Entradas etiquetadas como ‘saturación’

¿Es necesario tener un pulsioxímetro en casa para los niños?

Pulsioximetro

Fuente: Dos Pediatras en Casa G.O

Últimamente algunos padres nos comentan que se han comprado un pulsioxímetro para tenerlo en casa para poder medir la saturación de oxígeno de sus hijos. Muchas veces esto se traduce en consultas a Urgencias cuando, en el contexto de un catarro, mocos y toses o un caso de broncoespasmo, el aparatito en cuestión se pone a pitar y parece que al niño le pasa algo.

Es cierto que la saturación de oxígeno es una medida indirecta de la cantidad de oxígeno que tenemos en sangre y, por ende, de cómo funciona nuestros sistema respiratorio (pulmones y corazón).

Lee el resto de la entrada »

¿Qué es la saturación de oxigeno?

Quien más, quien menos, todos hemos acudido a Urgencias alguna vez y a nuestros hijos les habrán puesto una cosa en el dedo de la mano con una lucecita roja para conocer la saturación de oxigeno. Esta medida sirve para conocer si un paciente está recibiendo oxígeno de forma adecuada en sangre y por ello, los pediatras, la utilizamos también en nuestros pacientes, sobre todo en aquellos con procesos respiratorios como las bronquiolitis o las neumonías.

De hecho, muchos padres nos suelen decir frases como «Ya me quedo tranquilo porque veo que la saturación está en 100%» o «Me he venido a Urgencias para que le veáis porque en casa la saturación marcaba 92%». Sin embargo, la saturación de oxigeno es una medida más en el todo que supone un paciente pediátrico y debe ser valorada con cautela por un profesional sanitario, ya que de forma aislada no suele tener mucho valor.

En este post te contamos qué es la saturación de oxígeno y para qué sirve su medida para que puedas entender de que va la cosa cuando se la midan a tu hijo y algún pediatra te hable de ella.

El oxígeno de la sangre y cómo se mide

La función del aparato respiratorio del cuerpo humano es enviar oxigeno suficiente a los tejidos para que puedan realizar de forma adecuada las diferentes tareas para las que están diseñados, por ejemplo, al intestino para hacer la digestión o a los músculos para poder contraerse y mover el cuerpo.

Este aparato respiratorio está compuesto por todos los órganos que intervienen en el transporte del oxigeno a los tejidos y básicamente son las vías respiratorias y los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos y la sangre. Esta última, la sangre, contiene a los glóbulos rojos, células del organismo encargadas de transportar el oxígeno a los tejido a través de la hemoglobina.

El trabajo de todo el aparato respiratorio es fundamental para que el organismo funcione de manera adecuada. La medición del oxígeno en sangre nos puede dar una idea de cómo funciona el aparato respiratorio en muchas enfermedades.

La medición de los niveles de oxígeno en sangre se puede hacer a través de varios métodos, muchos de ellos «invasivos» que requieren de una muestra de sangre para poder determinar esos niveles a los que nos referimos. Ahí es donde la medición de la saturación de oxígeno ha ganado terreno ya que es un método «no invasivo» muy fácil de utilizar.

¿Qué es la saturación de oxígeno y cómo se mide?

La saturación de oxígeno es la medición que nos informa cómo de cargado esta el glóbulo rojo de oxígeno, es decir, si tras pasar por los pulmones ha sido capaz de captar muchas moléculas de oxigeno o por el contrario lleva pocas. Para que lo entendáis, sería la medida que nos informa de si el maletero de un coche (el glóbulo rojo) lleva muchas maletas (moléculas de oxígeno) o pocas.

La saturación de oxígeno no nos da una medición exacta de cuanto oxígeno hay en sangre ya que lo que estima es cómo de cargados van los glóbulos rojos en total. Sin embargo, muchos estudios han comprobado que la saturación de oxígeno se correlaciona bien con los niveles de oxígeno en sangre por lo que la medición de la saturación nos sirve para estimar la cantidad de oxígeno.

img_4773
Dedo de un niño con un sonda pediátrica de medición de la saturación de oxígeno.

El pulsioxímetro es el aparato que utilizamos para medir la saturación de oxígeno, el cual se compone de dos partes. Por una lado una sonda, que es la parte que se pone en el dedo y efectúa la medición de la saturación, y por otro una pantalla, donde leemos el valor de la saturación. La tecnología que utiliza el pulsioxímetro se basa en la colorimetría. Dependiendo de cuánto oxígeno transporta la sangre, ésta se pone de un color u otro: cuanto más roja, más oxígeno y cuanto más azul, menos oxígeno.

El valor que nos entrega el pulsioxímetro es un porcentaje (%), lo que vendría a representar cómo de lleno está el maletero del esos coches a los que nos referíamos, es decir como de cargados de oxígeno circulan los glóbulos rojos en la sangre. Ese porcentaje se correlaciona muy bien con los niveles de oxígeno total en sangre y de ahí que digamos que es un método «no invasivo» al no necesitar extraer una analítica.

Los valores normales de la saturación de oxígeno varían entre 95 y 99%. Es decir, es tan normal 95 como 99% para decir que la cantidad de oxígeno en sangre es normal. Por debajo de 94% se considera que los niveles de oxígeno son bajos.

img_4835
Monitor del pulsioxímetro. El valor 98 corresponde a la saturación y 105 a la frecuencia cardiaca, ya que este aparato también mide el pulso.

¿Y para qué sirve a los pediatras conocer la saturación de oxígeno de un niño?

Si tenemos en cuenta que conocer la cantidad de oxígeno que hay en sangre nos sirve para conocer en parte cómo funciona el aparato respiratorio de los niños, es evidente que los pediatras empleamos la saturación como una parte más de la valoración respiratoria de un paciente.

De esta manera, la saturación de un niño con una bronquiolitis nos informará de si el niño es capaz de respirar lo suficiente como para mantener un nivel adecuado de oxígeno en sangre. Lo mismo pasa con las neumonías o las laringitis. Sin embargo, la saturación de oxigeno no es imprescindible que sea medida en todas las patologías respiratorias; por ejemplo, en un niño con un catarro o con tos que se encuentra sin dificultad respiratoria y la auscultación es normal, no es imprescindible medir de rutina la saturación de oxígeno porque a todas luces será normal. Por el contrario, en un niño con bronquiolitis y dificultad respiratoria será un dato más a tener en cuenta dentro de la valoración global de la gravedad del paciente.

La saturación de oxígeno no lo es todo

Lo que si que es importante que entendáis es que la saturación de oxígeno es un parámetro más dentro de la valoración respiratoria de un niño. Debemos saber también otros datos como la auscultación, la frecuencia respiratoria, el trabajo respiratorio… ya que todas estas valoraciones completan la visión global de si el niño está respirando bien o no.

En ocasiones atenderemos a un niño con una neumonía y al medir su saturación de oxígeno ésta estará baja (por ejemplo 92%), lo que garantiza el ingreso para administrar oxígeno mientras la infección mejora.

En otras, la saturación de oxígeno será normal pero el paciente mostrará signos de gravedad. Por ejemplo, hay lactantes con bronquiolitis que saturan bien (98-99%) pero que respiran muy deprisa o no pueden comer, esto garantiza su ingreso pese a que el nivel de oxígeno en sangre sea normal.

Con estos ejemplos queremos mostraros cómo la saturación de oxígeno es importante pero no lo es todo y debe valorase en un contexto más amplio que la simplicidad de un numerito en una pantalla.

¿Debería tener un pulsioximetro en casa para medir la saturación a mi hijo?

Hay pacientes crónicos (prematuros, niños con fibrosis quística, cardiópatas, asmáticos con regular o mal control…) en los que pude estar indicado que los padres tengan un pulsioxímetro en casa para medir la saturación y actuar en consecuencia. Pero esto forma parte del tratamiento y los cuidados especiales de estos niños.

En niños sanos, y por niños sanos nos referimos también a aquellos que pueden tener algún episodio ocasional de bronquitis a lo largo del año…, no creemos que esté justificado que tengan un pulsioxímetro en casa. Como decíamos en el punto anterior, la saturación no lo es todo. La valoración en casa de la dificultad respiratoria de un niño debe hacerse vigilando si respira muy rápido u observando si marca mucho las costillas o hunde el cuello (trabajo respiratorio) y no con un pulsióximetro. Que la saturación de oxígeno esté bien no quiere decir que al niño no le cueste respirar y al revés, que esté baja no tiene porque decir que tu hijo esté muy enfermo.

En resumen, los padres no sois médicos y por eso mismo motivo no os enseñamos a mirar los tímpanos de vuestros hijos para ver si tienen una otitis o no os damos un aparato para medir la tensión para que valoréis si esta alta o baja cuando tienen un niño tiene un síncope. Atendiendo a esto y debido a su complejidad, aprender a interpretar un pulsioxímetro no debe ser un objetivo de un padre de un niño sano; por el contrario, aprender a valorar la dificultad respiratoria de vuestros hijos solo mirando como respiran debería ser una prioridad.

Si te ha gustado lo que has leído, hemos publicado un libro con explicaciones sencillas y amenas sobre las cuestiones de salud más importantes de la infancia. Sale a la venta en librerías y puntos de venta habituales el 13 de enero de 2021. Podéis adquirió en puntos de venta habituales o a través de los siguientes enlaces:

  • Desde el catálogo de la editorial: LINK.
  • Desde la página web de Amazon: LINK.
  • Desde la página web de La Casa del Libro: LINK.
  • Desde la página web de Todos tus Libros: LINK.
  • Desde la página web de El Corte Inglés: LINK.