Una de las cosas que más nos repiten los padres y las madres con hijos recién nacidos es que sus bebés tienen la piel muy seca y que por mucho que les echan crema hidratante no consiguen que mejore. Esta situación es muy habitual y en muchas ocasiones descoloca a los padres porque ellos esperan que, tras el parto, la piel de sus hijos sea muy suave y de color de rosa, ya que es lo a lo que están acostumbrados a ver en otros bebés. Sin embargo, hasta que eso ocurre suelen pasar unos 10 o 15 días.

Fuente: Dos Pediatras en Casa G.O
Si os estáis preguntando cuál es la razón a esa piel tan reseca y cuarteada (sobre todo suele ser muy visible en la zona de los pies, como en la foto de arriba) es debido a que cuando el bebé estaba en el útero materno estaba en un ambiente muy húmedo ya que estaba rodeado completamente de líquido amniótico. Al nacer esa situación cambia y pasa a estar en un medio aéreo. Ese cambio tan radical en unos pocos minutos da lugar a que la piel del recién nacido se tenga que adaptar a la nueva situación, y en ese proceso es muy habitual que muchos niños presente una piel muy reseca durante los primeros días de vida. Algo parecido nos pasa a la adultos al pasar de vivir en un ambiente húmedo, como puede ser una población de costa, a uno seco, por ejemplo en medio de la meseta española.
La naturaleza es muy sabia y sabe que esta situación se va a producir después del parto. Por ello, los niños nacen impregnados en una sustancia que se llama vérmix caseoso, una especia de grasilla blanca que cubre toda la piel del bebé. Esta sustancia actúa como barrera protectora durante los primeros días de vida en un intento de que esa transición al medio aéreo no sea tan agresiva. Teniendo esto en cuenta, lo adecuado es no retirar esa capa protectora de buenas a primeras como si estuvieras sacando brillo a la ensaladera de plata de la abuela, demorando el primer baño tras el parto hasta al menos las 24-36 horas de vida del bebé.

Niño recién nacido en el que se puede observar la capa grasa de la vérmix caseosa (Fuente: Wikipedia, CC BY-SA 4.0)
En cualquier caso, si os apetece poner crema hidratante a vuestros bebés una vez que hayáis llegado a casa después del parto no hay ningún inconveniente, pero en muchos casos esto no va a ser suficiente para que veáis una mejoría sustancial a esa piel reseca tan habitual en muchos recién nacidos, ya que la piel debe adaptarse a la nueva situación y eso, por mucha crema que les echéis, va a tardar unos días. Pero oye, si al bebé le gusta el masajito y a vosotros os apetece, tampoco hay ningún inconveniente en que después del baño les pongáis crema en aquellas zonas que tienen más resecas.

Fuente: Dos Pediatras en Casa G.O
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