Por Edu Casado

Lebron, en 2011 (izda.) y en 2015 (dcha.) (GTRES).
El aficionado atento lo habrá notado. LeBron James estuvo durante años ataviado con una cinta. No sólo enjugaba su sudor, sino que tapaba su nacimiento del pelo.
Pero de un tiempo a esta parte, el fenómeno de Akron ya no la usa. Lleva la cabeza descubierta. Es más, su nacimiento de pelo parece más bajo que antes.
Uno de sus rivales en la liga, el alero de los Golden State Warriors, Andre Iguodala (último MVP de las finales), ha manifestado sus dudas acerca de este hecho en un vídeo que subió a Snapchat y recoge The Shade Room: «Tenía el pelo por aquí —dice señalándose la parte central de la cabeza—. Estaba calvo, como yo. Ahora tiene el pelo por aquí —dice señalándose la frente—», confiesa el de Illinois mientras quien lo graba no puede aguantar la risa.
LeBron no se toma a mal las discusiones acerca de su calvicie. El otro día jugó en Sacramento, ciudad en la que debutó a los 18 años: «Tenía menos tatuajes y más pelo», dijo el dos veces campeón de la NBA.