Otro patinazo regino de éstos y terminaré por ahogarme en mis propios mares de letras si la Providencia Librera no se apiada de mí y me echa 
un ancla para salir a flote, como hizo hoy.
Si, queridos, porque si el otro día os contaba cómo a partir de las pistas «kenneth, bichos, caravana» que una reginaexlibrislandiana me daba para atinar con el título de un libro sobre el que había oído hablar en la radio me saqué del pelucón que lo que buscábamos era El viento en los sauces, de Kenneth Grahame… ahora regreso para contaros que erré el tiro bibliófilo.
Bueno, más que errar el tiro habría que decir que ni rocé la diana, las cosas como son. Porque resulta que, como indicaba Pepa en uno de los comentarios al post citado :
Casi me da un síncope cuando lo leí, y de la impresión me dejé engullir por un embravecido mar de letras. Ahí estaba la referencia correcta (La dama de la furgoneta, de Alan bennett) materializada en la mismísima Moby Dick justo cuando se acaba de merendar mi pierna de Capitana Ahab.
Y ahí me quedé yo, mutilada y devorada por la culpa y la rabia…
… Por suerte mi librería no es el Pequod y mi reginaexlibrislandiana se pasó hace un rato por mis confines libreros para encargarme otro libro, así que justo antes de echar el cierre de hoy pude soltar el lastre bibliófilo que me anclaba al fondo del mar de letras:
– Clienta: ¡Hola, Regina!- Regina: ¡Anda, holaaa!
– C.: Mira, vengo a por Prohibido suicidarse en Primavera, de Casona, en Edaf, que se lo pidieron a Laura para clase.
– R.: ¡Ah! Muy bien, me queda uno.
– C.: ¡Perfecto! Oye, por cierto, sobre el de El viento en los sauces…
– R.: Justo de eso te quería hablar… ¡Metí la pata! Me temo que lo que buscabas era La Dama de la furgoneta, de Alan Bennett..
– C.: ¡No fastidies! Pues te iba a decir que el de Grahame es una delicia… ¡literalmente me lo merendé en una tarde!
– R.: Vaya, me alegro… Es que, verás, al decirme «bichos, kenneth y caravana» lo cierto es que cuadraba con el de los Sauces
– C.: Claro, así en el programa decían algo de una mujer, y no animales. Pero, tranquila, la culpa es mía: ¡vaya pistas te di!
– R.: No, no, la que patiné fui yo, lo siento.
– C.: ¡Qué todos los errores sean así! ¿No te estoy diciendo que me ha encantado?
– R.: Ya, pero…
– C.: ¡Tema zanjado! ¿Y tienes el de la mujer?
– R.: Sí, aquí está.
– C.: ¡Pues me lo llevo también!
Y se lo llevó, junto con el de Casona. Cierto es que ella se fue tan contenta, y que con este patinazo abrimos dos vetas nuevas en su apetito bibliófilo al empujarla hacia El viento en los sauces, de Kenneth Grahame, y hacia La dama de la furgoneta, de Alan Bennett... pero hí está mi patinazo regino.
Así que, Mea Culpa, perdón a mi reginaexlibrislandiana de carne y hueso y perdonadme vosotros también por la confusión librera... Me temo que seguiré achicándome el agua bibliófila del pelucón unos meses más… Y, claro, ya mismo me pongo con el de Alan Bennet, del que lamentablemente hasta la fecha sólo leí Una lectora nada común, que me fascinó.
En cuanto devore La dama de la furgoneta os daré mi veredicto, queridos.. De momento ahí va la sinopsis de Anagrama:
En 1974, cuando Miss Shepherd y su furgoneta se instalaron definitivamente en el jardín de la casa de Alan Bennett, ya hacía varios años que ambas eran conocidas en el barrio. Tras algunos extraños encuentros, y después de que algunos gamberros comenzaran a 
atacarla, Alan Bennett le sugirió que pasara las noches en un cobertizo de su jardín. Aunque, afirma el escritor, él jamás se engañó pensando que su impulso obedecía a razones puramente caritativas; aquel sadismo le había perturbado demasiado, se pasaba el día vigilando a Miss Shepherd, y así no podía escribir. Y éste fue el comienzo de una convivencia que duraría quince años, hasta la muerte de la excéntrica, reservada y digna Miss Shepherd, una persona y una presencia muy reales, y con más de una identidad y una vida, como descubrió Bennett después de su muerte.
Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿conocéis a Alan Bennett? ¿Sabíais algo de su la dama de la furgoneta?
Pues la verdad es que no conocía a ninguno de los dos, pero me ha encantado la anécdota. Tengo una amiga que ha sido librera durante una temporada y cuenta montones de anécdotas como esta.Con libreras como tú, da gusto, jejeje. ¡Enhorabuena por tu blog!
30 noviembre -0001 | 0:00
Querida Regina. ¿Ya tenemos Veredicto?
30 noviembre -0001 | 0:00
Clientas asi son las que se necesitan en cualquier negocio a mi por ejemplo me haria un favor si comprase mi novela, que por cierto ya está con tres millones de ejemplares por vender.Clica sobre mi nombre
06 mayo 2009 | 21:32
No conocia ninguno de los libros, pero de lady in the van me llama mucho la atencion la portada.me ha pasado de comprar libros para regalo simplemente por lo que he escuchado y la verdad que es un fastidio cuando pifias.Regina , admiro tu capacidad para reconocer libros con tan pocas palabras, y propongo que organices un juego, un lector te dice 3 vocablos que cree describen a su libro favorito y tu, en tu capacidad de oráculo de las letras, lo intentas identificar :Dpor comentarios de libros y comics, y un poco de humorcosmevsalice.wordpress.comun blog de uruguayos que esta comenzando
07 mayo 2009 | 3:40
Mira el lado positivo, al final has hecho dos ventas ;)Además, El viento en los Sauces es un libro genial. A mi me lo mandaron en el cole cuando era pequeña.
07 mayo 2009 | 9:24
Pues la verdad es que sí, conocía el libro (aunque sinceramente, con esas pistas tampoco lo habría asociado, jejeje), pero no lo he leído de momento.Lo cierto es que me llamó la atención su portada, así como la sinopsis del libro, por lo que no descarto que caiga uno de estos días.Tranquila, Regina, que torres más grandes han caído. ¡Todos los errores sean estos, que nos permiten profundizar en más títulos y, de paso, consiguen que hagas dos ventas por una! :)Saludos.
07 mayo 2009 | 12:41
Ahora caigo yo también. La cliente había escuchado las recomendaciones del Club de Lectura de A Vivir que Son Dos Días, en la SER. Ahora parece evidente.
07 mayo 2009 | 19:10
A mí «La dama de la furgoneta» me parece un gran libro. Por cierto, buscando cosas por internet he caído en un blog en el que cuentan unas cosas muy curiosas sobre el cumpleaños de Alan Bennett. El blog es http://eltercerhombre.wordpress.comEchadle un ojo.
07 mayo 2009 | 19:18
regina for president!
07 mayo 2009 | 20:33
¿Pedir disculpas por recomendar «El viento en los sauces»? ¿Acaso bromeas? Más allá de que no era el libro que buscaba, lo cierto es que es un libro casi garantizado a gustar. Malo que le hubieses dado uno de esos títulos del tres al cuarto, que no valen ni el papel en que están impresos.En otra cosa: sería bueno que te consiguieras un filtro contra el spam.
08 mayo 2009 | 4:39
Ay que bueno! A mí me parece que bastante con las artes adivinatorias de las que hacemos uso los libreros… ! 😉
09 mayo 2009 | 18:02
Hola a todos.Yo de Alan Bennett me he leído varios libros, creo que tres.Con lo puesto, que es un libro muy divertido de un matrimonio que al volver de la ópera se encuentran que han desvalijado su casa ( y cuando digo desvalijar quiere decir que les han quitado hasta el papel de la pared).La ceremonia del masaje, sobre un funeral de un hombre y las diferentes imágenes que de esa persona tienen los asistentes al funeral (con todo el jaleo que esto supone).Una lectura nada común, en donde la reina de Inglaterra aparece como una lectura compulsiva (increíblemente divertido sobre todo porque no me imagino a esta señora haciendo algo más que pasear con sus perros y saludar con su mano enguantada).Libros que se leen en un plis plas y que te hacen pasar un rato muy divertido. ¡A la espera tengo el de la furgoneta, claro está!Saludos a todos los reginaexlibrislandianos y reginaexlibrislandianas.
28 mayo 2009 | 19:59
Evidentemente no es una lectura nada común, sino una LECTORA nada común.Mil perdones.
28 mayo 2009 | 20:01
¡Madre mía!¡Tampoco la reina de Inglaterra aparece como una lectura compulsiva!… Aparece como una LECTORA compulsiva… ¡Dios mío cómo estoy hoy!
28 mayo 2009 | 20:03
En menos de hora y media se lee este librito (93 páginas con letras grandes) que cuenta una historia curiosa y poco más.No es el mejor libro de Bennett que me he leído. Recomiendo cualquiera de los otros. Mucho más divertidos (y eso que he tenido dos ocasiones para reirme). Lo dicho, si queréis descubir un buen Bennett este no es el libro indicado.
02 junio 2009 | 11:14