Hablar de sexo está genial. No ya por el tema en sí, sino porque ha costado mucho avanzar un poco en este país y que se puedan abordar ciertos temas con normalidad. Que sí, que aún queda mucho por recorrer, que los prejuicios son muchos y siguen pesando, pero poco a poco, y paso a paso, vamos haciendo camino al andar, como diría Machado.
El resultado es que, afortunadamente, cada vez la gente vive el sexo de forma más libre y sana. Es algo que, en el tiempo que llevo con este blog, por ejemplo, he notado en las historias que me cuentan hombres y mujeres, estas últimas de forma especial. Adolescentes, maduritas, sexagenarias… Ellas, quizás por la liberación que supone poder sentirse libre al fin después de siglos de represión, son las que más se lanzan a hablar de sexualidad. O mejor dicho, lo hacen de forma diferente. Ellos van más al grano, y ellas te dan todo tipo de detalles y matices. Es maravilloso hablar de sexo con una mujer que está en pleno proceso de descubrimiento, expansión y autoconocimiento. Encuentro a muchas mujeres dispuestas a replantearse cosas, ideas, conceptos, y a experimentar. Y es que en este país, las mujeres ya no tienen que cargar con el yugo del pecado original; ya no tienen que ser las guardianas de la pureza y eso, francamente, resulta muy liberador.
Sin embargo, hay conversaciones y conversaciones. O lo que es lo mismo, no todo vale. Eso, al menos, es lo que defendía una muy buena amiga este fin de semana, después de tener una desastrosa cena con su novio y la madre de este, a la que fue a conocer esa noche. La mujer, de 70 años y divorciada desde hace 20, se empeñó en hacer partícipe a su recién presentada nuera de los pormenores de su vida sexual. “Tú imagínate, los tres allí sentados a la mesa, y ella escenificando cómo un señor de 80 años al que había conocido esa tarde en un chat se masturbaba ante la pantalla del ordenador”, contaba escandalizada. La señora, por lo visto, no escatimó en gestos y ruidos, sin importarle absolutamente nada que estuviese su hijo delante.
Y eso fue solo el punto de partida. Fue tan prolija y minuciosa en historias varias y detalles que mi amiga, en un momento dado, le dijo que por favor parara, que se sentía muy incómoda y que prefería cambiar de tema de conversación. Ella pareció entenderlo, hasta que su hijo, en un intento por salvar la situación, se puso a hablar de lo mucho que tuvo que estudiar para lograr que su padre le comprara una moto cuando tenía 16 años. “Y una mierda estudiar”, contestó la mujer. “Pues anda que no tuve que hacerle mamadas a tu padre para que te comprara la dichosa moto…”
Pues a eso me refiero. Y ojo, que este ejemplo es una mujer por pura casualidad, pero que igualmente podría tratarse de un hombre. Lo que quiero decir es que es genial hablar de sexo… casi siempre. Que una cosa es la comunicación y la confianza con los hijos, y otras esto. Mi amiga, de hecho, ya está temblando de pensar en la cena de navidad.
Hablar de sexo es complicado, y como esta de moda comunicarse a traves de redes sociales, muchos nos cortamos menos a la hora de describir o comentar temas o situaciones, y «chismorreos».
No se puede imaginar uno la de sorpresas que te llegan a dar las personas, poniendo el ejemplo de una compañera explicandome por whatssap los atributos de otra persona que ni conozco, lo fuerte es que con esa compañera apenas me hablo en persona!!!
http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/2014/09/julia-en-la-psicologia-criminal.html
Felices saludos
09 septiembre 2014 | 13:01
Yo de la chica me plantearía cambiar de novio porque meterse en esa familia no debe ser muy sano. Ni tanto ni tan calvo. Por cierto hablando de sexo y de motos ¿qué os parece? Para mi es lo más sexy que he visto en mucho tiempo: http://goo.gl/ZPL4aL Motor y sexo es algo indescriptible
09 septiembre 2014 | 13:04
JUAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSS.Es fenomeno.deberían llevarlo al cine
09 septiembre 2014 | 13:18
La gente será más libre, pero en verdad, salvo los inconscientes cada vez se tiene más miedo con el SIDA, el Ébola y demás enfermedades de transmisión sexual. Así, que nos están robando «la vida» esas enfermedades –algunas de «laboratorio»–. Si los libres son los inconscientes… yo apenas hago sexo, la mayoría de al gente que conozco también se retrotrae… ¡Seamos realistas! Lo que más me gusta es besar, besar, besar… usar mi lengua maravillosa… pero el fluido vaginal puede infectar el VIH, ¿qué hago? No es lo mismo que usar un preservativo femenino… En fin, que en verdad no hay libertad. ¿Es usted libre, seguro? Posiblemente quisiere hacer muchas cosas, que no se atreve. ¡Besos!
09 septiembre 2014 | 13:24
Las madres a veces calladitas están más guapas.
09 septiembre 2014 | 13:56
Válgame señor, menuda historia se ha tenido que tragar la muchacha. Espero que por su bien no recreara mentalmente dichas escenas. Qué martirio!
09 septiembre 2014 | 14:06
Jajajajajjaja q bueno, y q señora tan liberada, el tema es el saber estar siempre, y desde mi punto de vista a esta señora se le fue el pistacho, mogollón.
Hablar d mamadas con un hijo, me parece cruel, pq mira q a mi me gusta el sexo oral, pero solo el pensar q mi hija me cuenta como se zampa un cipote puede resultar repulsivo poco decoroso y una falta de respeto colosal, exactamente igual q si yo se lo cuento a ella, ni mas ni menos.
En una cena, con su hijo y su novia, hombre x diossss q vergüenza, claro q si yo fuese la » nuera» la mujer lo iba a flipar, esa se ruboriza en la mesa pq a sinvergüenza no me gana nadie.
Feliz lunes.
09 septiembre 2014 | 14:21
Totalmente de acuerdo hablar de sexo está genial, casi como practicarlo jejeje
ce285a
http://www.konver.com/es/hp/10-pack-ahorro-hp-laser-ce285a-compatible.html
09 septiembre 2014 | 14:57
Ya si eso feliz martes, hablar d mamadas me despista.
09 septiembre 2014 | 15:04
Sigo pensando que antes que amor , dinero y salud, está la libertatd, la honra de una mujer y el honor de un hombre…….. y clica sobre mi nombre
09 septiembre 2014 | 16:38
Hablar de sexo sin trapujos no es solo bueno para la salud sino tambien para la sociedad y el medio ambiente en general. Ademas hay multitud de temas de sexo como esos grandes desconocidos que son el clitoris o el capullo. Tambien es bueno hablar de las relaciones sexuales despues de tenerlas y de los problemas que crean estas relaciones a veces en el susconciente de las personas
09 septiembre 2014 | 16:55
Esa historia no me la creo, a menos que me venga firmada bajo notario X-D
09 septiembre 2014 | 18:51
Jajajaja que mal momento! hay momentos y momentos para hablar de sexo, mamadas, limpiezas de sable o como se le quiera llamar pero… una cena con la nuera… definitivamente no es el momento! Aggg no me imagino a mi madre, suegra, tía contándome algo así!
09 septiembre 2014 | 18:59
Pues depende: una amiga mía que está divorciada tiene veinte años más que yo, con una hija de dieciocho años, y es bastante más exagerada ella que la chica. Ha empezado a salir con un divorciado hace dos meses, y no se ahorra detalles a la hora de contarme con pelos y señales toooodo lo que ella y su novio hacen y dejan de hacer…yo ya no sé como decirle que no necesito tantos detalles, y doy largas para quedar con ella, a pesar de que la quiero mucho. Siempre me he considerado una persona liberal, pero creo que hasta en eso hay unos límites….
09 septiembre 2014 | 19:19
Si Almodobar, o el torrente(el de nos hacemos una pajillas) hicieran una pelicula, con el tema exactamente igual
que lo relatan aqui, no tengan ninguna duda, que en ese momento el cine se partiria el culo.¿por que nos escandalizamos con un relato que no nos atañe, y nos reimos con una pelicula que tampoco nos atañe.
¿por que en un relato nos imaginamos que podemos ser nosotros, y en una pelicula imaginamos que le pasa a otro.
haber quien sabe algo de esto? que voy pa director, dejarme solo.
10 septiembre 2014 | 00:47
Y aun así, es preferible una historia de sexo a que te cuenten con el mismo lujo de detalles lo lleno que iba el metro esa mañana, las historias de cacas del niño enfermo o la manía que le tienen en la oficina algunos compañeros.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
10 septiembre 2014 | 07:22
«Ellas, quizás por la liberación que supone poder sentirse libre al fin después de siglos de represión, son las que más se lanzan a hablar de sexualidad.»
Me gustaría ver la actividad sexual de esas mujeres de edad tan avanzada… ese «siglos» en plural son muuuchos años.
Y ahora, ironías aparte, me gustaría dejar de leer frases como estas, como si una mujer en particular llevara siglos sin poder hablar de sexo o como si una mujer lo heredara. Cada individuo es cada individuo y vive en la época que le ha tocado vivir. Me dá lo mismo lo que en cuestión de sexo pensaran las mujeres victorianas, no conozco a ninguna que siga con vida 😉
10 septiembre 2014 | 09:33
Hablar de sexo libremente es muestra de una sociedad más madura y respetuosa, pero evidentemente cada cosa tiene su sitio. no se puede hablar de sexo con una monja, pero es maravilloso hablarlo con una persona que vive su sexualidad con plenitud, ya que descubres y aprender muchas cosas gracias a las experiencias ajenas.
10 septiembre 2014 | 12:19