Chistes de toda la vida para el chavalerío de Internet, que aún no se los sabe

Archivo de agosto, 2007

Carteles de salas X

Según el artículo 6 de la Ley 1/1982 que reguló las salas X en España, “la publicidad de las películas destinadas a salas X sólo podrá utilizar los datos de la ficha técnica y artística de cada película, con exclusión de toda representación icónica o referencia argumental”.

Ante esta limitación legislativa a los exhibidores de películas guarras no les quedó otra que inventarse unos carteles de confección artesanal en los que una tipografía ornamental y juguetona suple a los proscritos culos y tetas.

Los muy ociosos taquilleros de las salas X (250.000 espectadores en los ocho cines que quedan en España en todo 2006: menos de 8 espectadores a la hora) confeccionan los carteles de la sala X de Duque de Alba, el único de los tres cines de Madrid que conserva este arte amanuense. A mediados de los 80 la capital contaba con 15 salas, compitiendo fieramente en programación e ingenio tipográfico.

Como puede comprobarse, el cartel de cada película incluye toda la información absolutamente innecesaria para el aficionado al género: el título, la nacionalidad y los subtítulos. Ni un dato sobre el reparto (salvo una referencia al hiperpublicitado Nacho Vidal) o la tendencia sexual de la cinta, aunque dudamos que los empresarios se aventuren a ciclos de coprofagia o a revisitar clásicos del bestialismo.

Cualquier chaval puede ver en la pantalla de su móvil el bukkake de una compañera de clase mientras pasa por delante de este casto e infantiloide aviso:



No salga de casa sin ello



La increíble historia del cerdo-mascota peludo



Ciclo de Cine Gay

En vista del éxito de las películas sobre sexualidad alternativa en el Lejano Oeste («Brokeback Mountain», «Sillas de montar calientes» etc…) el Desternillablog, su blog amigo, se complace en presentar su primer Ciclo de Cine Gay.

LAS CRÓNICAS DE GAYAR

«Papá, soy gayar». Así comienza la trepidante aventura de un púber que sale de un armario de la Inglaterra para aparecer en LaOm, un mundo inversamente paralelo que es una continua fiesta de la espuma.

MARICÓN MAN

Un guión traspapelado provoca que Dustin Hoffman se presente vestido de lentejuelas en el rodaje de una película sobre la búsqueda de un antiguo jefe de las SS. La escena en el dentista es despiporrante.

MÁS ADENTRO

Después de encarnar magistralmente a Clarita en «El retorno de Heidi», Javier Bardem se mete en la piel de un antiguo pelotari que acaba regentando un bar de osos. El título hace referencia al almacén del antro, claro.

PÍDELE CUENTAS AL GAY

Un obrero contratado para alicatar La Peineta para Madrid 2012 se queda en la puta calle y emprende una peregrinación a Mónaco «para decirle dos cosillas al maricón ese», según sus propias palabras.






















Cosas que ocurren un domingo por la mañana



Los bares con nombres divertidos

A los bares uno va a divertirse, a ser posible desde la misma puerta. Es por ello que un buen día los empresarios hosteleros decidieron que el garito no tenía por qué llamarse Eclipse o Milky Way o JoyFer, sino que podían dejar volar su imaginación y bautizarles con nombres largos y divertidísimos, del tipo No se lo digas a nadie, Donde siempre o Mira quién bebe.

Veamos pues las modalidades:

EL MALENTENDIDO.

Si pretendes quedar con algún conocido en un establecimiento llamado Donde te dije o Mi pafeto favorito se producirán conversaciones tan descacharrantes como la que sigue:

-¿Dónde quedamos?

-Pues en mi pafeto favorito.

-Ya, ¿pero cuál es?

-Pues ése: Mi pafeto favorito. Juas, juas.

Una cachondada como llamar a tu perro Comotú.

LOS JUEGOS DE PALABRAS.

Legendaria es la capacidad del español para elaborar juegos de palabras, dobles sentidos y retruécanos, desde Quevedo a Palomino. Así si abres un bar, lo suyo es que le llames Bar Bararrey o una tasca, Tasca Breao, como han visto estos ojos. Si lo tuyo es el mundo pub, nada como Aquí Pub y Después Gloria.

Y no sólo los abrevaderos para la juventud; también se han apuntado a la denominación hilarante negocios de nueva hornada, como ese espá recién abierto en Madrid que dice llamarse Spa Quedarse. Es pa’ mondarse, ¿no?

EL GUIÑO CÓMPLICE.

Si, como suele suceder, la aspiración del antro es agrupar a un determinado grupo generacional, nada como lanzar un señuelo a su memoria televisiva: ¡Vilma, abre la puerta! para los cuarentones, ¡Chanquete ha muerto!, para los treintañeros o Un poquito de por favor para los más chavales.

EN HONOR AL PROPIETARIO.

Si en el sector del bar diurno ganan por goleada los nombres de los dueños (y sus permutaciones), en los pafetos también son un clásico, sobre todo cuando la pareja vive su primer verano del amor. Así un pafeto que se llame Rick&Rita al año siguiente muy posiblemente se acabe llamando algo así como ¡Qué Rick´O!, debido a la espantá de la fémina harta de soportar borrachos.

LAS COSAS DEL PRIVAR.

Además de divertirse, a los bares va uno a beber, así que si tratamos de incrementar el consumo per cápita del respetable valga un sencillo y divertido apócope, como BB+ o PK2. Ahora bien, si lo que despachamos tras la barra es garrafón, nada mejor que Verás mañana.



A quien Dios se la vuelva a dar…

Tras su paso por el séptimo cielo, Iosif se da una vuelta por el Infierno, que es de donde nunca debió haber salido.



La comedia del verano



A quien Dios se la diere…