Cortesía de Jenaro Delgado.
Archivo de octubre, 2007
Elige tu tribu urbana
¿Aún no tienes tribu urbana? Lee y escoge una, alma de cántaro:
Yo ya abondoné el vil ateísmo. Pregúntame cómo, hermano.
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Ha nacido una nueva revista…
Podíamos haber hecho la portada…pero se nos adelantaron.
Anuncio visto en «El Mundo» el sábado pasado.
Y aquí la página web de senior.net: html del siglo XIX con letras muuuuu grandes.
Rap Tuno: el disco
Tras la sensacional acogida del artículo ¿Rock tuno? ¡Rap tuno! El Desternillablog se complace en presentar el elepé Rap Tuno, una recopilación de los temas más tunos del rap español para el disfrute del joven carroza. Rap Tuno ya está disponible en su mula más cercana.
Rap Tuno es el primer lanzamiento de la discográfica Discos Rayados. Próximamente, Himnos Yugoeslavos de ayer, hoy y siempre.
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La rebelión de las mascotas
Suele decirse que los teleoperadores son los proletarios de hoy en día. Bien cierto es, aunque más abajo en la escala social hay un lumpen-proletariado del que nadie se acuerda: ese ejército de peluche que integran los hombres-mascota.
Las mascotas son un fenómeno genuinamente norteamericano. De hecho, hubo un tiempo en el que parecía que esos seres –animales sonrientes por fuera, personas cariacontecidas por dentro- no serían capaces de cruzar el charco, con la de agua que coge el disfraz. Pero ya están aquí, entre nosotros.
A los que se quejan de su trabajo de repositores, de cajeras o de captadores de socios para Leprosos Sin Fronteras me gustaría verles a mí trabajando de mascotas: embutidos en un traje de un palmo de espesor, a 40º a la sombra y todo por un eurico a cambio de una foto (en el caso de los freelances) o por un sueldo de supervivencia y la promesa de ser coordinador de peleles (las mascotas por cuenta ajena). Eso si consigues sobrevivir a la hostilidad de los humanos.
Porque, vamos a ver, ¿acaso hay huelgas de mascotas?, ¿alguien ha presenciado alguna vez una manifestación de peluches?, ¿existen sindicatos que agrupen a estas desdichadas criaturas y les den la voz de la que, por fisiología y contrato, carecen?
No señor. Las mascotas se rebelan subvirtiendo su personaje, haciendo cosas que no se supone que deberían hacer. Cosas como estas:
O éstas:
O, llegados al caso, éstas:
O estas otras (no miréis, niños):
Nosotros no queremos ser agoreros, pero como el conflicto mascotil se nos vaya de las manos vamos a tener que ir descongelando al tío Walt. Entre tanto, hemos preparado una práctica guía de supervivencia por si las cosas se ponen feas.
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