los hombres no se alarmen, no se me echen las manos a la cabeza y aclamen al cielo. Los vibradores pueden ser, si ustedes quieren y se dejan llevar, excelentes aliados para los hombres que se atrevan a innovar.Con o sin vibrador…

Que follen mucho y mejor.

Esto no es un libro de sexo

Querid@s,

Esto no es un libro de sexo es una guía sincera, divertida y libre de censura, by Chusita Fashion Fever. Esta guía sexual está dirigida a los más jóvenes y adolescentes que comienzan a asomarse al mundo de la sexualidad. Como la autora señala en la introducción, ella no está aquí para decirle al lector si ha de tener sexo o no, eso es cosa tuya. Lo que sí pretende la youtuber es informar a los más jóvenes para que sepan lo que se traen entre manos cuando se trata de sexo. El saber no ocupa lugar,ya ven.

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En un tono relajado y didáctico, la autora recorre sin tapujos las cuestiones más relevantes del sexo. ¿Qué pasa la primera vez? Si llego al orgasmo, ¿Me daré cuenta? ¿Las chicas eyaculan? ¿Cómo sabré si soy gay? ¿Qué es un cunnilingus? ¿Y un 69? ¿Y si se nos rompe el preservativo? Vamos, esos temas de toda la vida, pero tratados con absoluta naturalidad, que es como ha de tratarse y hablarse de sexo. Si no le interesa a usted estos temas y el sexo le provoca urticaria, señala ella, este libro no es para ti dice ella.

Llevado a papel por RBA, en 160 páginas a todo color (más bien, en rosa), Chusita o María Jesús Cama Antón, da respuestas y propone ideas y situaciones para pensar sobre sexo largo y tendido y, de paso, echarse unas risas. Todo ello acompañado de ilustraciones y cómics de lo más interesantes de la artista catalana María Llovet y que dejarán al lector con la boca abierta. ¡Placer 100% Garantizado!

«El sexo es como el carnet de conducir. Tienes que aprobar la teórica antes de empezar con la práctica.» Palabra de Chusita.

Que follen mucho y mejor.

 

La paja, esa oda tan onanística

Querid@s,

Aquí me tienen, cascándomela en la ducha. Para mí, el mejor momento del día. A partir de aquí, todo va a peor. 

Así a bocajarro confiesa al espectador Lester Burnham durante los primeros fotogramas de la tragicomedia finisecular American Beauty. Lester es ese fracasado norteamericano, mal marido y mal padre. Y es que ese sueño americano que idolatraba ya no le satisface. Todo lo contrario, le asquea profundamente. Le aburre su ciudad, el vecindario apesta, le aburre su casa, su trabajo y está hasta el moño de su esposa. Por rutinaria, toda su vida le produce un hastío insoportable, una monotonía nauseabunda. Pero las pajas se salvan de su particular drama, menos mal. Sin duda las pajas acompañan al individuo casi desde que tiene uso de razón, o desde que comienza a advertir que existe vida propia ahí abajo, entre las piernas. Y que además no se conforma con hacerse notar, sino que ruge reclamando atenciones precisas, dedicados mimos y caricias exclusivas. Vamos una paja, y si es de las buenas, mejor que mejor.

De de mis conversaciones con amigos pajilleros y amigas que se tocan, se hacen dedos o echan mano de la juguetería sexual de última generación y vibradores- algunos son asombrosos, como esos consoladores que simulan perfectamente a una buena verga humana, con sus venas, sus pelotas y todo-, cerca de un 95% de los hombres y un para muchos sorprendente 90% de las mujeres (siempre se ha creído que las mujeres nos tocábamos infinitamente menos que ellos, pues va a ser que no) se masturban con cierta frecuencia, y la mitad de estos y estas onanistas lo hacen con frecuencia diaria. Yo lo veo normal. ¿No se come todos los días? Pues igualmente está bien que las pajas sean diarias.

American Beauty, Kevin Spacey

American Beauty, Kevin Spacey

Un amigo – he de hacer hincapié en que era-y siguen siendo-soltero y sin compromiso- me confesó en una noche mano a manode esas en las que no sabes por qué misterioso motivo lloras y le revelas al otro tus demonios y esas sombras que habitan en tu interior y que reconoces al prójimo por primera vez (en mucho tiempo o quizás en toda tu miserable vida), que un inquino sentimiento de culpabilidad se apoderaba de él cada vez que se hacía una paja. Pepita, cuando me hago una paja me siento un miserable, me siento culpable, me siento fatal fueron sus palabras exactas.

Quedé tremendamente sorprendida por la honestidad brutal de sus declaraciones, pues siempre había creído a pies juntillas que a ellos les apasionaba pajearse el pito, y que precisamente por esa inocua pasión, culposo hábito masturbatorio para mi amigo, ellos se pajeaban en grupo en los años de la divina juventud, quizás con la secreta intención de medirse las dimensiones de los mástiles que cada cual poseía y salir triunfante de aquella competición amistosa, quizás para ver quién era el más ducho en el oficio de la puntería o qué chorro repleto de vida en forma de semen viajaba más lejos.

Entonces, dejándome llevar por la ingenuidad del momento, le pregunté expectante. ¿Y entonces por qué te masturbas? Y él, como diciendo ¿Tú has nacido ayer o qué? me espetó Primero porque luego se me pasa y porque si no me la casco yo, no me la casca nadie. Tras esa declaración até cabos. De mis conversaciones con mis amistades también sé que lo de hacerle pajas al prójimo está un tanto pasado de moda, al menos si ya ha perdido usted la virginidad y ya no tiene quince años. Cuando hablo con mis amigas y amigos homosexuales sobre estos menesteres calentorros, ellos y ellas señalan con unanimidad que pasan de hacer pajas, que las pajas dan mucha pereza y cansan, que la mano después de un rato afanoso de dale que te pego, toma que te doy duele, y que ya metidas en faena, pues mejor una mamada, chica. Estoy de acuerdo.

Pero la paja propia, esa que se casca uno mismo, eso ya es otra cosa. La paja es un refugio de lo más intimo en el que uno encuentra un remanso de paz entre tanta excitación, el sosiego más reconfortante entre esa eclosión que está apuntito de estallar. Puede que cuando uno siente que está medio moribundo, le da por hacerse una paja y este acto de amor propio donde los haya le devuelve nuevamente a la vida. Y renace, vuelve a reverdecer. La paja, digo yo, es un vaivén de sensaciones y sobre esto del onanismo y de lo que a uno le pone y cómo le pone, no hay nada escrito. Vamos, que cada uno piensa en lo suyo. Unos vuelan o acaso atraviesan océanos, mientras que para otros es un chute, y al consumarse respiran aliviados porque se sienten en casa. En lo que concierne a la logística de la operación pajillera, las pajas pueden ejecutarse, imagino yo, en cualquier lugar que lamente humana sea capaz de elocubrar. Películas aparte, los enclaves tradicionalmente destinados a casacársela suelen ser la ducha (como hace a diario el doblemente loser de Lester), tumbados boca arriba en la cama, pensando en otra (infinitamente más joven) y con la mujer al lado pensando ¿Pero qué haces cabrón?…

Encerrados en el cuarto de baño mientras el pajillero se alivia el pene sobre el inodoro, por aquello de no ensuciar…

Entre rejas…

Lo que pasa por la  mente de cada uno mientras se pajea es un inmenso abanico de posibilidades. Algunos olisquean alguna prenda íntima y sucia, mientras unos fijan su mirada en esos esculturales cuerpos desnudos que inundan las revistas porno.

Otros tiran de imaginación y de recuerdos…

Y usted ¿En qué piensa cuando se hace una paja?

Si se ha levantado con el pie izquierdo y ha tenido un mal día, quizás todo se solucione con una buena paja. O no. Por probar…

Que follen mucho y mejor.

¿Qué rasgos atraen más a hombres y mujeres? By Shakn

Querid@s,

Shakn es una dating app española que surge con la idea de conocer personas “reales” y “afínes”, poniendo al servicio del usuario herramientas para ver cómo es la otra persona realmente y no malgastar tiempo e ilusiones con perfiles falsos o usuarios incompatibles con los que apenas habrá tertulia o intereses comunes. Gracias a los “momentos”, funcionalidad innovadora en este tipo de apps, los usuarios comparten su personalidad, además de su música favorita, el último libro leído, fotografías o incluso notitas de voz.

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Esta app tan molona nos desvela los rasgos físicos que más atraen a hombres y mujeres. Y dice así:

Los hombres se sienten atraídos por la boca, el cabello, los ojos, el busto y la piel de la mujer.

La boca: Pocas cosas hay más irresistibles para un hombre que una boca femenina de lo más apetecible, con unos labios carnosos e hidratados (el gloss es mágico para esto, ya lo decía yo). El brillo de los labios se convierte en un arma de seducción letal que atrae a los hombres como la luz a los mosquitos. Esta boca, acompañada de una amplia sonrisa que transmita sinceridad, es una combinación ganadora.

El cabello: A pesar de que existen mujeres muy sexies con melenas cortas, los hombres siguen sintiendo debilidad por una mujer con cabello largo, sedoso y brillante. Respecto al color del cabello, no hay ninguna preferencia, aunque suelen gustar más los colores naturales que las melenas tintadas.

Los ojos: Unos ojos grandes y expresivos atraen más a los hombres que los ojos pequeños. Ellos prefieren los ojos castaños o verdes, asociados a la belleza clásica española.

El busto: Una de las partes más atractivas de la anatomía femenina es el busto. Al contrario de lo que se cree, no se busca que la mujer luzca unos senos excesivamente voluptuosos. De hecho, atraen más los pechos que no son demasiado grandes, pero resultan proporcionados con el resto del cuerpo.

La piel: Una piel luminosa, hidratada y con aspecto saludable resulta irresistible para ellos.

¿Y qué pasa con el cucu del que hemos hablado estos días? ¿En esto no se fijan ni hombres ni mujeres? Me extraña, la verdad. Fíjese en el siguiente vídeo. De todo lo mencionado, no estoy muy seguro de cuales son los atributos que ellos dos no pueden dejar de mirar.

Por su parte, lo que más les gusta a las mujeres de un hombre es la simetría del rostro, la mandíbula, los ojos, la altura y la espalda.

La simetría: Un hombre con un rostro simétrico es lo que más atrae a una mujer. El hecho de tener un rostro simétrico suele estar asociado con un signo de buena salud y genes de calidad.

La mandíbula: Se considera que un hombre es más varonil cuando posee una mandíbula angulosa y cuadrada. Si se asocia a unas mejillas altas y marcadas y unos labios carnosos, se convierte prácticamente en un imán para las mujeres. Eso sí, si se acompaña esta mandíbula con una buena sonrisa que transmita naturalidad y felicidad, se convierte en el pack ideal.

Los ojos: Unos ojos grandes y expresivos atraen mucho, pero lo que marca la diferencia es una mirada sincera y jocosa. Jaja, me río por no llorar. En cuanto al color, los hombres con ojos claros (azules, grises) gustan más a las mujeres que aquellos con ojos oscuros.

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La altura: Los hombres altos suelen atraer más a las mujeres. Esto viene derivado de un sentimiento primario, en el que las mujeres suelen buscar protección en el hombre. Por ello, la mayoría de las mujeres buscan un compañero que sea más alto que ellas. Si para más INRI tiene una altura que les permite llevar tacones de vez en cuando, mejor que mejor.

La espalda: Poseer unas espaldas anchas es un signo de masculinidad y virilidad. Una silueta en forma de V, donde los hombros son más anchos que la cintura, suele considerarse fetén. Una vez más, está asociado también a esa visión tradicional de búsqueda de protección de las mujeres.

A mí lo que más me atrae en un hombre no son los ojos, ni el culo, ni el paquete, ni la cartera. A mí lo que más me gusta en un hombre y que me produce unas irrefrenables e incontrolables ganas de tocar, son las tabletas de chocolate. Además de un corazón que no le quepa en el pecho y muchas ganas de bailar.

¿A usted qué es lo que más le pone del sexo contrario, o del propio?

Que follen mucho y mejor,