Se supone que el glifosato es el herbicida perfecto, el de más amplio espectro y el más inocuo y seguro de todos ellos para personas, animales o el medio ambiente. Pero es mentira. La Organización Mundial de la Salud lo ha clasificado como “un probable carcinógeno para los seres humanos”. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) lo considera no cancerígeno pero sí una sustancia tóxica para la vida acuática.
En muchas ciudades, el glifosato se echa en aceras y calles para eliminar las malezas que crecen en cunetas y grietas del pavimento. En estos casos, como la tierra no puede absorber el veneno, hasta un 24 % del herbicida puede escurrir hasta el agua de drenaje. Otras veces se emplea masivamente en carreteras para controlar la vegetación de las cunetas, cayendo el herbicida directamente en sotos fluviales e incluso ríos. Lee el resto de la entrada »