Mientras seguimos este finde dándole vueltas a la letra del himno de España, proponemos una serie de cambios cosméticos a la bandera patria y a las autonómicas, que andan un tanto rancias.

A la enseña rojigualda la vemos un poco vacía, como sin vida. Dicen los viejos que antes portaba un ave, nosotros proponemos un mamífero. Volador, eso sí:

Vamos con una Comunidad muy querida en esta casa: Murcia, qué hermosa eres. Vean la bandera actual: poco fogosa y con cuatro torres en anacrónica disposición en su esquina superior izquierda:

Proponemos alinear las torres, de modo que formen una urba. Además, hemos sustituido el obsoleto estrellado por un turista emblemático de la región:

Otro territorio histórico cuyo pabellón necesita un urgente lavado de cara es Navarra. Vean, vean la enseña actual:

¿Cadenas? Copón, que estamos en el siglo XXI. Si lo que pretendemos es que no la roben los taimados vascongados, con una pitón basta:

A otra cosa: Castilla y León. Atención a la fiera y a los castillos:

Por el amor de Dios, que esos decorados no se usan ni en los peplums. Vamos con un diseño mucho más actual y desenfadado:

Y para terminar, esa región que nos duele, como un hijo que se hace mayor y abandona a su madre. Sí, amigos, estamos hablando de Las Vascongadas. Su bandera, de todos conocida, nos trae en el recuerdo verdes montes poblados de alegres dantzaris, pero también dolor y muerte:

¿Será ese rojo sangre el motivo de esa lúgubre asociación? Tal vez. El caso es que hemos decidido combinarla con esta otra, mucho más Tinky Winkera…

…Y éste es el resultado:

¿A que ya no dan ganas de liarse a tiros por ella?

Nos quedan unas cuantas banderas en el tintero, así que si se te antoja profanar los pendones gallego, asturiano, extremeño o ceutí envíala a eldesternillador arroba veinte minutos punto es o cuélgala en tu Flickr habitual y vocéalo. Cada quién con su autonosuya, faltaría más.