Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

Entradas etiquetadas como ‘pesquera’

Alejandro Fernández, un nombre para la historia

Si hay una persona en el mundo del vino por la que sienta especial debilidad es Alejandro Fernández. Sin su ayuda difícilmente Maribé y yo hubiéramos sacado adelante El Lagar, nuestra tienda de Burgos.

Conocimos a Alejandro, que en esta foto de hace varios años está acompañado de su hija Eva y de Maribé, haciendo un reportaje para Diario 16 Burgos y el flechazo fue inmediato.

Hemos estado muchas veces en su casa y él ha estado en la nuestra y puedo llamarle, sin exagerar nada, amigo.

Al margen de la amistad su mérito es indudable, aunque algunas voces a veces lo duden.

No es posible hablar del momento del vino español sin recordar el papel que ha jugado Alejandro. En la Ribera del Duero existía Vega Sicilia, pero estaba tan lejos de los demás que llevaba una vida paralela. Estaba también la Cooperativa de Peñafiel. Pero hasta que no aparece Tinto Pesquera no se ilumina la Ribera.

Su estilo de vino era diferente del que en ese momento se hacía en España.

Desde el principio supe lo que quería hacer. Un vino como los que siempre se hicieron en mi tierra, pero elaborado con mimo, con los mejores medios y dejando libre mi intuición. Yo parto de un respeto máximo a la uva. Sin buenas uvas no hay buen vino. Mis primeros esfuerzos fueron para garantizarme ese principio, por esa razón siempre he invertido en viñas lo que he sacado vendiendo vino.

Alejandro llevaba las botellas en su coche o bajo el brazo en los aviones, un día tengo que preguntarle cómo lo hace ahora con la seguridad de los aeropuertos. Salió de España, algo no muy habitual en esa época, y situó su vino en todos los lugares del mundo.

Hace poco comentaba que se había encontrado con los Príncipes de Asturias en Shangai y el Príncipe le había dicho

nos encontramos en todas las partes.

Hoy Pesquera es un nombre reconocido por todos y sus vinos están en las mejores cartas de vinos.

Abrió muchas puertas a otros bodegueros que fueron detrás, aunque, como siempre pasa en España, no se le reconocerá hasta que haya muerto y se ponga su nombre a alguna calle de algún pueblo de la Ribera.

Me sigue asombrando su pasión, su enorme capacidad de trabajo. Cada día recorre sus viñas, de las que conoce cada cepa y eso que tiene muchas hectáreas, va de Condado de Haza a Dehesa de la Granja (en la foto del medio), visita a sus clientes, viaja constantemente.

Con él aprendí muchas cosas y si algo me trasmitió fue esa pasión. Entre mis mejores recuerdo siempre estará alguna visita a su bodega, escucharle cantar su canción y disfrutar de sus viejas añadas.