Debemos tener los culos más delicados del mundo. Porque para limpiarlos solo aceptamos papel tissue blanco de lujo, dos y tres capas, acolchado, fabricado a partir de de pulpa de celulosa virgen procedente en su mayoría de los bosques boreales del norte de Europa y América.
En apenas 50 años hemos pasado de usar cantos del río, recortes de periódico y la aspereza de los rollos del famoso Elefante (400 hojas marrones a doble cara) a la suavidad del algodón inmaculado. Por el camino se ha quedado la opción más lógica: apostar por el papel higiénico reciclado. Igual de suave pero mucho más sostenible, pues no hace falta cortar ningún árbol para producirlo. Lee el resto de la entrada »