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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Fármacos, microplásticos, metales, insecticidas: llega la basura invisible

El biólogo Carlos Ciudad toma muestras en un espacio protegido. EFE/Javier Cebollada

Hay basura que se ve, se huele, se tropieza, pero otra es invisible. Más de un centenar de sustancias tóxicas derivadas de medicamentos, plaguicidas, pinturas, cosméticos o productos de limpieza flotan y se depositan en las orillas de los ríos españoles y restos de metales pesados se cuelan en el organismo de nuestra fauna más amenazada, según recoge en un reportaje Cristina Yuste, de EFEverde.

Más allá de las botellas de plástico, las colillas, las toallitas y demás residuos que siembran los espacios protegidos, la presencia en el medio terrestre de contaminantes de origen químico amenaza a ríos, arroyos o lagunas, afecta a los usos antrópicos del suelo y es responsable en gran medida de la contaminación que llega al océano. Lee el resto de la entrada »

El desarrollo de las renovables puede salvar a los últimos ríos sin embalses

Presa Hoover, en el río Colorado, entre Arizona y Nevada. Foto: Pixabay

Los nostálgicos de las inauguraciones franquistas de embalses, las famosas de Paco Rana, están de mala suerte. Esas grandes obras de ingeniería hidráulica ya no son necesarias. La energía solar y eólica podría garantizar el acceso a la electricidad de mil millones de personas que actualmente carecen de acceso a ella. Así lo ratifica el nuevo informe de WWF “Una conexión fluida” publicado en el marco del Congreso Mundial de Energía Hidroeléctrica en París.

Este estudio concluye que invertir en energías renovables podría evitar la fragmentación de hasta 165.000 ríos por la construcción de grandes presas que generan graves impactos en la biodiversidad y el medio ambiente. Lee el resto de la entrada »

En el río Segura hay ya más especies exóticas que autóctonas

El cangrejo rojo americano desplaza a los cangrejos autóctonos.

Hace unos días nos escandalizábamos con la asquerosa contaminación de plásticos que cubre el Segura, pero lo peor no se veía: la pobreza de sus aguas. En el río hay ahora mismo más especies invasoras que autóctonas.

De las 18 especies piscícolas que viven en su cuenca fluvial, el 78% son exóticas, según revela un escalofriante estudio publicado por el biólogo David Verdiell y el naturalista Francisco Javier Murcia en el último número de la revista Quercus. Lee el resto de la entrada »

El Segura, convertido en un asqueroso río de plástico

La desembocadura del río Segura en Guardamar (Alicante) es el lugar más vergonzoso y vergonzante de Europa. Un espacio natural que antiguamente tuvo una biodiversidad brutal, incomparable, y que ahora mismo se ha convertido en un espacio maloliente de plásticos y basuras. Cuanto más lo visito y lo conozco, más asco y vergüenza siento.

El pasado fin de semana, vecinos y activistas de Greenpeace hicieron una recogida de plásticos en ese estercolero acuático. A pesar de que la Confederación Hidrográfica del Segura limpiara la desembocadura del río unos días antes, intentando adelantarse a la “visita” de los ecologistas, los envases plásticos ya habían vuelto a acumularse en la zona, ante la indignación de los vecinos. Cientos de ellos, provistos de guantes y bolsas, respondieron a la convocatoria para recoger la enorme cantidad de plásticos del área y, sobre todo, señalar a las principales marcas responsables de esta contaminación. Lee el resto de la entrada »

Preocupación por un extraño topo ibérico con trompa, acuático y nocturno

Señala media docena de los animales más amenazados y emblemáticos de España. Mencionarás sin duda al lince, el águila imperial, el lobo, el oso pardo, el urogallo o el quebrantahuesos. Pero te olvidarás de una de las joyas de la biodiversidad europea: el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus).

¿Qué bicho es ése?, te preguntarás. Quizá sea la primera vez que oyes hablar de él. Es lógico. Lo tiene todo para pasar desapercibido: es nocturno, acuático, terriblemente tímido, huidizo, escaso y, por si fuera poco, es muy feo. Y los animales feos tienen poco futuro en una sociedad que centra sus esfuerzos de conservación en las especies más hermosas.  Lee el resto de la entrada »

Más de 3.000 proyectos hidroeléctricos amenazan a los últimos ríos salvajes de Europa

Las cifras son espeluznantes. En una amplia zona montañosa de los Balcanes ubicada entre Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Albania y Macedonia, más de 3.000 proyectos hidroeléctricos amenazan con destruir la rica diversidad cultural, histórica y ecológica de la región conocida como el corazón azul de Europa.

Los últimos ríos salvajes cuyos cauces no han sido regulados por presas están cayendo uno tras otro a pesar de la fuerte resistencia de las poblaciones locales, pero también por culpa de la gran indiferencia del resto de los europeos. Lee el resto de la entrada »

Uno de cada tres ríos españoles está contaminado por glifosato

Se supone que el glifosato es el herbicida perfecto, el de más amplio espectro y el más inocuo y seguro de todos ellos para personas, animales o el medio ambiente. Pero es mentira. La Organización Mundial de la Salud lo ha clasificado como “un probable carcinógeno para los seres humanos”. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) lo considera no cancerígeno pero sí una sustancia tóxica para la vida acuática.

En muchas ciudades, el glifosato se echa en aceras y calles para eliminar las malezas que crecen en cunetas y grietas del pavimento. En estos casos, como la tierra no puede absorber el veneno, hasta un 24 % del herbicida puede escurrir hasta el agua de drenaje. Otras veces se emplea masivamente en carreteras para controlar la vegetación de las cunetas, cayendo el herbicida directamente en sotos fluviales e incluso ríos. Lee el resto de la entrada »

La matanza de cormoranes en Asturias no logra frenar el declive de truchas y salmones

© Coordinadora Ecologista de Asturias

Desde hace más de 11 años, el Principado de Asturias ha matado más de 2.300 cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) para nada. En teoría, con tan brutal acción de control de la población invernante de este pájaro que se alimenta de peces mejorarían las poblaciones de truchas y salmones.  Es una exigencia de los pescadores. No quieren competencia en el campo. Quieren ser los únicos pescadores de los ríos.

Pero matar cormoranes no funciona. Era algo que ya se sabía. Como ha ocurrido en otros países y confirman numerosos estudios científicos, las matanzas de cormoranes no sirven para recuperar las poblaciones de los salmónidos ni consiguen reducir la densidad de estas aves. Tan solo siembran muerte.

Este año las cifras ponen los pelos de punta. Se matarán 130 cormoranes en el Nalón, 40 en el Narcea, 30 en el Sella, 20 en el Deva/Cares y el Bedón, 5 en el Esva y 5 en el Navia.

A pesar de la inutilidad de tales matanzas, varios colectivos de pescadores deportivos piden más sangre. Exigen a la administración el exterminio de la mitad de la población invernante de cormoranes grandes e incluso han pedido que se incluya en la lista de especies “a controlar” a garzas, nutrias y martines pescadores. Como se enteren de que los cangrejos de río también comen peces irán a por ellos. Exigen exclusividad fluvial.

Frente a ellos, varios colectivos ambientales asturianos han puesto en marcha una recogida de firmas pidiendo exactamente lo contrario. Solicitan cordura, el cese de las matanzas de cormoranes y la adopción de una postura firme contraria al control letal de otros depredadores, muchos de ellos protegidos por la legislación actual.

Asimismo, se solicita al Principado de Asturias que acometa las actuaciones necesarias para asegurar la conservación de las especies autóctonas de salmónidos, que deberían incluir necesariamente la recuperación de los cauces fluviales, la eliminación de obstáculos, la persecución efectiva del furtivismo, la lucha contra la contaminación y la reducción de los cupos de captura. Porque como confirman los expertos, son estos problemas, y no los cormoranes, los auténticos responsables de la pobreza de los ríos asturianos.

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Los lobos logran modificar el curso de los ríos

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Un vídeo está corriendo estos días como la pólvora por Internet. Ha sido colgado por la página norteamericana Sustainable Man y subtitulado al castellano en La Voz del Muro. Explica el sorprendente cambio registrado en el Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos), tras la reintroducción del lobo. Extinguido de la región hacía 70 años, su llegada en 1995 fue concienzudamente seguida por los científicos. Y el resultado es que los cánidos salvajes han logrado modificar los cauces de varios ríos.

Su aparición, es verdad, ha eliminado a algunos competidores como el coyote. Pero por el contrario, ha beneficiado enormemente a decenas de especies amenazadas.

¿Cómo ha sido posible algo así? El secreto está en lo que en ecología se conoce como «cascadas tróficas«. El vídeo te lo explica muy bien, pero por si no puedes reproducirlo te lo resumo.

Hasta la llegada de los lobos, el número de ciervos se había disparado, pues en Yellowstone la caza está prohibida. En consecuencia, la vegetación natural se encontraba seriamente dañada. Los lobos empezaron a cazar ciervos, pues eran presa fácil para ellos, pero lo más interesante fue el cambio que se produjo en el comportamiento de esos grandes herbívoros. Atemorizados por el nuevo depredador, dejaron de frecuentar los lugares más desprotegidos como el fondo de los valles. E inmediatamente, en esas zonas comenzó a regenerarse la vegetación natural. En algunos sitios, la altura de los árboles se quintuplicó en sólo 6 años.

Las hasta entonces orillas desforestadas de los ríos pronto se cubrieron de sauces y álamos. Detrás de ellos llegaron las aves forestales, muchas especies hasta entonces inexistentes. Y también aparecieron los castores, amigos de roer árboles y hacer grandes presas que modifican el curso de los ríos. Es así como los lobos lograron cambiar indirectamente su aspecto. Hasta tal punto que estas modificaciones han reducido los efectos de la erosión, estrechado los cauces, generado lagunas y remansado rápidos.

Y todo porque los lobos expulsaron de los valles a los ciervos. Pero aún hay más. Esas presas de los castores dieron cobijo a peces, anfibios, reptiles y mamíferos como la rata de agua o la nutria. Al desaparecer los coyotes aumentaron los ratones y los conejos, oportunidad que supieron aprovechar rapaces, comadrejas, zorros y mofetas. Las poblaciones de carroñeras también se beneficiaron enormemente de todos esos restos animales dejados abandonados por los lobos. Incluso los osos, quienes además de la carroña también disfrutaron de una cantidad inusitada de arbustos repletos de fruta y bayas.

Es así cómo un pequeño número de lobos no sólo ha logrado modificar el ecosistema de un espacio tan inmenso como Yellowstone, sino que incluso ha sido capaz de cambiar su fisonomía. Absolutamente increíble ¿No te parece?

Este argumento, el de las cascadas tróficas, deberían tenerlo muy en cuenta nuestros gestores ambientales. Especialmente los del Parque Nacional de Picos de Europa, o los de las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León, empeñados como están en exterminar a tan imprescindible escultor de la naturaleza. Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Foto: Wikimedia Commons

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Los insecticidas contaminan los ríos de Europa

Parecen limpios, naturales, rebosantes de vida, pero están enfermos. Los ríos de Europa sufren una grave contaminación. Y la culpa no la tienen las fábricas ni los vertederos. La culpa la tiene una agricultura industrial que riega los campos de insecticidas, productos sintetizados que al final acaban en la red fluvial arrastrados por las lluvias o vertidos directamente por incorrectos manejos de los agricultores.

La tendencia futura es mucho más alarmante. Según recoge el servicio Euroalert de la Unión Europea, se espera que los ríos cada vez estén más afectados por los plaguicidas.

Los resultados de este estudio, llevado a cabo por científicos del Centro Helmholtz de Investigación sobre el Medio Ambiente (UFZ), han sido publicados en la revista Ecological Applications y demuestran cómo el uso de insecticidas para fines agrícolas puede poner en serio peligro los ríos europeos. Tras realizar comparaciones de proyecciones climáticas y cambios en el uso del suelo, los miembros del proyecto concluyeron que el uso de este tipo de sustancias podría provocar que extensas áreas entren a formar parte en los próximos años del 40% de la superficie continental donde los ríos ya no gozan de una situación ecológica óptima.

¿La razón? El cambio climático aumentará las poblaciones de insectos, estos acabarán convirtiéndose en plagas, y el empleo de insecticidas para luchar contra ellos se disparará. Se prevé que en 2090 el uso de plaguicidas se multiplique por 23 en Europa, dependiendo del grado de aumento de la temperatura y de los cambios en el uso del suelo.

Para mitigar este impacto los científicos recomiendan crear zonas de amortiguación a lo largo de los ríos. Y aunque no lo señalen, esas zonas deberían apostar por la agricultura ecológica, la única que logrará dejar de emponzoñar el campo, el agua y nuestros alimentos.

Estas reservas se convertirían así en refugio para las especies amenazadas, desde donde iniciar futuras repoblaciones una vez se lograra reducir las elevadas concentraciones actuales de insecticidas. Imprescindibles custodios de biodiversidad y salud.

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