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Las consultas sobre la piel son de las más frecuentes en pediatría. Que si unas manchitas por aquí, que si le ha salido esto otro por allá, que si no sé que crema poner a mi bebé… Y no es que los pediatras seamos dermatólogos, pero, la verdad, es que solemos estar muy bien formados para resolver este tipo de consultas, ya que es nuestro pan de cada día.
Y entre todas las consultas dermatológicas que atendemos, la costra láctea (o dermatitis seborreica, por su nombre técnico) es una de las más habituales. No es nada grave y se suele solucionar sola con el paso del tiempo, pero mientras llega ese momento, suele ser adecuado aplicar algún tratamiento para mejorar el aspecto del niño y dejar al pelo, ya que la costra láctea se forma en el cuero cabelludo, que crezca con normalidad.
En este post os contamos todo lo que tenéis que saber sobre la costra láctea y sus derivados para que sepáis que hacer si llega el momento.
¿Qué es eso de la costra láctea?
No se si os habéis fijado que algunos bebés tienen en la cabeza una especie de escamas amarillentas adheridas al cuero cabelludo que tiene aspecto de costras. Eso es lo que coloquialmente conocemos como costra láctea, aunque su nombre técnico, es decir, como se denomina en lenguaje médico, es dermatitis seborreica.
Como tantas otras cosas que pasan en la piel de los niños de más corta edad se desconoce su causa, aunque sabemos que se debe a una producción excesiva de grasa por parte de las glándulas sebáceas que se encuentran asociadas a los folículos pilosos del cuero cabelludo. Y en la mayoría de los casos ese es el único síntoma que presenta el niño.
Creo que sobra decir que la edad en la que la solemos ver es por debajo de los 12 meses de edad, y de ahí su nombre de costra láctea, ya que hace referencia al aspecto de las escamas (las costras) y que se ven sobre todo en la época de lactante, aunque no tenga nada que ver con la lactancia y el hecho de dar el pecho al niño.
En estas fotos de aquí abajo podéis ver unos ejemplo de costra láctea típica de niños pequeños.
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- Fuente: DermNet NZ
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- Fuente: DermNet NZ
¿Y debo tratarla o puedo esperar?
La evolución de la costra láctea es hacia la mejoría de forma espontánea con el paso de los meses. De todas formas, sobre todo cuando es muy intensa, solemos recomendar que se trate aunque solo sea por un motivo estético. Además, cuando las lesiones cubren mucho el pelo, éste crece con poca fuerza y en muchas ocasiones se cae a mechones, motivo a añadir para optar por tratar la costra láctea.
Para el tratamiento recomendamos champús emolientes (normalmente a base de acido salicílico, urea o ácido glicólico entre otros muchos) que lo que hacen es ablandar las costras para luego pasar un peine de púa fina y así poder retirarlas poco a poco, unas dos veces por semana. En ocasiones las escamas están muy adheridas a la cabeza y requieren hidratarse con algún aceite o con vaselina para ablandarlas antes de poder pasar el peine.
De todas formas, si preferís no tratar la costra láctea no pasa nada. Como he dicho, tiende a mejorar por sí sola con el paso del tiempo.
A veces no solo afecta a la cabeza…
Cuando la costra láctea afecta a otras zonas del cuerpo o aparece con lesiones inflamatorias en la piel, solemos dejar de llamarla así para referirnos a ella con el nombre técnico de dermatitis seborreica. La localización más típica en los niños es en la frente y en la cara, aunque también puede aparecer en otras zonas del cuerpo como los pliegues de los brazos, el cuello o en el área del pañal.
A veces la dermatitis seborreica despista porque su localización y aspecto puede ser muy similar a la de un niño con dermatitis atópica, sin embargo, en los niños con dermatitis atópica el picor suele estar presente, mientras que en el caso de la dermatitis seborreica no suele haber picor.
En estas fotos de abajo podéis ver esas lesiones típicas de dermatitis seborreica en donde, además de la descamación típica que ya veíamos en la costra láctea, podemos observar como la piel está roja, como si estuviera inflamada, y con un aspecto graso.
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- Fuente: DermNet NZ
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- Fuente: DermNet NZ
Como sucedía con la costra láctea, la dermatitis seborreica del lactante tiende a mejorar con el paso del tiempo. De todas formas, sobre todo cuando es muy extensa sí que solemos tratarla; en este caso lo que utilizamos son cremas con corticoides durante unos días hasta que vemos que la dermatitis ha mejorado. Por supuesto, ya que lo que produce una dermitis seborreica es un exceso de grasa en la piel, se debe evitar el uso de cremas hidratantes muy grasas en esas zonas.
¿Y qué pasa con la caspa de los adolescentes? ¿Es lo mismo?
Una vez que se pasa la época de lactante, la dermatitis seborreica es rara. Sin embargo, al llegar a la pubertad, momento de la vida en la que la piel se vuelve más grasa de lo normal debido a las hormonas que controlan esta etapa en el que suele aparecer el acné. Es frecuente que volvamos a ver a niños con dermatitis seborreica en el cuero cabelludo.
En este caso, al niño o la niña le suele picar la cabeza y presenta caspa al remover el pelo. En este caso, las escamas que veíamos en la costra láctea de los bebés son de menor tamaño, pero en este caso suelen estar secas y se desprenden más fácilmente, lo que da lugar a la caspa. Además de las escamas mencionadas, en la exploración, solemos ver un eritema o enrojecimiento leve de la piel del cuero cabelludo.
A diferencia de los niños pequeños, la dermatitis seborreica del niño adolescente se suele tratar siempre, recomendándose el uso de los mismos champús que os he comentado antes. Además, en aquellos que no terminan de mejorar con este tipo de champús, se suele recomendar un tratamiento tópico con antifúngico (ketoconazol o ciclopirox, por ejemplo, ya sea en champú o en crema), ya que se cree que un hongo, la Malessezia para ser exactos, puede jugar un papel en el desarrollo de esta dermatitis.
En definitiva, la costra láctea, la dermatitis seborreica y la caspa son diferentes formas de manifestación de un mismo tipo de dermatitis. Dependiendo del área afectada y de la edad del niño se aplicará un tipo de tratamiento u otro, sobre todo teniendo en cuenta que en niños pequeños tiende a mejorar con el paso del tiempo, por lo que no merece la pena ser muy agresivo con el tratamiento.
Para los que no lo sepáis estamos de lanzamiento, ya que el 19 de enero de 2022 salieron a la venta dos libritos en cartón con texto rimado para que los niños aprendan a lavarse las manos y lavarse los dientes. los tenéis disponibles en librerías y plataformas on-line:
Además, en septiembre de 2021 echó a rodar «Sin Cita Previa», un podcast del que somos presentadores y que seguro que también te pude gustar. Puedes escucharlo en:
NOTA: el copyright de las imágenes de este post que hemos usado para ilustrar los diferentes tipos de dermatitis seborreica pertenece a DermNet NZ bajo una licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 (New Zealand).