La diva eurovisiva de 2022 se llama Chanel y mucho tienen que hacer los demás países que quedan por elegir a sus candidatos para que esto cambie.
Esta noche me he tragado la segunda gala del Festival da Canção, la preselección portuguesa para Eurovisión, solo para ver a Chanel en directo dándolo todo en el país vecino. La espera ha merecido la pena.
¡Qué magia! Pese a que vocalmente ha estado menos controlada que en el Benidorm Fest, su actitud sobre el escenario, su entrega, su nuevo estilismo (un mono brutal del recientemente fallecido Thierry Mugler) y la perfección de sus coreografías junto con la sincronía con sus bailarines, han hecho de la de Chanel, una actuación digna de estrella internacional invitada y, mucho me temo, que así lucirá en mayo en Eurovisión.
¡Nunca nos hemos visto en otra igual! Para mí, de momento, España gana Eurovisión.