Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
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«El soldado Svejk es como Gila, pero en libro»

Hoy he aprendido que para hacer de la guerra algo hilarante y absurdo o eras Gila o Jaroslav Hasek.

Así que, desaparecidos los dos, del español nos quedan los archivos televisivos y del escritor checo parte de su gran e inacabada obra: Las aventuras del buen/valiente soldado Svejk, cuyo título baila al son del editor de turno.

Aunque admiradora tanto de uno como del otro, hasta hace unas horas jamás se me pasó por el pelucón el conectarlos. Pero la Providencia Librera tuvo a bien materializar a dos ancianos en mis confines para que uno de ellos me iluminara con su ingenio.

Veréis, hará un mes escaso llegó a mis confines regios la nueva edición que Galaxia Gütenberg ha tenido el buen ojo de regalarnos a los bibliófilos de pro: traducida directamente del checo y con ilustraciones originales de Josef Lada, que en su día acompañaron al texto recién impreso.

Entre emocionada y ansiosa, devoré las casi 800 páginas de uno de los textos más hilarantes, inesperados, tiernos y reveladores de la literatura de todos los tiempos, que es además uno de los argumentarios antibelicistas más lucidos que jamás se hayan escrito. Regina dixit.

El caso es que tenía yo un par de esos volúmenes por reginaexlibrislandia cuando esta mañana me dio por sacar uno a una de mis mesas de novedades. Me dije:

Regina, cielo, deja que se airee el bueno de Svejk, que falta le hace.

Al rato, mientras me afanaba yo en mis quehaceres libreros, entraron dos sexagenarios. Según supe luego, buscaban un regalo para Juanito, compañero de tardes de dominó en el centro de mayores al que acuden, y al que, por lo que cotilleé, le encanta leer:

Ciente 1: Yo, chico, no sé qué le gustaráCliente 2: NO te apures, hombre, si Juanito lo lee todo

C1: ¡Por eso, a saber qué no tiene!

C2: ¿Y qué tal el Planeta, el de Savater?

C1: Quita, quita, Tomás… ¿No le has oído despotricar contra él?

C2: La verdad es que no.

C1: ¡Si se puso como una fiera el día que se enteró!

C2: Ah. ¿Y el del Pijama de Rayas del que todos hablan?

C1: No, hombre, no, ése sí que se lo leyó ya. No le pareció gran cosa.

C2: Madre mía, cuánto libro… no sé por dónde mirar

C1: ¡Anda, mira este de aquí!

C2: ¿Cuál?

C1: Las aventuras del buen soldado Svejk… ¡ilustrado!

C2: No lo conozco.

C1: Está ambientado en la Primera Guerra Mundial, y lo protagoniza un soldado tonto que desquicia a sus superiores.

C2: ¿Pero es bueno, te ríes?

C1: Mira, para que te hagas una idea: es como lo que hacía Gila con el casco y el teléfono, pero en libro y ambientado en Centroeuropa.

C2: ¿Cómo Gila? ¿No me digas? Pues a Juanito le encantaba verlo por la tele…

C1: Mira, yo creo que le llevamos este. Aunque se lo haya leído, es una bonita edición. ¿Te parece?

C2: ¡Si! Y luego se lo pediré prestado.

Y se lo llevaron, y a mi me encantó la comparación entre Gila y la obra magna e inacabada de Hasek. Razón no le faltaba al caballero, la verdad.

Para quienes no conozcáis la novela, una de las grandes y más internacionales de toda la literatura checa, cuenta las andanzas de Josef Svejk, un bobalicón que logra alistarse para servir al Imperio Austrohúngaro en la Gran Guerra a pesar de que es un idiota consumado.

Pero no uno cualquiera, no, hablamos de un ‘imbécil’ con certificado oficial y todo que, una vez embutido en su uniforme, desquicia al oficial más hierático con su estupidez simplona cargada, por otra parte, de lucidez frente al sinsentido bélico y la rigidez castrense. O, lo que es lo mismo, cientos de páginas de sátira inteligente para pulverizar la irracionalidad hecha hombre, intereses cruzados y guerra.

Y vosotros, queridos, ¿conocíais Las aventuras del buen soldado Svejk? ¿Y a Hasek? Para los que sí, ¿qué os parece?

Para quienes aún no os lo hayáis leído aquí va un pequeño Guiño a don Miguel Gila en uno de sus monólogos bélicos más memorables. Si se os escapa alguna carcajada, no lo dudéis e id a por Las aventuras del bueno de Svejk: