Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

Gracias, Harper Lee, por ‘Matar un Ruiseñor’

Harper Lee cumpliría hoy 92 años. Estas biblioefemérides no solo me dan pie para prescribir ese tipo de novelas y autores que hay que leer pero que normalmente no acaparan la atención mediática ni espacios en librerías, sino que además a mi me incitan a darme a las relecturas.

Harper Lee

Harper Lee

Y no solo eso, también rescatan de las entrañas de mi regio pelucón alguna que otra anécdota de otros tiempos en reginaexlibrislandia. Como aquella en la que prescribí sin querer Matar un ruiseñor a uno de mis reginaexlibrislandianos asiduos.

Os cuento, queridos.

Hallábame yo en plena orgía de café, facturas y albaranes cuando se materializó en mis confines un reginaexlibrislandiano asiduo. Como es un caballero que, exceptuando los saludos de cortesía, rara vez se dirige a mi, me limité a darle los buenos días.

Pero él, en lugar de consagrarse a mis baldas como acostumbra, enfiló hacia mi escritorio. Al llegar se detuvo y me dijo a media voz:

Cliente: Gracias por Matar un ruiseñor, señorita.

Regina: Perdón, ¿cómo dice?

C.: Que por usted llegué a ese libro, y me ha conmovido como pocos.

R.: ¿Yo? Pero… pe-pero

Aquí os aclaro que en el reparto de dones a mi la Providencia librera tuvo a bien otorgarme uno tan curioso como útil en mi profesión: el de ser capaz de relacionar caras con libros y escritores a velocidad de crucero. Siempre recuerdo quién ha leído qué, especialmente si fui yo quien se lo sugerí.

Y de ahí mi desconcierto: me apostaría el pelucón sin titubeos a que yo jamás hablé con este caballero de Harper Lee ni de su obra, Matar un ruiseñor:

Cliente: Si, mujer, si. Hace un par de meses estaba por aquí y sin querer escuché cómo le contaba a una señora lo maravillosa que era la novela de la mejor amiga de Truman CapoteHarper Lee, que según dijo usted aquel día y que yo he comprobado luego resulta que acompañó a Capote en su investigación para escribir A sangre fría.

Regina: Ahh, si, ya me acuerdo. Es que ella había visto Capote, la película, y quería leer algo de ‘la escritora que lo acompañó’, pero se había equivocado. Me pedía algo de Dorothy Parker, cuando lo que realmente quería era algo de Harper Lee, que solo publicó Matar un ruiseñor, por la que le dieron el Pulitzer en 1961.

Matar a un ruiseñor

Matar a un ruiseñor

 C.: ¡Justo! Y perdone mi descortesía, pero no pude evitar escucharla hablando de la novela. No me la llevé, porque ese día vine a por Vida y Destino, pero me picó la curiosidad y un par de días me vine a por ella, pero usted no estaba.

R.: ¡Vaya, vaya! Y entonces, ¿le ha gustado?

C.: Es una maravilla. El caso es que me sonaba la película, que no he visto, pero no sabía que existía la novela. Y me ha gustado tanto y me topé con ella de una forma tan curiosa que tenía que decírselo. Así que ya sabe, gracias por Matar un Ruiseñor. ¡Y no deje de recomendarla!

R.: Mejor las bibliogracias se las damos a Harper Lee, por escribirla. ¿No cree, usted?

C.: Sí, eso también.

Y mi cliente abandonó los confines de reginaexlibrislandia dejándome envuelta en un halo de biblioéxtasis puro.

No solo le descubrí a un lector esa maravilla libresca que es Matar un Ruiseñor, sino que él se materializó para recordarme lo grande, lo verdaderamente enorme que es la novela de Harper Lee.

NOTA DE REGINA EXLIBRIS:

Matar a un ruiseñor

Matar a un ruiseñor

Harper Lee llevaba una bomba de relojería dentro, y estalló en Matar un ruiseñor, una maravillosa novela cuya onda expansiva se deja sentir más allá del final.

Ambientada en una aldea sureña en los años 30 y narrada en la voz de la pequeña Jean Louise, cuenta cómo su padre -el abogado Atticus Finch- defiende a un hombre negro acusado en falso de violación. Cargada de realismo e ironía, es un brillante tapiz de la América profunda, de los conflictos raciales, del miedo a los distintos y de irrupción de una niña en la madurez a golpes de realismo. Soberbia, Regina Exlibris dixit.

Os dejo el trailer de la adaptación homónima filmada en 1962, con un colosal Gregory Peck en la piel de Atticus Finch:

2 comentarios

  1. Dice ser Fran

    Pues Harper Lee escribió únicamente esa obra en toda su vida, y obviamente por ser estadounidense y porque Hollywood se fijó en esa obra para realizar una película, es por lo que en ese país no ha pasado desapercibida. No niego que no sea una buena historia, pero es lógico que no acapare atención mediática en esta país.

    La noticia de su aniversario quizás plaga blogs del sector en USA, pero aquí pasa sin pena ni gloria.

    29 abril 2018 | 0:29

  2. Dice ser Norma Desmond

    Me parece una novela sublime, de mis favoritas. Y la adaptación cinematográfica es más que brillante. No puedo decir más, sino rendirme completamente a ella.

    02 mayo 2018 | 18:02

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