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El uso del chupete en la etapa infantil tiene innegables beneficios, como que previene de la muerte súbita del lactante o que ayuda a quien lo usa a autocalmarse, pero también es cierto que su uso, sobre todo prolongado, puede alterar el desarrollo normal de la boca, tanto de la mandíbula como de los dientes.
Teniendo esto en cuenta, y sabiendo que no es obligatorio que un niño utilice el chupete, cabría preguntarse cuándo debemos retirar este objeto que tanto les gusta a nuestros hijos para que las posibles deformidades se puedan corregir de forma sencilla, incluso sin tener que recurrir a carísimos tratamientos.
En este post os explicamos cuáles son las consecuencias del uso prolongado del chupete y a qué edad deberíais plantearos retirarlo. Por último, os dejamos algunos consejos para que cuando llegue ese momento, tanto vosotros como vuestros hijos, lo sobrellevéis de la mejor manera posible.
Mordida abierta, mordida cruzada posterior y paladar estrecho
Cuando un niño succiona un chupete en su boca se ejercen una serie de fuerzas que son capaces de modificar el desarrollo tanto de los huesos de la mandíbula como de la posición de los dientes. Como os podéis imaginar, cuanto más tiempo use un niño el chupete y dependiendo de la intensidad con la que lo succione, más probabilidad de que ese desarrollo anómalo de la boca se produzca. Sin embargo, esas alteraciones no las vamos a ver desde el inicio del uso del chupete, si no que aparecerán muy poco a poco, a veces de forma casi imperceptible, con el paso del tiempo.
Las alteraciones de la formación de la cavidad oral que produce el uso prolongado del chupete son muy variadas, aunque estas tres son las más habituales:
- La mordida abierta: cuando los dientes superiores e inferiores no están alineados de forma vertical de tal forma que cuando el niño cierra la boca queda un espacio en el centro.
- La mordida cruzada posterior: en este caso, el uso del chupete desplaza la lengua hacia abajo de tal forma que el hueso de la mandíbula inferior crece más a lo ancho de lo que debería, lo que acaba provocando que las piezas dentales posteriores inferiores queden por fuera de las superiores cuando el niño ocluye la mandíbula.
- Paladar estrecho: ya que el paladar se adapta mientras crece a la forma del chupete creando una bóveda estrecha.
Además de las consecuencias estéticas, una inadecuada posición los dientes y de los huesos de la mandíbula respecto a la lengua también provoca alteraciones en la pronunciación.
Pero tranquilos, que aunque el uso prolongado del chupete puede dar lugar a todas estas alteraciones, si se retira a tiempo, lo habitual es que todas esas malformaciones desaparezcan por sí solas mientras la boca del niño sigue creciendo. Y por otro lado, hay chupetes que son peores que otros, ya que dependiendo de su forma, algunos tienen mayor capacidad de deformar la mordida, pero de eso ya os hablamos en otro post hace unas semanas.
¿Hasta cuándo hay tiempo para retirar el chupete?
Los odontopediatras más puristas responderían a esta pregunta con un sencillo «lo antes posible», y no les falta parte de razón. Al fin y al cabo, los beneficios del chupete, sobre todo a la hora de que ayude a los niños a relajarse y calmarse, los podemos observar durante los primeros meses de vida. Es cierto que la succión no nutritiva (cuando succionamos sin intención de comer) hace que los bebés segreguen endorfinas que inducen un estado de relajación en el bebé, pero con el paso de los meses, esa succión se convierte más en un hábito aprendido para calmarse que un reflejo fisiológico. En este sentido, parece razonable que ofrezcamos a nuestros hijos otras herramientas para que autogestionen sus enfados sin que la succión esté siempre de por medio, ya que sabemos que si esta es muy intensa y prolongada en el tiempo aparecerán las alteraciones bucales que hemos mencionado.
Por fortuna, si retiramos el chupete a nuestros hijos antes de los tres años, las posibles deformidades que se hayan podido generar, poco a poco irán desapareciendo hasta que la boca se coloque en una posición normal. De todas formas, cuanto más tarde se quite el chupete, más tiempo llevará que esto ocurra, incluso si esas alteraciones eran muy llamativas puede que más adelante se necesite el empleo de ortodoncia para corregirlas.
Por eso, en nuestra opinión, hacia los dos años es un buen momento para que os planteéis retirar el chupete a vuestros hijos. Por un lado, porque a esa edad todavía no suelen haber aparecido deformidades, y por otro, porque en el caso de que estén ya presentes todavía no tendrán una intensidad tan grande como si esperamos a los cuatro o cinco años. Además, cuanto mayor sea la edad del niño a la hora de retirar el chupete, más difícil le será que lo acepte, ya que su uso lo tendrá mucho más interiorizado como una rutina.
Por último, también tememos que tener en cuenta cuánto y con qué intensidad usa el niño el chupete, ya que no va a ser lo mismo un niño que lo tiene todo el día en la boca que aquél que solo lo usa unos minutos para quedarse dormido por la noche. En el primero debemos ser más proactivos a la hora de retirarlo, o al menos en disminuir el tiempo que lo usa, mientras que en el segundo caso podemos ser algo más permisivos.
Algunos tips para retirar el chupete…
Decirle a un niño que ha llegado el momento de que deje de usar chupete nunca va a ser fácil. Para él, sobre todo si ya tiene cierta edad, le va a parecer lo peor del mundo, ya que suelen tener por este objeto un amor incondicional. Como norma general, cuánto antes os pongáis a esta ardua tarea, más fácil os a va a resultar, ya que los niños suelen aceptar mejor los cambios cuanto más pequeños son, como sucede cuando una madre decide destetar a su hijo.
Pero si nos centramos en esos niños de dos o tres años a los que sí o sí les ha llegado la hora de dejar el chupete, hay un montón de herramientas que os pueden resultar útiles. Desde luego, los primeros días el niño llorará y lo volverá a pedir, pero lo habitual es que en un corto periodo de tiempo, quizá en unos días o un par de semanas, se le pase y ya solo se acuerde de ese trozo de plástico de pascuas a ramos.
Por supuesto, debéis adaptar estos consejos a vuestros propios hijos para que la retirada del chupete sea lo más respetuosa posible, aunque también hay que saber que no pasa nada porque lloren pidiendo su tete si lo compensáis con muchos mimos y amor.
Os dejamos aquí una lista con algunas cosas que podéis poner en práctica que solemos recomendar en consulta y que el feedback que nos dan los padres es bueno:
- El hada de los chupetes: puede resultar útil inventarse una historia en la que un hada viene por la noche a recoger los chupetes de los niños mayores a cambio de una recompensa, como si fuera el Ratoncito Pérez, pero con chupetes.
- Meterlos todos en una caja para dárselos a los bebés de la guardería: esta es una de las que más me gusta, ya que el niño participa y se siente mayor, ya que le está dando sus chupetes a los bebés para que no lloren.
- Aprovechar las Navidades: si os coincide por edad, siempre podéis usar la excusa de Papá Noel o los Reyes Magos para que el niño les deje el chupete a cambio de los regalos.
- Un globo de helio: he leído por ahí que otra opción es atar los chupetes a un globo de helio que el niño suelta al aire para que le lleguen a la cigüeña que luego se los dará a otros bebés. Aunque me gusta la idea, no dejo de imaginarme al niño persiguiendo el globo por la calle pidiendo que vuelva.
- «Destruir» el chupete: otra forma para que al niño le deje de gustar el chupete es modificar la tetina para que al succionarlo tenga una sensación extraña. Para ello podéis hacerle unos cortes, coserle algún hilo o hacerle unos agujeros como si un gusano se lo hubiera comido. Quizá esta opción es un poco cruel, pero nuestras madres, ahora abuelas, la han empleado todo la vida.
- Un cuento o una historia: cuando a un niño se le cuenta un cuento imagina ficciones con las que construye su mundo. Una historia sobre otros niños que dejan el chupete puede resultarle de gran ayuda.
- Llevárselo al pediatra para que se lo pueda dar a otros bebés: nuestras puertas siempre están abiertas para que nos den los chupetes a cambio de pegatinas.
Quizá os parezca muy obvio, pero como hacia los dos años, la edad a la que la gran mayoría de los padres deciden retirar el chupete, es una etapa fundamental en la que el niño forja su personalidad. Hacer hincapié en el «ya eres mayor y ha llegado el momento de retirar el chupete» suele ser de gran ayuda, ya que al niño le suele gustar esa sensación de que ya no es un bebé y se le trata como la personita que está empezando a ser.
Lo que quizá deberíais evitar es retirar el chupete en una época importante de cambios, como al inicio de un curso escolar, con la llegada de un hermanito o con el cambio de un domicilio habitual, ya que aunque los niños suelen gestionar bien los cambios en sus rutinas, quizá acumular tantas sensaciones nuevas en un periodo corto de tiempo puede hacer que lo sobrelleven peor. Y por otro lado, sobre todo en los más chuepeteros, habría que marcarse objetivos a corto plazo, por ejemplo, que lo dejen de usar por el día y solo para dormir o no usarlo en el parque o solo si se está enfermo… De este modo se reduce el tiempo de uso del chupete (y por tanto la posibilidad de malformaciones orales) hasta que llegue el momento de que deis el paso para su retirada definitiva.
En resumen, el empleo del chupete puede ser útil durante la primera infancia, aunque si se usa de forma muy prolongada en el tiempo puede tener consecuencias en el desarrollo de la cavidad oral y la posición de los dientes. Por ello, su retirada debería realizarse antes de que estas alteraciones no tengan vuelta atrás, normalmente por debajo de los tres años de edad.
Para los que no lo sepáis estamos de lanzamiento, ya que el 19 de enero de 2022 salieron a la venta dos libritos en cartón con texto rimado para que los niños aprendan a lavarse las manos y lavarse los dientes. los tenéis disponibles en librerías y plataformas on-line:
Además, en septiembre de 2021 echó a rodar «Sin Cita Previa», un podcast del que somos presentadores y que seguro que también te pude gustar. Puedes escucharlo en: