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La primera menstruación es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer. Unos dos años antes tiene lugar el comienzo de la pubertad, marcado por el inicio del desarrollo mamario del resto de caracteres sexuales secundarios junto con un incremento acelerado de la talla. La primera menstruación, conocida como menarquia en medicina, pone fin a la pubertad, momento en el que la cultura popular dice que la niña se ha trasformado en mujer, al menos desde el punto de vista reproductivo. Todos estos cambios suceden durante la adolescencia, momento también de muchos cambios a nivel psicológico que terminarán por fraguar su personalidad.
Pero una vez que viene al primera regla, ¿qué podemos esperar de los siguientes ciclos menstruales? ¿Cuánto debe durar el manchado y qué cantidad se considera normal? ¿Pueden usar tampones o son todavía muy pequeñas? ¿Y si no viene esa primera menstruación, hasta cuando es prudente esperar? En este post esperamos que encontréis respuesta a todas vuestras dudas.
¿Cuándo debería venir la primera regla?
La pubertad es el periodo de la vida en el que suceden los cambios que darán lugar a que una persona pueda reproducirse, dejando atrás la infancia para dar paso a la edad adulta. En las niñas se inicia con el desarrollo del pecho, el cual se acompañará del desarrollo del resto de caracteres sexuales, como la aparición del vello púbico o el desarrollo de los genitales externos, y que culmina con la primera menstruación.
El inicio de la pubertad viene marcada por una serie de factores genéticos, ambientales y socioeconómicos. En España se considera normal que las niñas empiecen la pubertad cumplidos los 8 años de edad (marcado por la aparición de botón mamario), aunque lo más habitual es que comience hacia los 10 años y medio. Estos rangos de edad son los que se consideran normales tanto desde un punto de vista estadístico, ya que casi el 100% de niñas comienzan la pubertad pasados los 8 años de edad, y porque desde un punto de vista psicológico suelen aceptar los cambios corporales que les sucederán en los siguientes meses. Además, la talla final que alcanzan una vez terminado el desarrollo si la pubertad se inicia después de los 8 años suele coincidir con lo que sería esperable según su talla genética.
Una cosa que es casi constante durante la pubertad es que la menarquia, esa primera regla, aparece unos dos años después de la aparición del pecho. De esta forma podremos predecir que una niña que inició el desarrollo mamario con 8 años va a tener su primera menstruación cuando cumpla los 10 o aquella que inicio el pecho con 10 años y medio le vendrá con 12 años y medio. Este último ejemplo es lo más normal, ya que la media de la menarquia en nuestro país es a los 12,6 años. Si nos ponemos en el otro extremo, también se considera normal que la primera regla no llegue hasta cumplir los 16 años, siempre y cuando el inicio de la pubertad se haya iniciado antes de los 14 años.
Todo este baile de edades, de aparición del pecho y la primera menstruación es muy importante y los pediatras le prestamos mucha atención, ya que si el inicio de la pubertad no se produce en esos intervalos de tiempo, ya sea porque la pubertad se inicia muy pronto (antes de los 8 años) o muy tarde (más allá de los 14), pude deberse a alguna enfermedad que habría que investigar. Así que ya sabéis, si veis que a vuestra hija le sale el pecho antes de los 8 años o pasados los 14 sigue sin haber empezado el desarrollo mamario, o pese a tener ya pecho a los 16 años no le ha venido la regla no dudéis en consultarlo con vuestro pediatra.
Los primeros años tras la menarquia
Como decíamos, la menarquia marca el inicio de la edad adulta, al menos desde el punto de vista reproductivo. Sin embargo, tras esa primera menstruación es muy normal que aparezcan durante unos meses ciclos irregulares o que en algunos de ellos la duración del sangrado sea corto y en otros más prolongado. Esto se debe a que el eje hormonal que controla el ciclo menstrual es todavía inmaduro y hace que los ciclos puedan tener una duración variable; además, muchos de esos ciclos menstruales serán anovulatorios (es decir, que no se acompañan de una ovulación en dicho ciclo), lo que también influye en la regularidad de los mismos. Por ponerlo en cifras, hasta el 80% de las adolescentes tienen ciclos irregulares en los 2 años posteriores a la primera menstruación, dato que desciende hasta el 10% pasados 5 años. Dada esa variabilidad, se considera normal que los ciclos menstruales después de la menarquia tengan una duración de entre 20 y 45 días, aunque lo más habitual es que cada ciclo sea un poco más prolongado que en mujeres adultas, de media unos 32 días.
Respecto a los días de sangrado, lo habitual es que varíen entre 2 y 7 días, mientras que la cantidad de sangrado que se considera normal es el uso de 6 compresas o tampones al día.
Otra cosa que es habitual es que presenten dolor con la menstruación, aunque en menor medida que en las mujeres adultas, de hecho solo 1 de cada 10 chicas refieren dolores menstruales que limitan sus actividades diarias. Esto se debe también los ciclos anovulatorios que pueden tener durante los primeros meses después de la primera menstruación. Por el contrario, lo que no es habitual es la presencia de síndrome premenstrual, es decir, síntomas como dolor de cabeza, hinchazón, irritabilidad o dolor abdominal en los días previos a que se produzca la bajada de la regla.
Compresas vs. tampones, una de las grandes dudas
Para la recogida del sangrado menstrual existen dos grandes grupos de productos: las compresas y los tampones. Es habitual que las chicas durante sus primeras menstruaciones utilicen compresas, pero conforme avanza la adolescencia es frecuente que comiencen a usar también tampones.
Desde el punto de vista médico, no existe ninguna contraindicación para que quién quiera use tampones desde la primera regla. Quizá las primeras veces no les resulte fácil, pero es algo que se suele solucionar con algo de práctica o quizá con el consejo de una buena amiga, que suele ser la que finalmente ayuda a estas chicas a usar sus primeros tampones. A día de hoy existen muchos tabúes sobre el uso de estos dispositivos en las chicas de más corta edad, en cualquier caso, deberían ser ellas las que, tras recibir toda la información sobre qué productos de higiene femenina existen, tomaran la decisión sobre cuál quieren usar.
Y por último, en los últimos años se está extendiendo el uso de la copa vaginal para la recogida del flujo menstrual entre mujeres jóvenes. De nuevo, no existe ninguna contraindicación para que las adolescentes la usen desde el inicio de la regla. en estos casos es recomendable que usen las de menor tamaño dado el tamaño de vagina más pequeño que tienen y que irá creciendo con la edad.
Desde aquí os animamos a que habléis con vuestras hijas con confianza de cómo deben utilizar estos productos y qué medidas básicas de higiene deben seguir. Ese aprendizaje lo tendrán para toda la vida.
Cuando debéis consultar al pediatra
Como ya hemos dicho a lo largo de este texto, la mayoría de las chicas tendrán ciclos menstruales irregulares durante los primeros años tras la menarquia y es algo que entra dentro de lo normal. Sin embargo, existen una serie de enfermedades que pueden causar alteraciones en estos ciclos por lo que no está de más que conozcáis cuando debéis consultar al pediatra:
- Cuando la primera regla no haya aparecido a los 16 años (o a los 14 si no han iniciado el desarrollo del pecho).
- Cuando los ciclos son muy cortos (por debajo de 20 días) o muy largos (por encima de 90 días).
- Cuando el sangrado es excesivo (más de 6 compresas/tampones al día o que se rellenen en menos de una hora).
- Cuando tengan ciclos menstruales irregulares junto con acné moderado-intenso y aumento del vello facial.
- En el caso de dolor menstrual más llamativo de lo que consideréis normal.
En el caso de una alimentación deficiente, estrés o una actividad física muy alta es frecuente que los ciclos menstruales se alteren. En el caso de que vuestras hijas pasen de tener ciclos regulares a irregulares, también habría que investigar si puede deberse a alguna de estas causas.
Por último, no debemos olvidar que desde la primera menstruación cabe la posibilidad de que se queden embarazadas. Por ello, es de vital importancia que sus personas de confianza, ya sean los padres o una hermana mayor, les expliquen que en el caso de que vayan a tener relaciones sexuales deben realizarlas siempre con métodos anticonceptivos ( y en estos casos mejor de tipo barrera) tanto por la posibilidad de embarazo como la de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Además, el embarazo es una posibilidad que siempre hay que tener en cuenta cuando una adolescente no tiene la regla cuando le toca, aunque estemos dentro de esos 2 o 3 años en los que suelen tener ciclos irregulares.
Fuente: Dos Pediatras en Casa G.O
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