Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Entradas etiquetadas como ‘sugerir’

¿Y qué hago Yo con Boris Izaguirre?

Es mi primer día de descanso tras un auténtico maratón en la librería y amanecí dolorida y aturdida, como el superviviente a una explosión que se abre paso por los escombros sin entender qué ha ocurrido.

Y toda esta quietud como vino se va, porque en cuanto me descuido tsunamis de voces cargadas con peticiones de sugerencias de títulos para regalos arrasan las apacibles costas mentales de reginaexlibrislandia.

Aunque lo realmente desconcertante es este dolor en los pulgares. Ignoraba que existieran este tipo de ¿agujetas? de tanto coger, soltar y colocar libros. ¿Y si con el tiempo mis dedos se parecieran al de E.T? ¡Qué horror! ¿Gajes de la profesión? Para colmo ahora no visualizo los dedos de libreros amigos…

Además una duda me atormenta, molesta como un moscón rebotando contra el cristal de mi ventana. ¿Hice bien al reprimirme cuando me preguntaban sobre un libro que eché a mi hoguera particular tras leerlo? Claro, ¿quién demonios soy yo para juzgar un libro?

Si, por ejemplo, alguien me interroga sobre Villa Diamante, la última novela de Boris Izaguirre y flamante finalista del deslucido Premio Planeta… pues la verdad es que diría que hay millones de cosas mejores que leer antes que eso. Pero no puedo. No puedo. Pero, ¿debería?

Con los libros siempre he sido así. Un día opté por hablar exclusivamente de aquellos que me gustan, que me aportan algo. Me dije:

Regina, cielo, ¿para qué perder tiempo, veneno y saliva despotricando sobre ciertos libros, cuando hay tantísimas Novelas por descubrir a la gente? Así que ya sabes, divina, limítate a mostrarles las grandezas de este jardín de letras, y deja que sean ellos quienes descubran alguna que otra babosa en el camino literario.

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Creéis que debo ser brutalmente sincera y pelín subjetiva, o mantenerme firme en mi método empático y seguir recomendando en función del interlocutor?