Las monjas son al cine como las angulas al cocido: un imposible. A pesar de todo hemos conseguido rescatar cuatro ejemplos punteros amén de los clásicos: “Sor Citröen”, “Agnes de Dios” y todas las de Sor Cenaguer.
Más cine del bueno.
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Chistes de toda la vida para el chavalerío de Internet, que aún no se los sabe