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"Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros"

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Todo es supuestamente falso

Las últimas semanas estan siendo realmente estresantes para todos los españoles que, sometidos a sacrificios sin parangón desde que nos dimos esta democracia, esperabamos que el año empezará con más sosiego político tras el durísimo 2012 en lo económico y la espiral mesiánica de Mas dispuesto a liberar a «su pueblo» llevándolo inexorablemente hacia la incertidumbre total.

Sr. Rajoy en la Moncloa (Fuente: www,lamoncloa.gob.es)

Después del «cierren filas» de Cospedal, yo esperaba que algo cambiara en la actitud de los políticos en este país. Y pensaba sinceramente que el Sr. Rajoy aparecería en rueda de prensa, con turno de preguntas incluido, y diría: «Lo siento. Me he equivocado. No volverá a ocurrir:»

A reglón seguido, podría haber explicado que hasta 2008 sí había prácticas irregulares en la financiación de su partido y que con firmeza impuso el «borrón y cuenta nueva» con la autoridad de la Sra. Cospedal al frente. Luego, diría que desde entonces no ha habido ninguna práctica «corrupta» y que cualquier información contraria es falsa «de toda falsedad», como diría el Sr. Zapatero. Por supuesto, debería anunciar que habría pedido a algunos colaboradores el abandono de las filas del PP, agradeciéndoles los servicios prestados (4, 5 o más). A continuación, anunciar la presentación de varios proyectos de Ley para combatir la corrupción y regular la financiación de los partidos, etc. Finalmente, anunciaría que proximamente presentará las demandas oportunas contra quienes en derecho pudiera corresponder,…Pero claro para hacer esto hay que tenerlos bien puestos y, sobre todo, poseer una seguridad aplastante.

Pero no, negó la mayor y habló en presente para no mentir sobre el pasado. ¡Vaya lío! Ahora muchos miembros del PP, que si aparecen en las listas, seguirán apuntando que es verdad lo suyo. Los que no percibieron nunca nada exigirán explicaciones al Sr. Rajoy y pueden provocar un cisma dentro del partido, y de paso debilitar más la imagen de España en el exterior.

Y todo esto suponiendo que los papeles son ciertos y que nadie ha tendido una trampa mortal a alguien, incluido algun medio.

 

 

Todo depende de como se dicen las cosas

Hoy, con tanto Bárcenas, Cospedal, etc. me siento abrumado por la dificulatd para entender lo que dicen. Y a ello no ayuda para nada el mal uso de las palabras y de la memoria, tan frecuente en los políticos. Los políticos ya no saben ni hablar. Utilizan palabras cuyo significado seguro que no coincide con lo que quieren decir, aunque a lo mejor si con lo que piensan. Y la memoria les traiciona, al decir cosas que contradicen lo que han dicho escasos minutos antes.

Horas después de la rueda de premnsa de la Sra. Cospedal me han enviado un vídeo, que no tiene nada que ver con el dislate de los políticos, pero que en un día como hoy pone una nota romántica y tierna sobre algunos aspectos de la vida, y el correcto uso de las palabras.

VÍDEO: El valor de las palabras

¡Qué alivio!

¿Se imaginan que nadie hubiera prestado dinero a la banca española?

Yo no. Si eso hubiese ocurrido algunas entidades entrarían en «coma» y nadie podría ya «rescatarlas». Para entender bien el asunto, las entidades dañadas tienen 3 problemas principales. El primero es la falta de liquidez, que no de solvencia. El segundo, es el de unos activos valorados muy por encima de lo que el mercado pagaría hoy por ellos. El tercero, unos préstamos y créditos (fundamentalmente a promotores) que difícilmente se van a devolver.

Sin liquidez un banco no puede prestar. Si los activos (ejecutados de préstamos impagados) se siguen valorando a la baja, puede llegar un momento en que dichos activos estén tan despreciados que la solvencia de las entidades también se resquebraje. Si los promotores no pagan sus préstamos, habrá que ejecutarles y, de nuevo, crecerá el número de activos tóxicos.¡ Y vuelta a empezar!

Así que más vale que se les inyecte dinero fresco y puedan liquidar sus activos malos y volver a prestar.

¡A ver si no vuelven a las andadas: a financiar sectores especulativos! De paso espero que se realice una «limpia»  de bancarios chupópteros incapaces de entender la diferencia entre liquidez, solvencia y riesgo.

El problema ahora es el crecimiento

Los Presupuestos Generales del Estado, recien presentados por el Gobierno, son probablemente los que necesita España de cara a cumplir con las exigencias de nuestros socios del Eurogrupo. Y ello es así porque aspiran a que con las medidas de contención del gasto y de mayor exaccion fiscal se logre el tan cacareado 5,3% de deficit público sobre PIB en 2012 y, luego, «solo» quedará dejarlo en el 3% para 2013.

¿Es eso importante para los «mercados»? En parte sí, pues que los políticos y burócratas europeos esten satisfechos es bueno, ya que tranquiliza a los analistas de los bancos que se ocupan de la deuda soberana,  como explicaba en un post anterior.

Pero lo que a los inversores («mercados») de verdad les importa es que se les devuelva lo prestado.

Y en esto, la deuda pública no es el problema, ni la reducción del deficit es la solución. El problema real es la deuda privada que alcanzaba 292% del PIB al finalizar el segundo trimestre de 2011. De ese abultado porcentaje, 134% correspondía a deuda de empresas, 76% a deuda de entidades financieras y 82% a deuda de hogares (personas). Si a esta deuda privada le añadimos la deuda pública (71%), resulta que la deuda total española ascendía al 363% del PIB. ¡Ahí es nada! De las más altas del G-20, por debajo de Japón y Reino Unido (ambas por encima del 500% del PIB), y casi al nivel de la de Francia e Italia (del 346% y 314%, respectivamente).

 

McKinsey Global Institute: Debt and deleveraging: Uneven progress on the path to growth. January 2012

 

Lo que los mercados valoran es la probabilidad de que no se les devuelva lo prestado. El tipo de interés representa el coste del dinero más el margen de beneficio más el riesgo asociado a que no se recupere lo prestado. Cuando sube la prima de riesgo, como ha ocurrido estos días, los inversores están anticipando que a lo mejor no cobran todo lo prestado.

¿Y por qué se dispara la prima de riesgo estos días? ¿Es por los Presupuestos  Generales del Estado? Directamente, no lo creo. Más bien pienso que se debe a que, con estos Presupuestos de ahorro fiscal, el cuadro macroeconómico empeora a corto plazo y no se vislumbra crecimiento económico ni a corto y ni a medio plazo. Y si no hay crecimiento económico (consumo), disminuyen las ventas de las empresas, caen sus beneficios, no contratan [o despiden trabajadores], y tienen dificultades para repagar sus deudas. Y si esto ocurre, el Estado recauda menos impuestos [sobre beneficios empresariales o sobre la renta de las personas físicas] y debe recortar gastos para no generar más déficit público (que debe pedir prestado), y tiene dificultades para justificar que va a poder pagar su deuda [la pública].

Así que los mercados [y yo también] quieren que se les explique ahora como va a crecer la economía a medio plazo, y presionan para que se les diga [y convenza]. Su forma de presionar es subiendo el precio del dinero que están dispuestos a prestar.

Y si mientras se explica cómo vamos a crecer, dirigentes políticos (Sarkozy), burócratas, el PSOE (con muy poca credibilidad ahora) o medios de comunicación afines o desafinados echan más leña al fuego, pues los mercados [los inversores] dudan más y encarecen el precio de su producto: el dinero.

¡Esta es la cuestión, y no lo que explican interesadamente El País o El Mundo!

 

La banca ni vive ni deja vivir

Acabamos 2011 desazorados y empezamos 2012 acongojados.

En España la deuda pública alcanzó el 68,5% del PIB al finalizar 2011, tras crecer un 17,3% desde 2010 (pincha aquí). Es el porcentaje más elevado desde hace 17 años. Pero la verdad es que se trata de un porcentaje bastante aceptable si nos comparamos con otros países del mundo semejantes al nuestro. Sin embargo, lo que indica es una mala tendencia de cara al futuro si no conseguimos reducir el déficit público, que alcanzó el 8,5% del PIB. Esta última cifra es la que más influye en el coste de la deuda, por su efecto sobre la prima de riesgo, además de la esperpéntica cifra de paro.

De ahi la inevitable necesidad de reducir ese déficit. Los «expertos» ahora dicen que el dilema esta en su impacto en el crecimiento. Para mi esa no es la cuestión, pues de lo que se trata es de crear un entorno económico sostenible, que pasa necesariamente por reducir ese déficit y alcanzar una deuda pública asumible a largo plazo. ¡Y si no miren a Grecia! Por lo tanto, lo que a mi preocupa es la naturaleza de ese deficit público. ¿Cuánto procede de gasto estructural y cuánto de gasto corriente? Y me produce pavor pensar que no lo sé, a pesar de que intento estudiarme las cifras públicas, pero este dato no aparece. Me temo que esto se debe a que los datos públicos los manejan los partidos por sus propios intereses y no por los de sus conciudadanos. ¡En fin, lo de siempre!

En cuanto al  crecimiento económico, este vendrá cuando se estabilice el desmadre del gasto público (pincha aquí),  se haya desapalancado la economía y fluya de nuevo el crédito. Efectivamente, nuestro principal problema es la deuda total del sistema, que alcanzó en 2011 casi el 350% del PIB, porcentaje que solo superan Reino Unido y Japón. Y esto es lo que hay que reducir. Y quien tiene esta deuda tan fenomenal, aparte del Estado (68,5%), pues el sector privado: bancos, particulares y empresas. Si a esto le añadimos que la mayor parte es de bancos y que estos tienen activos tóxicos (créditos y préstamos impagados o impagables), pues entendemos que en España el gran problema esta en la banca: ¡Que no presta, que ni vive ni deja vivir!

El Banco Central Europeo ha empezado a ayudar al sistema prestando a las entidades cantidades ingentes al 1% de interés, para refinanciarse y para financien a sus Estados al 4,5% de interés. Con lo primero mejoran sus balances y con lo segundo sus cuentas de resultados y, por lo tanto, su patrimonio. Pero para muchos esto no basta y tienen que fusionarse para garantizar su solvencia.

Asi que: ¿Vamos por buen camino? Teóricamente si, y en la práctica no lo sé. Si el sistema no se racionaliza mediante fusiones, tendremos una banca «zombie» que seguirá sin vivir no dejandonos vivir. Pero si lo hacen, empezaremos a ver los frutos del desapalancamiento. El dinero fluirá a empresas y particulares, aumentará la inversión y el consumo, y creceremos.

Pero todo radica ahora en la velocidad de reacción del sistema financiero y que los señoritos de la banca hagan sus deberes. Pero eso en España la banca es una cuestión política. ¡Así que no sé!

¡Para que haya brotes, antes hay que regar!

En mi anterior post intentaba explicar por qué ha tomado Rajoy las primeras medidas que tomó. Sin embargo, no ha querido contestar a mi pregunta final.

Recortad el deficit no es incompatible con fomentar medidas de apoyo al crecimiento, aunque la Sra. Merkel se empeñe en la contrario y aspire a dominar los países periféricos del sur mediante la intervención fiscal. Al menos, en esto hemos salido ganando pues en el siglo XX los alemanes se empeñaban en conquistarnos mediante la fuerza bruta. Las reformas estructurales seguro que nos vendrán bien, aunque es imperativo asegurarse que las empresas, sobre todo las grandes que tienen caja, no utilizarán la reforma laboral para sustituir mano de obra «cara de despedir» por más barata de cara al futuro.

Pero esto no es lo importante, lo importante es generar un impulso para que crezca de nuevo nuestro PIB. ¿Es difícil? Creo que no, aunque exige dedicación y visión. De lo primero no le falta al Gobierno. De lo segundo no estoy tan seguro, pero ahí van algunas ideas, por si le sirve.

El PIB tiene varios componentes: demanda privada, demanda pública, formación bruta de capital fijo y balanza comercial.

– La demanda privada no aumentará hasta que aumenten los ingresos de las familias, pero sobre todo hasta que no se restaure la confianza eliminando incertidumbres.

– La demanda pública: mejor que no se incremente, ya que hemos visto lo despilfarradores que son los gobiernos autonómicos y del Estado, del PSOE y del PP. Ahora hemos tocado a rebato, y se trata de apagar el incendio del deficit público.

– La formación bruta de capital fijo suele ser más una consecuencia de la reanimación de la actividad, que una forma de relanzar la economía. Es deseable, esta vez, que la construcción de viviendas no se desmande como lo ha hecho en el anterior ‘boom’. Pero también es necesario que el sector bancario se ajuste todo lo necesario, con el reconocimeinto de pérdidas en sus balances y las consecuentes fusiones, para que finalmente se encaucen créditos al sector productivo.

– Nos queda, por lo tanto, la balanza comercial. Las exportaciones han sido las que nos han permitido salir del agujero de la crisis en 2010, aunque ahora crecen de forma modesta. Y somos un país extraordinariamente potente en este campo y muy competente. Solo nos queda ser algo más competitivos. Somos grandes productores hortofrutícolas, tenemos una industria de turismo de las más potentes del mundo, y somos también muy buenos en manufacturas no químicas, industria de las energías renovables, etc. Se trata pues de fomentar estas industrias en el exterior.

Fomentar la marca «España» es una buena iniciativa. Promover las exportaciones con las actividades del ICEX, de nuestras embajadas y servicios comerciales por el mundo, volver a pre-financiar exportaciones, fomentar el I&D&i de empresas exportadoras, etc… ¡Pero, claro, sin hacer trampas! No son las empresas del Ibex 35 solo a las que hay que apoyar, que también, sino a las Pymes. No se trata de que para cada acción haya que convocar a los de siempre, para que salgan en la foto y se queden contentos. No se trata, en fin, de lo de siempre para los de siempre. De lo que se trata es de ayudar, animar y empujar hacia adelante lo mejor que tenemos que son los emprendedores españoles que saben perfectamente lo que hay que hacer, pues lo han hecho muchas veces y saben más que nadie.

Ahora bien, si seguimos preocupandonos solo por las cajas de ahorros, los 4 bancos de turno y las 5 constructoras que han ayudado al dislate que vivimos, estaremos usando de bomberos a los pirómanos. ¡Y no es eso lo que necesitamos!

En realidad estamos rescatando a bancarios, empresarios y políticos

No sé si alguien se esta encargando de recoger bien lo que esta ocurriendo, no desde el punto de vista informativo de lo que ocurre sino desde la perspectiva de lo que no es noticia porque no ocurre.

Llevamos ya unos durísimos años en los que todos, el que más y la que menos, nos estamos apretando el cinturón. Mientras, y con nuestro dinero o con nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos, se salvan bancos y otras empresas así como países enteros. Pero no, no nos engañemos, lo que en realidad estamos salvando también es a banqueros o bancarios, empresarios y políticos de esos bancos, empresas y países. Y, la mayoría de estos, siguen tan campantes, tan dignos y con cara de ser victimas de algo cuyo origen les ha venido impuesto o desconocen.

Pues no, no es así. La gran mayoria es directamente culpable por acción, omisión o pensamiento.

Veamos los banqueros (casi todos bancarios, pero bueno). Ellos decidieron libremente atorgar créditos y préstamos hipotecarios a los solicitantes. Es más, empujaron a millones de familias a comprarse una segunda casa, hipotecando la primera también. Dieron préstamos y créditos a promotores con la garantía del suelo (en muchos casos rústico), que ahora no valen ni para rústico. Para colmo, «enlataron» esos préstamos y créditos potencialmente morosos con otros créditos o préstamos AAA y se los «colocaron» a otros bancos o a inversores finales, como si el conjunto fuera solvente. ¡Y no lo ha sido! Pero, ni a Vd. ni a mi nos preguntaron qué nos parecían esos riesgos. Y sin embargo, les rescatamos ahora directa o indirectamente. Y los bancarios al frente, siguen y cobrando sueldos millonarios en $ o €, al igual que los miembros de sus consejos de administración. A cualquiera de nosotros, por menos de eso nos echarían y con un bonus, ¡pero en el culo! ¿Por qué no actuan los gobiernos, bancos centrales o fiscalías contra ellos? ¿Porqué, de paso, estamos también rescatando a sus accionistas?

Los empresarios. Algunos (bastantes del sector inmobiliario en nuestro país), en la época de dinero fácil, tomaron a crédito dinero para comprar acciones de las sociedades que dirigían. Despues endeudaron a las propias compañías para pagar dividendos, que también les llegaban a ellos para acumular y/o seguir comprando más acciones, y así sucesivamente: ¡al rico dividendo y la sociedad ahora hecha unos zorros!

¿Y los políticos qué? Pues acumulando deuda soberana, incrementando el deficit y el número de autopistas, los AVEs, aeropuertos, etc. Y, también, utilizando a los dos anteriores para inyectar ánimo y alegría ($ o €), financiar obras públicas y fomentar el crecimiento de la «riqueza» (inmobiliaria en España y mobiliaria en otros países) de los cuatro horteras de turno. Y, lo mismo, aferrados a los cargos y viendo cómo ganar las próximas elecciones, mientras incluso algunos se rien del mundo haciendo el «bunga-bunga».

Señoras y señores, un poco de decencia y más dignidad. Reconozcan sus errores, marchénse a casa, no cobren sumas millonarias por hacerlo y den paso a otros con nuevas ideas y más escrúpulos. ¡Los hay, creanme!

Y, a los que vengan, regulen la actividad de los que son rescatados. Gracias.

No hay Política en «la Zona Euro», solo economía.

Me causa estupor tanto comprobar que cada día se habla casi únicamente de Economía y casi nada de Política, como que nos referimos a la Zona Euro cuando debierámos decir Europa. Y cuando hablamos de Economía nos referimos al PIB, la Política se refiere al empleo y al desempleo, la Zona Euro a la deuda soberana en los PIGS y al BCE, y Europa era un proyecto, que por el momento se aparca.

Y entiendo que sea así. La mayoría de los políticos que tenemos piensan en ser (re)elegidos para gobernar, de la forma que explican en sus programas electorales cortoplacistas y no con grandes ideas sobre el futuro a largo (y muy) plazo. Gobernar, en el sentido de gestionar o mandar, es una tarea sin duda necesaria, pero más importane es gobernar en el sentido de dirigir, de guiar a una nación mirando al futuro de forma sostenible, anticipándose en las materias realmente críticas a largo plazo, que son: la educación, la sanidad y la cultura, es decir los cimientos para la libertad y la justicia democráticas, que conformarán el modelo de sociedad que queremos para nuestros descendientes.

Esta confusión entre medios y fines, entre la política la de las pequeñas cosas (complejas a veces, sin duda) y la de la visión a largo plazo, ha llevado a Europa, a que se hable de ella como «la Zona Euro», como un espacio económico común a unos cuantos paises, donde la clave es su moneda y las transacciones entre ellos. Y no, el Euro es un instrumento más en la construcción de la Europa que vislumbraron sus fundadores: Adenauer, Gasperi,  Schuman y Monnet.

Europa es un proyecto político que no acaba de consolidarse por la incapacidad de los gobernantes de dirigir adecuadamente y su habilidad para seguir confundiendo los términos. Y dentro de Europa, el BCE es una institución que ha de velar por que exista una política monetaria común. Y hoy, parece que se arroga el papel de presidencia de facto de la UE. ¡Qué horror y qué pena!

Necesitamos urgentemente politicos con visión, que los hay, que tomen las riendas y lideren un proyecto político de unión verdadera, pues si no Europa no tiene futuro, y poco sus países miembros.

La confianza de las personas y de los mercados solo se conseguirá de forma sostenida cuando los políticos, o algún líder, nos expliquen qué van a hacer, cómo lo van a hacer y, sobre todo, por qué y para qué lo hacen una vez lo hayan puesto en marcha. Hoy solo nos anuncian que suben un impuesto, prestan miles de millones de euros a unos bancos, reducen el deficit, disminuyendo la esperanza y cambian unas leyes mediante decreto o porque sí. Y, al día siguiente, lo mismo: nada.

Como dice una sacerdote amigo: «¡Sin ideas, solo hay piedras«! Esta expresión recoge muy bien lo que ha ocurrido en el mundo y España durante los años del «boom».

 

¡No salió el iPhone 5, claro!

Los de Apple en Cupertino, sea Steve Jobs o este Tim Cook, no dejan de asombrar al mundo. Han estado generando en las últimas semanas una expectación enorme con el anuncio que, finalmente, no han anunciado: ¡el lanzamiento de iPhone 5! ¿Y, por qué no lo han anunciado? Pues, simplemente, porque son listos. Las razones, entre otras, son:

– Desde hace unos meses, Android le esta ganado cuota de mercado de forma continuada en USA. ¡Es Google!

– Blackberry (RIM) estaba siendo objeto de declaraciones interesadas sobre si entraba un gran inversor y apostaba por el Playbook (tablet)

– Amazon acaba de anunciar el lanzamiento del Kindle Fire (casi suena también a 5 – «five») a un precio por debajo del de coste, dicen.

– Además, el iPhone 5 funciona con redes 4G, y no hay despliegue (cobertura) disponible por ahora.

– El iPhone 4S, que sí han anunciado, contiene todo lo del iPhone 5 (excepto el 4G): el chip dual-core A5 extra rápido (x2) y con una resolución gráfica impresionante; una nueva cámara fotográfica (8 mega píxeles); vídeo con grabación full HD 1080; y «Siri», un asistente de voz que permite dar instrucciones de voz al smartphone; y, además, trae el nuevo sistema operativo iOS5. Solo le falta hacer la casa y planchar.

 

Pero, lo han hecho bien, bajan precios, aumentan las prestaciones y permiten que se siga vendiendo el iPhone 4S antes de lanzar el 5. Si lo lanzaran, los primeros compradores serían los actuales propietarios del 4. Prefieren que, con todas estas mejoras y la venta en promoción con el operador Sprint en USA, se vendan más unidades y preparar así el terreno para el lanzamiento del iPhone 5, cuando haya red 4G. Además, lanzar un producto caro, ahora, con la que está cayendo no sería muy afortunado comercialmente.

Es una empresa cotizada, la segunda de mayor capitalización bursatil del NYSE, y saben lo que se traen entre manos. Prefieren ir al «tran-tran», y avasallar a los competidores. Cuando puedan lo lanzarán, y seguirán manteniendo esa impresionante cuota de ventas del 50% con el iPhone. La acción cayó dramáticamente ayer al conocerse el «no-anuncio», luego subió ayudado por Bernanke, y ahora en el cielo esta el límite si les acompaña -una vez más- la suerte.

Google, RIM y Amazon no lo tienen fácil. Empieza la guerra de precios y la comparación de prestaciones. Un fabricante de hardware ingenioso contra un buscador potente, un mago de la comunicación empresarial que fabrica BBerries y un monstruo de las ventas online.

¿Se imaginan, por un momento, que se fusionasen las 4?

¡Si así fuera, apaga y vamonos!

¡Europa no es el problema, es la solución!

A medida que pasan los años, los meses, las semanas, los días y las horas de esta larga crisis, afortunadamente, la profecía no se cumple. Ni América, ni Grecia, ni Irlanda, ni Portugal, ni Italia, ni España han quebrado. ¿Y por qué? Pues simplemente porque no es posible. Y no es posible, porque ello supondría la quiebra de toda Europa, incluida la propia Alemania que siempre parece inmune.

Creo que Alemania, y sus políticos, olvidan últimamente qué es Europa desde el punto de vista macroeconómico. Si observamos la Tabla A, veremos que la Unión Europea de los 27 representa el 29,3% del PIB mundial medio de los últimos 5 años (2006-2010), igualando en peso a los Estados Unidos de América (29,5%), y todavía por encima de Asia (23,4%), que incluye a China y Japón. Así, la UE es una potencia económica que, en estos delicados momentos de crisis, se muestra como una región atemorizada por la atávica memoria de algunos nacionalismos, sobre todo en Alemania, que viven con angustia épocas del pasado que no han superado. Mientras, Estados Unidos emplea todos los mecanismos a su alcance para reducir sus problemas, incluido el paro, como lo haría cualquier región que conforma un Estado.

Los alemanes consideran nuestro paro, nuestro, y el PIB de la UE, suyo. Si no quieren asumir lo que significa formar parte de la Unión Europea, ¡que se vayan!; somos más los que nos queremos quedar (26). Además, habiendo incumplido 14 veces el Pacto por la Estabilidad y Crecimiento (PEC), les podríamos haber echado.

Pero lo que los políticos alemanes, la Merkel y sus ciudadanos partidarios, no han calculado es qué sería Alemania si no estuvieran en la UE y no se beneficiaran de sus beneficiosos instrumentos institucionales: Euro, Mercado Interior, Schengen, BCE, etc. Pues nada, un país con un PIB majo, pero sin apenas importancia relativa frente a las potencias con las que desea codearse en el mundo.

En la Tabla B, se recogen los datos de la Tabla A segregando Alemania y China. Así, vemos que el peso relativo de Alemania, en ese supuesto, sería de apenas el 6% del PIB mundial, como China hoy, pero sin su potencial de crecimiento. Sé muy bien que este cálculo no es muy académico, o nada académico, pues no tiene en cuenta que la contribución de Alemania al PIB de la UE es importante desde muchos otros puntos de vista económicos, sociales, etc. Pero aun así, y a efectos didácticos, creo que se entiende bien lo que quiero decir, ¿o no?

Estamos mirando aterrorizados a Grecia, que tan solo representa el 1.6% del PIB de la UE-27 y el 0,48% del PIB mundial, cuando su no-rescate podría poner en peligro el 29,3% que representa la UE, logrado desde el inicio de la construcción de Europa. ¡Estos alemanes y la Merkel están locos!

Últimamente los nacionalistas europeos, y algunos ignorantes más de ese claibre, discuten asuntos rídiculos sobre si se pueden emitir eurobonos, o no, sobre si el BCE lo puede hacer, o no, etc. El Tratado de la Unión contiene todos los mecanismos para que eso sea posible. Así, entre otros, el artículo 105.1 dice:

«El objetivo principal del SEBC [Banco Central Europeo] será mantener la estabilidad de precios. Sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas económicas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2.«

Se refiere a esas «políticas económicas generales de la Comunidad «necesarias, también y sobre todo, para salir de esta situación absurda pero peligrosa.

Además, hay que recordar que el Tratado de la Unión, en su art. 2, dice también:

«La Comunidad tendrá por misión promover, mediante el establecimiento de un mercado común y de una unión económica y monetaria y mediante la realización de las políticas o acciones comunes contempladas en los artículos 3 y 3 A, un desarrollo armonioso y equilibrado de las actividades económicas en el conjunto de la Comunidad, un crecimiento sostenible y no inflacionista que respete el medio ambiente, un alto grado de convergencia de los resultados económicos, un alto nivel de empleo y de protección social, la elevación del nivel y de la calidad de vida, la cohesión económica y social y la solidaridad entre los Estados miembros

Es decir, que «un desarrollo sostenible, un alto nivel de empleo, la cohesión económica y social», desde luego, no se logran sin «la solidaridad entre los estados miembros» a la que se refiere el Tratado, y que hoy brilla por su ausencia.

Con que sus señorías, los europarlamentarios y los parlamentarios de cada nación europea, se leyerán el Tratado con interés (muchos por primera vez), se lo tomasen en serio y actuásen con el espíritu que animó su construcción en 1957 con el Tratado de Roma, tendríamos mucho ganado y a lo mejor una actitud más proactiva y positiv apor parte de todos, que nos alentase a recuperar la confianza perdida (incluso a los «mercados«, esa «bicha«)

Eso sí, mientras tanto: hablan, hacen declaraciones peligrosas, reparten bazofia demagógica, cobran un «pastizal» y no hacen nada más que amendrentar a todos los que en Europa trabajamos por un mundo mejor para nuestros hijos e hijas, que sí son o querrán ser Europeos.