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Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

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Saint-Emilion, un pueblo que hay que conocer

Una visita obligada para todos los amantes del vino es la de Saint-Emilion, uno de los pueblos vinícolas más bonitos y atractivos que se pueden encontrar.

Patrimonio mundial de la UNESCO, es un pueblo medieval, construido sobre un semicírculo de colinas frente al río Dordogne, con múltiples planos superpuestos, con sus casas formando una especie de anfiteatro y lleno de calles estrechas y escarpadas. El pueblo está concebido como un cascarón protector alrededor de la excepcional ermita construida en el interior de la montaña, de forma que las distintas iglesias y puertas forman un gran zodíaco.

Uno de sus monumentos más destacados es el Menhir de Pierrefitte, construido hace unos 5.000 años por marineros que llegaron hasta allí a través del río Dordogne. El menhir, situado en un cerro que domina el río, tiene a sus pies una fuente con supuesto valor milagroso. Había también una ermita que fue destruida durante la Revolución.

Pero, sin duda, el gran monumento de Saint-Emilion es la ermita monolítica. Emilion era un celta, al que algunos documentos consideran de los primeros druidas cristianizados. Convertido en benedictino adopta como ermita el nicho de una fuente, que empieza a convertir en una impresionante ermita, aumentando la bóveda y creando un baptisterio.

Allí es enterrado en el año 76 y sus sucesores continuaron excavando la montaña hasta crear un conjunto arquitectónico increíble.

Otros edificios destacados son el Château du Roi, la iglesia Colegialle, le Palais Cardinal, la Grande Muraille, el convento de los Cordeliers, las murallas, las fosas y viejos muros que rodean la villa.

La viña se cultiva desde la época galo-romana y el poeta latino Ausone poseía una villa cerca del pueblo, descubierta recientemente al lado del Château La Gaffelière. La viña tiene una época de crisis con la llegada de los visigodos, pero después vuelve a su esplendor.

En 1199, cuando toda la Gironda estaba dominada por los ingleses, Juan Sin Tierra otorga a Saint-Emilion libertades comunales y establece un Jurado que administra la comarca y reglamenta, entre otras cosas, la elaboración de vino y su comercio. Hay que destacar que el área de elaboración que se fija en esta Carta de 1199 es el mismo que actualmente tiene la A.O.C. Saint-Emilion.

Durante el siglo XVIII el Jurado combate la utilización abusiva del nombre de Saint-Emilion, sobre todo por los viticultores de Bergerac. Inspecciona las bodegas y desde 1742 graba al fuego las armas de la ciudad en las barricas de más calidad.

Con la llegada del ferrocarril en 1853 el mercado de París, del norte de Francia y, posteriormente, de los Países Bajos, se abre para los vinos de Saint-Emilion. Sin embargo, la exportación, que se realiza desde el puerto de Burdeos, sigue dominada por los vinos del Médoc. Los vinos de la ribera derecha no formaron parte de la clasificación de 1855, pues eran vendidos por los negociantes de Libourne, en lugar de por los de Burdeos, que fueron los que organizaron dicha clasificación.

Otro día hablaremos de sus viñedos y de sus vinos, hoy estamos más turísticos.

Tiendas para comprar vinos hay a cientos, aunque la selección es bastante desigual y los precios no son baratos.

Yo siempre me compro una cajita, o varias, de macarons, una pasta de almendra que me encanta. Se pueden encontrar los que hace la familia Blanchet, que fueron los que encontraron en un desván la fórmula original que había desaparecido, en el número 9 de la calle Gaudet.

Un lugar para comer es L’Envers du Décor, situado en la parte alta del pueblo, junto a la Maison de Tourisme. Comida sin complicaciones pero bien hecha y magnífica carta de vinos, no sólo de Burdeos, con precios no exagerados para ser en Francia.

Más lujoso es la Hostellerie de Plaisance, un Relais Châteaux con una cocina elaborada y seria que nos propone Philippe Etxebest. Tiene dos estrellas Michelin y sus menús están entre los 55 y los 120 euros.