En mi último viaje a Mallorca he tenido el privilegio de disfrutar de una experiencia fascinante: catas dinámicas de paisaje. Suena raro pero os la recomiendo como original actividad para este verano recién estrenado.
Consiste en ir a un lugar muy especial y poner las pituitarias al viento. Muy relajados, pues como sabiamente aconseja el escritor Patrick Süskind,
“el perfume debe olerse en estado distendido y aireado, nunca concentrado”.
En mi caso, por iniciativa de Rafel, un experto biólogo mallorquín a quien se le ha ocurrido tan brillante idea, nos fuimos al atardecer a la playa de Son Serra de Marina, espectacular mirador al Cap de Farrutx (Artà). Lee el resto de la entrada »
La Red de Sensibilidad Química, con la que colabora la activista por los derechos de los enfermos de SQM, Eva Caballé, ha desarrollado una campaña de envío de postales navideñas en varios idiomas donde puede leerse:
“El verdadero Papá Noel no usa colonia porque quiere a todos los niños. Incluso a los que tienen asma o alergias”.
Seguro que más de uno os habréis quedado a cuadros. ¿Qué tiene que ver Papa Noel con la colonia? ¿Y qué demonios es eso de la SQM?
Empecemos por el final, que es el principio de todo esto. La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) es una enfermedad emergente, de las ahora ambiguamente denominadas como raras. Aunque tiene poco de rara, pues afecta a unos 400.000 españoles, sólo que la mayor parte de ellos, al igual que sus médicos, lo ignora. Se trata de una terrible reacción sistémica frente a niveles muy bajos de exposición a productos químicos normalmente tolerados por la mayoría. Un ambientador o el olor de un caro perfume les puede mandar meses al hospital.
Durante años estos enfermos (cada vez más, incluso niños, cada vez más gravemente afectados) han sido tenidos por enfermos imaginarios. Científicamente parecía imposible poder perder la salud por comer, tocar u oler comidas, objetos y aromas absolutamente cotidianos. Pero ocurre, y si no que se lo digan a Eva o a muchos de los miembros de la Fundación Alborada, enterrados vivos en casas convertidas en aisladas burbujas.
Por suerte para todos y tras muchos años de reivindicaciones, el Ministerio de Sanidad acaba de dar el primer paso al publicar un “Documento de consenso” sobre SQM donde se reconoce implícita (que no legalmente) la existencia de este mal.
En mi opinión y la de muchos especialistas, las nuevas enfermedades ambientales son la punta del iceberg de lo que se nos viene encima. Estos enfermos, actualmente ignorados por la sanidad pública española, son la avanzadilla, los primeros avisos de que tanta química en el ambiente está dañando nuestra salud. Asmas, alergias y otras incompatibilidades van en aumento formando parte de una terrible realidad, esa que señala a nuestro actual sistema de vida industrializado como algo artificial y peligroso.
Así que volvamos a la Navidad y recordemos a Papá Noel que en el mercado hay una amplia oferta de cosmética natural con fragancias mucho más sanas y menos caras. Será nuestro pequeño gran gesto por el futuro.
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Más información sobre el tema en la página de la Fundación Alborada y en el blog No Fun, pero especialmente en el sensacional programa que Carne Cruda (RNE3) le dedicó el pasado lunes a la enfermedad bajo el sugerente título de Sensibilidad Humana Múltiple.