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"Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros"

Apoteosis con Orfeo ed Euridice en el Castillo de Peralada

Asistir a una opéra en un festival tan señero como el del Castillo de Peralada es una enorme suerte, pero hacerlo para asistir a una ópera clásica de la calidad del Euridice ed Orfeo de C.W. Gluck (1714-1787) es un privilegio, si la puesta en escena corre a cargo de un artista de la talla de Carlos Padrissa, director escénico.

 

(Foto: Andreas Knapp)

 

El viernes 29 de julio pasado se produjo un fenómeno de esos que dan gusto en el arte. Es una de esas ocasiones donde se da una vuelta de tuerca al pasado y al presente, y con talento se intenta vislumbrar lo que puede seguir dando de sí la representación operística en el mundo anticipándose, marcando el camino. En un mundo donde los jóvenes ya casi no leen, donde las nuevas tecnologías imperan y cambian los modos de vivir, también inexorablemente hay que ir atreviéndose a cambiar las cosas del arte, incluida la ópera. El público del mañana son los jóvenes de hoy. Y es esta transición hacia el futuro lo que consigue esta producción de La Fura dels Baus, el Cor de Cambra del Palau de la Musica Catalana y la orquesta bandArt, todos de la mano de Carlos Padrissa.

Algunos críticos se han llevado las manos a la cabeza. ¡Qué bien, aunque respetables están obsoletos! Pero afortunadamente ya no serán críticos cuando los jóvenes de hoy asistan a las óperas del mañana. A Gluck le hubiera gustado con toda seguridad más esta representación, que cualquiera de las que se han representado hasta hoy, al modo clásico. No ha podido dejar indiferente a nadie que tenga sensibilidad.

La voz clara, fuerte, timbrada y límpida de la mezzo-soprano Anita Rachvelishvili (Orfeo), potente y expresiva, y de la soprano sensual y carnosa, Maite Alberola (Eurídice), han brillado con luz propia en una noche templada y en uno de los lugares más bellos del Alt Ampurdà. Amor aparecío volando, desde los nidos de cigüeña del parque del castillo, por encima de un público ensimismado, pensando (en su mayoría) en la marca de la chaqueta de la de al lado y en el cava amb pernil i pa de vidre amb tomàquet que vendría después. Auxiliadora Toledano cantó con seguridad el playback, dejando el mérito acrobático a la actriz suspendida. El aria Che farò senza Euridice dejó clavada a la audiencia. La orquesta bandArt bajo la dirección del sabio y apasionado arco de su Concertino, Gordan Nikolic, brilló con luz propia, entregada en cuerpo y alma a que la obra fuera viva, distinta, integrándose en cada escena. Los músicos, apostados en unas trampillas abiertas sobre el escenario en pendiente, danzaron en pantomima y se incorporaron de lleno al espectáculo, sin desatender la obra musical que interpretaron con gran precisión y empaste con la interpretación vocal. El coro, dirigido por el entrañable Jordi Casas, también se entregó a la plástica de la obra y dignificó de nuevo la obra de este clásico del XVIII.

 

(Foto: Andreas Knapp)

 

Que Orfeo fuera interpretado por una mujer no es motivo de escándalo, pues la voz es más apropiada en esta obra que fue estructurada para que cantará un ‘castrat‘. De hecho, la contralto Kathleen Ferrier se considera la mejor Orfeo del XIX (1953), a pesar de estar apagándose por un cáncer. En cualquier caso, si fue escándalo: ¡mejor! El escándalo, siempre acompañado del buen gusto, contribuye a la necesaria ruptura, al progreso del arte. El atrezzo era original y feo quizás, pero en ello estaba la gracia. Se trataba de huir del estereotipo contemporáneo de lo bello, sensual, sexual o de anuncio de desodorante. El mito transcurre dentro de una trama trágica y tenebrosa, donde la belleza esta en el discurso, en el canto y en el espiritu, no en el cuerpo ni en el objeto amado y menos en la vestimenta.

La escena en rampa, se ofrecía al público sin trampas, expuesta a los errores y defectos que solo los malintencionados y prejuiciosos pudieron adivinar, que no ver. La proyección del vídeo sobre el fondo del escenario fue precisa, moderna, adecuada y provocativa, de modo que no defraudó a los detractores de Carlos Padrissa y la Fura dels Baus, y agradó a sus fans. No se trata solo de ser original, sino además de saberlo hacer con seriedad. El genio creativo es el ámbito de Padrissa y el calvario de sus críticos, pues queriendo interpretar lo que hace no consiguen entenderle a veces. Muy criticados han sido los vídeos de capiteles y fustas románicos, y los que recreaban los horrores del nazismo, al no corresponderse -dicen los críticos- con la época del mito de Orfeo en la Grecia clásica. ¿No es acaso el arte extemporáneo y los mitos, como el de Orfeo, de una vigencia siempre chocante? El arte esta al servicio de los ideales, de la belleza, del pensamiento profundo y de la superficial alegría de vivir (joie de vivre). Pretender encorsetarlo, es una osadía que no debemos permitir. El pensamiento, como el arte, no es único.

Con esta obra, se nota que Padrissa no le debe nada a los críticos, a quienes no gusta, pues también tiene fans. A aquellos los atormenta en su propia incomprensión, en su incapacidad para seguirle.

En fin, un marco grandioso para una obra extraordinariamente representada para un público en general extravagante, aburguesado, indolente y frío, que aplaudío largo tiempo pero sin pasión. Si todos los espectadores hubiesen aplaudido desaforadamente me hubieran defraudado, pues lo rompedor solo debe sorprender a unos pocos que promuevan el cambio. Yo disfruté tanto como los miembros de bandArt, de la Fura dels Baus, del Coro de la Cámara del Palau de la Música Catalana y de Carlos Padrissa. Y también me imaginé como estaría disfrutando Gluck, siempre serio pero tremendamente expresivo.

¡Bravo!

(Foto: Andreas Knapp)

4 comentarios

  1. Dice ser Yankee

    ¡Buena crítica, si señor!

    01 agosto 2011 | 16:19

  2. Dice ser Vicente

    Así me gustan las críticas, posicionadas, contando lo que pasó en el escenario y fuera, y colocando en su sitio del cronograma lo que la obra representa. Los músicos integrados en la representación: ¡qué orquesta BandArt! ¡qué banda más maravillosa!

    01 agosto 2011 | 17:25

  3. Dice ser apoteosis humana

    https://www.youtube.com/watch?v=FCfZ8A6bJms&feature=player_embedded
    Apoteosis humana natural libre.
    Esto se censura, es malo, es indigno… para los mente cuadrada. Incluso en Youtube han censurado otro similar…. Dice mucho del amor a la naturaleza, al ser humano… de esta sociedad qeu se llama ecológica, natural, libre y… avanzada.

    01 agosto 2011 | 18:51

  4. Dice ser Lais

    Pide a la ministra Leire Pajin que escuche a las trabajadoras del sexo.

    Por sus derechos civiles.

    Para combatir con eficacia la trata.

    http://actuable.es/peticiones/pide-la-ministra-leire-pajin-escuche-las-trabajadoras-2

    01 agosto 2011 | 20:36

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