Una investigación liderada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) ha demostrado que las dehesas más diversas, donde hay presencia de competidores y depredadores de los ratones (rapaces y zorros principalmente), funcionan mejor que las más simples.
¿La razón? La presión depredadora fuerza a los roedores a desarrollar una dispersión de semillas más eficaz, actuando en beneficio de la encina, el organismo que define la dehesa. Lee el resto de la entrada »