Sorpresa mayúscula me llevé al conocer que Ricky Merino iba a grabar un dueto junto a Conchita Wurst. El mundo de la música es bastante complicado y que Ricky Merino siga manteniéndose en el candelero con temazos como este Smalltown Boy en colaboración con Wurst, me parece admirable. La lucha contra la Lgtbifobia, si viene en forma de canción y con dos referentes como ellos dos… mejor.
Mientras algunos de sus compañeros de OT 2017 han desaparecido del mapa, Ricky Merino sigue a tope: publica singles, genera contenido para sus redes sociales, colabora en programas de televisión, presenta su propio programa en Netflix y se curra colaboraciones como esta maravilla que acaba de publicar junto a Conchita.
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Con esfuerzo, tesón y mucho trabajo, Ricky Merino está logrando hacerse un nombre en el mundo del espectáculo en España sin que nadie le haya regalado nada. Y cuando digo nada, es nada. Porque me consta, entre otras cosas, que lo de su colaboración con la ganadora de Eurovisión 2014 no ha sido fruto de un acuerdo entre discográficas ni una imposición como podría ser la maravillosa reciente colaboración de Katy Perry con su «amiga» Aitana. En este caso fue Ricky, junto con su equipo quienes contactaron de manera humilde y directa con la cantante austriaca que accedió a grabar esta interesante versión de Smalltown Boy.
Sus voces suenan perfectas juntas, me ha encantado el modo en el que sus colores empastan sin pisarse y comparten elogios por sus rangos vocales en este tema que encierra tanta historia y reivindicación en su letra. Lanzado por Universal Music Spain y con un videoclip dirigido por el siempre fantástico Salva Musté, esta nueva versión de Bronski Beat 36 años después llega para recordarnos que, aunque el tiempo pasa, sigue siendo necesario luchar contra el rechazo social y familiar dentro del colectivo LGTBIQ+.
Gracias Ricky, esto es maravilla pura.