El pintor Marc Chagall fue hijo errante de su tiempo. Era bielorruso, de pueblo y judío. Fue ruso, soviético y francés. Sufrió los horrores de las dos grandes guerras y de la Guerra Fría, y quizá por eso en los últimos años de su vida en la Costa Azul, acabó refugiado en su arte y en la religión.
Creó un universo mágico, sobrenatural, exclusivo y personal, habitado por parejas de enamorados voladores, gallos y cabras de todos los colores. Picasso sostenía que Chagall fue el artista que mejor entendió el color. El escritor Henry Miller lo definió como «un poeta con alas de pintor», pues volaba con sus pinceles por paisajes oníricos soñados en colores agridulces. Lee el resto de la entrada »