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Tres libros para leer y adorar a Isak Dinesen (Karen Blixen), la gran dama de las letras danesas

Lee a la Blixen/Dinesen si no lo habéis hecho aún. Caerás rendido ante un talento prodigioso para convertir su dolor en literatura y para cargar sus historias con anécdotas y detalles que atraviesan la trama como vívidas y electrizantes corrientes subterráneas. Es el don innato de la gran dama de las letras danesas para seducirte a palabras.

Isak Dinesen / Karen Blixen

Isak Dinesen / Karen Blixen

Hoy cumpliría 133 años. Se llamaba Karen Christence Blixen-Finecke pero firmaba como Isak Dinesen, y era otra de esas criaturas de ficción pura, genéticamente dotada para seducir a palabras, para transformar fragmentos de realidades y de personas en relatos absolutamente cautivadores ante cuya grandeza hincaron la rodilla Truman Capote y Ernest Hemingway, entre otros.

De familia aristocrática, se casó con un primo al que apenas conocía en un matrimonio que a ella le permitiría abandonar Dinamarca y a él montar, con la dote de su mujer, una granja cafetera en Kenia, y vivir bien.

La pareja, que nunca llegó a estar bien avenida, se divorció en 1925 y ella quedó a cargo de la plantación cafetera -sobreponiéndose a desastres naturales, presiones sociales y conflictos bélicos- hasta que la caída de los precios en 1931 la arruinó, por lo que tuvo que venderla a su pesar y regresar a Dinamarca.

Si bien ya había publicado alguna que otra pieza, es a su regreso de África cuando la nostalgia de “su hogar keniata” la empuja a destilar, atrincherada en el gélido refugio nevado del hogar familiar, su añoranza y sus recuerdos en forma de vívidas crónicas de los paisajes, la luz, los colores, las costumbres, la cultura y las personas con las que convivió en África.

Se publicarían como Memorias de África (Alfaguara) y Sombras en la hierba (Debolsillo), ella decidió firmarlas como Isak Dinesen, y le valieron la nominación al Nobel de Literatura en 1954.

(Memorias de África, 1985 / Universal Pictures)

(Memorias de África, 1985 / Universal Pictures)

Finalmente se lo llevó Hemingway, quien siempre afirmó que era ella más merecedora del premio que él, fascinado por la obra, por el espíritu indómito y por el talento creativo de esta inigualable mujer.

Asñi que, queridos reginaexlibrislandianos: leed a la Blixen/Dinesen, si no lo habéis hecho aún. Porque además de cautivaros con su talento colosal para la narrativa y el relato no os hará falta viajar al continente africano o a la costa danesa aunque, eso sí, una vez sobrepasado el punto y final decidiréis que mataríais por ir allí.

Y para empezar con Isak Dinesen/Karen Blixen os sugeriría tres de sus obras, las mismas que prescribimos a mansalva todos los libreros en reginaexlibrislandia:

1. El festín de Babette. Isak Dinesen/Karen Blixen. Nórdica. La siempre exquisita baronesa Karen Blixen, alias Isak Dinesen, dejó en El festín de Babette una de las piezas más hermosas y cautivadoras de la Literatura no sólo nórdica, sino universal. En ella narra cómo a finales del S.XIX una emigrante francesa de oscuro pasado va a parar a una comunidad luterana afincada en una aldea de pescadores de la remota costa danesa para entrar a servir a las dos hermanas favoritas de la congregación. Tras catorce años de convivencia Babette sigue sin encajar, pero todo cambia cuando, para agradecerles su hospitalidad, decide invitarlos a todos a cenar porque más allá de un extraordinario banquete lo que les da es una lección de magistral de vida entre plato y plato. Un relato clásico que sobrecoge y cautiva más allá de su brevedad.

El festín de Babette

El festín de Babette

2. Memorias de África. Isak Dinesen/Karen Blixen. Alfaguara . Tras su fracaso matrimonial, una joven aristócrata danesa permanece en Kenia, cautivada por África y por un irresistible aventurero inglés. Isak Dinesen cuenta en primera persona sus vivencias en el vasto continente: tras su divorcio en 1925 ella quedó a cargo de la plantación hasta que por la caída de los precios en 1931 se vio obligada a venderla y regresar a Dinamarca. No es un relato tan lineal como sí lo es la versión homónima que filmó Sydney Pollack en 1985. La grandeza de la novela estriba no solo en cómo narra el principio de la desaparición del imperialismo europeo, su historia de amor con el aventurero inglés y los paisajes y costumbres que la deslumbran, sino que radica en innumerables personajes, anécdotas y momentos que atraviesan esas tres grandes tramas como vívidas y electrizantes corrientes subterráneas. Ese es su punto fuerte. El toque de genio de la Blixen.

Memorias de África

Memorias de África

3. Cuentos Completos 1. Isak Dinesen/Karen Blixen. Debolsillo. Este volumen recoge su narrativa breve temprana, desde su primer libro, publicado en 1934, Siete cuentos góticos, hasta el compendio Anécdotas del destino (1958), pasando por sus célebres Cuentos de invierno (1942). Se incluyen así algunos de sus relatos más afamados, como «El mono» o «La historia inmortal» en lo que constituye una puerta de entrada excepcional al universo literario de la gran dama de la narrativa danesa.

Cuentos Completos 1

Cuentos Completos 1

Otro grande de las letras, Truman Capote, dijo de ella que era «una auténtica seductora; una seductora por conversación». A lo que yo, y que Capote me perdone la licencia, añado el ‘una seductora entre líneas’.

«Siempre tendremos París… al menos en estas 6 novelas»

Ah, aquí estamos otra vez mis licencias biblio-cinéfilas y yo, queridos. Pero es que es muy, muy difícil pensar en París y no visualizar a Rick Blaine (Humphrey Bogart) soltándole a Ilsa Lund (Ingrid Bergman) ese mítico «Siempre tendremos París» en los últimos fotogramas de la no menos legendaria Casablanca.

(Casablanca, 1942 / Warner Bros)

(Casablanca, 1942 / Warner Bros)

Pues bien, imaginar que esto no es reginaexlibrislandia sino un aeródromo en plena noche. ¿Ya? Añadirle niebla. ¿Lo tenéis? Ahora visualizarme con el pelucón apelmazado dentro de un sombrero de ala, el rostro humphreybogarizado y dirigiéndome entre desesperado y decidido a vosotros, mis legiones de reginaexlibrislandianos, todos embutidos en la piel de la Bergman. ¿Listo?

Pues entonces es ahora cuando os derrito con mi «Siempre tendremos París, al menos en estas 6 novelas». Sí, una selección reginaexlibrislandiana de títulos donde la eterna «Ciudad de la Luz» es aún más que un simple escenario para una trama, puesto que es un personaje en sí misma. París se vive, se imagina, se recrea y, por supuesto, se lee más allá del punto y final de una de las novelas parisinas por excelencia: Los Miserables, de Victor Hugo.

Y esta selección temático-parisina es mi itinerario libresco particular dedicado a María, una de mis reginaexlirbrislandianas de pro, que necesitaba pegarse un viajecito de libros a la capital francesa. Y, ya puestos, pues nos vamos todos con ella ;P

1.  París. Edward Rutherfurd. Roca. Legiones de lectores rutherfurdmaniacos se sumergen sin titubear en cada uno de los destinos que al señor Rutherford le da por ficcionar, siempre articulando sus libros sobre hechos reales y sobre criaturas de la intrahistoria de la ciudad, o del país de turno. Y, claro, París no iba a ser menos. Así que adentraros sin temor a un París diseccionado a través de las pasiones, lealtades, traiciones y secretos que mueven a personajes ficticios y reales, que habitan esta gloriosa ciudad y la hacen ser lo que es. De la construcción de Notre Dame a las peligrosas maquinaciones del cardenal Richelieu; de la resplandeciente corte de Versalles a la violencia de la Revolución francesa; del hedonismo de la Belle Époque al horror de la  Primera Guerra Mundial; de los escritores de la Generación Perdida a la ocupación nazi, los luchadores de la Resistencia y la revuelta estudiantil de mayo de 1968… Un mosaico impresionante, sensual, trepidante y tan arrebatador como la propia ciudad que lo inspira.

París

París

2. París era una fiesta. Ernest Hemingway. Lumen. Publicada póstumamente en 1964, es la obra más personal y reveladora de Hemingway, quien, ya en el crepúsculo de su vida, narra aquí los dorados, salvajes y fructíferos años de su juventud en el París de los años veinte, en compañía de escritores como Zelda y Scott Fitzgerald, Gertrude Stein, Joyce o Ezra Pound, la llamada «generación perdida». Crónica de la formación de un joven escritor, retrato de una ciudad perdida, oda a la amistad y verdadero testamento literario, es uno de los libros capitales para entender el siglo XX, así como el universo y la personalidad de uno de sus más grandes creadores. El amor, la amistad, el deseo, la resaca continua, las ganas de vivir al límite y, sobre todo, las calles de París llenan las páginas de este testamento literario que te sumerge en cafés y rincones de un París tan mágico como real y agridulce. “París es una fiesta que nos sigue”, decía Hemingway, y ese es el espíritu que destila en cada salto de línea.

París era una fiesta

París era una fiesta

3. La elegancia del Erizo. Muriel Barberi. Seix Barral. El gran milagro de la literatura se agazapa como en pocas en La elegancia del erizo, una novelita de esas que te cauteriza la melancolía y te cautiva a golpes de ironía, ternura y píldoras sobre el amor, la sociedad, el arte y la felicidad. Sus protagonistas, la portera de un edificio del París burgués y la niña superdotada de uno de los apartamentos, diseccionan su entorno mientras se empeñan en pasar inadvertidas para el resto del mundo, hasta que aparece un nuevo vecino japonés para poner sus existencias patas arriba. Muriel Barbery teje una trama maravillosa y divertida, cargada de verdades veladas que todos miramos, pero que sólo algunos ven, a la que vuelves una y otra vez con la certeza de una sonrisa y el temor del inevitable punto y final. Conmovedora, divertida y deliciosamente inesperada.

La elegancia del erizo

La elegancia del erizo

4. En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano. Anagrama. París, años sesenta. En el café Condé se reúnen poetas malditos y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela, Modiano le da un giro sorprendente. Porque En el café de la juventud perdida es también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias, confluyen en la enigmática Louki. Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable objeto del deseo. Louki, como todos los que la acompañan en su vagabundeo por un París espectral, es un personaje sin raíces, que vive inventando identidades, renaciendo una y otra vez, luchando por construir un presente perpetuo. Modiano recrea alrededor de la fascinante y conmovedora figura de Louki el París de su juventud, al mismo tiempo que construye con su estilo inconfundible una hermosísima novela sobre el poder de la memoria y la búsqueda de la identidad, dos grandes ejes de la obra del escritor francés.

En el café de la juventud perdida

En el café de la juventud perdida

5. La delicadeza. David Foenkinos. Seix Barral. Nathalie es una mujer afortunada. Está felizmente casada con François, y pasa los días rodeada de amor, de risas y de libros. Pero todo cambia cuando su marido muere de forma repentina. Ese momento es un punto de inflexión para Nathalie, que empieza a languidecer entre las paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa. La delicadeza es la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía. Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más inesperados, cualquier cosa es posible. Y especialmente en París.

La Delicadeza

La Delicadeza

6. Fluye el Sena. Fred Vargas. Siruela. Cargadas de un humor delicioso y estrafalario, de investigaciones tan absorbentes como perfectamente construídas y protagonizadas por el carismático comisario Adamsberg, estas tres historias policiacas tienen el común denominador de tener el Sena, los clochards y los bajos fondos parisinos como elementos esenciales de sus tramas. En «Salud y libertad», un estrafalario vagabundo se instala en un banco, con todo su ajuar, ante la comisaría de Adamsberg mientras éste recibe misteriosos anónimos amenazadores y una mujer aparece muerta sobre las vías del tren. En «La noche de los brutos», Danglard y el comisario investigan la extraña muerte de una mujer que aparece ahogada debajo de un puente del Sena. En «Cinco francos unidad», un estrambótico vendedor ambulante de esponjas presencia el intento de asesinato a una rica dama, y el comisario conseguirá que colabore con la policía de un modo realmente ingenioso. Otra forma de redescubrir un París que, aún contemplándolo desde sus lugares más sórdidos y con el hilo de las más bajas pasiones, resplandece y cautiva por igual.

Fluye el Sena

Fluye el Sena

¡Lee a Hemingway por San Fermín!

Que Ernest Hemingway fue heraldo universal de los Sanfermines no hay quien lo discuta. El buen hombre vino, corrió encierros, apuró tintorros y volvió hasta nueve veces en meses de julio entre 1923 y 1959.

Lo que quizá no imaginara el escritor norteamericano que arrastró a la piel de toro a la mismísma Ava Gardner y a Orson Wells entre otros, es que 50 años después de su último paso por Pamplona y 48 de su muerte hay quien se decide a leerle precisamente ahora porque estamos en plena fiesta grande de Pamplona.

Y ese alguien es ni más ni menos que un reginaexlibrislandiano asiduo que se materializó ayer en mis confines con su inesperada petición:

– Cliente: Hola, Regina, ¿cómo estás?- Regina: ¡Hombre, X! ¿Qué tal?

– C.: Pues bien, aunque acalorado. Mira, una cosa…

– R.: Sí, dime

– C.: ¿Tienes algún ejemplar de Fiesta, de Hemingway?

– R.: Si, uno editado en Debolsillo.

– C.: ¡Perfecto! Dámelo, que me lo voy a empezar ahora.

– R.: ¡Anda! ¿Y eso? ¿No estabas metido de lleno en Proust?

– C.: Sí, pero con esto de los sanfermines me acaba de entrar un apretón de los míos y quiero leérmelo ya, antes de que canten el ‘Pobre de mi», que está al caer… ¿Sabes? Tras Por quien doblan las campanas y sus Cuentos lo fui dejando y, mira, que me dio hoy por él.

– R.: Mmm, la verdad es que es el momento idóneo. Me pregunto cómo se lo hubiera tomado el bueno de Ernest

– C.: ¡Pues empujándolo con un buen vino! ¡Ja, ja, ja! Además, así me da la alternativa para acercarme a la tal Generación Perdida, ¿no?

– R.: Sí, entrarás a ella por la puerta grande, ni más ni menos que de la mano literaria de la la seductora Brett Ashley y del desventurado Jake Barnes, los protagonistas de Fiesta.

– C.: ¿Qué sabes?

– R.: Pues mira, fueron un grupo de escritores norteamericanos y británicos que de una forma u otra participaron en la I Guerra Mundial. A su término, se expatriaron y terminaron en París, y entre borracheras, resacas y desencanto escribieron sobre su época y circunstancias, ya sabes, entre los años 20 y el Crack bursátil del 29.

– C.: Eran Hemingway, Faulkner y, ¿quién más?

– R.: Mmm, Hemingway, Faulkner, Steinbeck, F.S. Fitzgerald, Doss Passos y Ezra Pound, si no me patina el pelucón.

– C.: Pero Fiesta, ¿es representativo o qué?

– R.: Bueno, digamos que lo que hizo Hemingway fue retratar ese modo de vida de jóvenes anglosajones bohemios en el París de entreguerras, con el añadido de que deciden irse de excursión a Pamplona en plenos Sanfermines… Así que leerás sobre las sombras de esa Generación Perdida al tiempo que te sumerges en los encierros de los años 20, y todo con un estilo innovador, casi periodístico. Es, cómo te diría, una sucesión de escenas desconcertantemente nítidas. A mi me parece fabuloso. Aunque, eso sí, más sobre el mundo del toro y Pamplona aparecen sin duda en Muerte en la tarde.

– C.: ¡Ish, Regina, dame Fiesta que ahora sí que tengo que leérmelo YA! Luego igual sigo con Muerte en la tarde, ya veremos…

 

Y se fue con su ejemplar de Fiesta, de Ernest Hemingway dejándome con una mano en el cierre regino y el pelucón cargado de imágenes de un libro que nunca dejará de impactarme.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis Fiesta,de Ernest Hemingway? ¿Os gustó? ¿Cómo llegásteis a él? ¿Conocéis a algún extranjero que antes de venirse a los Sanfermines se leyera Fiesta?