La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘holdridgei’

Extinguido un sapo negro y sordomudo

¿Tienen a mano un bolígrafo? Pues tachen de la lista de especies en peligro de extinción al sapo de Holdridge (Incilius holdridgei). Ya no hace falta que nos preocupemos por él. Se ha extinguido.

Era una rana pequeña, negra y sordomuda que vivía entre la horajasca del cerro Chompipe, una zona montañosa en la provincia de Heredia (Costa Rica). Antes muy numerosa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la acaba de borrar del mapa de las criaturas vivas. Desde 1986 no se ha vuelto a encontrar un ejemplar.

El dudoso privilegio de haber confirmado su desaparición le ha correspondido a Gerardo Chaves, científico de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien en declaraciones al periódico costarricense La Nación recordaba lo fácil que era antes de encontrar este anfibio, especialmente durante su período reproductor, de abril a mayo.

“Esta especie tenía un comportamiento muy interesante. En época reproductiva las ranas se reunían cerca de la calle principal que va hacia el cerro Chompipe. Allí formaba agrupaciones centenarias muy impresionantes. Había muchos sapos machos esperando a sus hembras”.

¿Y por qué era sordomuda?

Pues porque carecía de un sistema auditivo externo o interno conocido. Como explica de nuevo Chaves,

“Durante nuestros estudios no hallamos nada que pudiera indicarnos que estas ranas pudieran oír nada. Sabemos también que, por esta misma característica, ellas eran incapaces de comunicarse mediante sonidos, pues no emitían ningún tipo de canto o ruido”.

Esta sordomudez, poco frecuente en el mundo natural, se explica en lugares como Costa Rica, donde hay tantas especies de anfibios haciendo tanto ruido, que algunas se han visto obligadas a buscar otra forma de comunicarse entre sí. Por ejemplo, por el olfato.

¿Y por qué se ha extinguido?

No se sabe con seguridad, pero todo apunta de nuevo a esa terrible plaga de la que ya os he hablado en otra ocasión y que está diezmando a los anfibios de todo el planeta. Se trata de un hongo letal conocido como Batrachochytrium dendrobatidis, de rapidísima propagación y para el que no existe tratamiento.

La extinción de especies es algo absolutamente normal, base de la evolución natural desde el nacimiento de la vida en la Tierra. Pero cuando se produce ante nuestros propios ojos nos provoca un extraño sentimiento de impotencia, de fracaso. E incluso de miedo. ¿Quién nos dice que este sapito no encerraba en su biología algún remedio contra nuestras enfermedades más dañinas? Ya nunca lo sabremos.