Las nuevas tecnologías de seguimiento por GPS han permitido hacer un descubrimiento sorprendente: los buitres leonados españoles no comen cualquier carroña que pillan por el campo. Tienen su particular cultura gastronómica, sus propios gustos personales. Tanto que los que se han acostumbrado a comer cerdos muertos en las granjas rechazan luego un venado olvidado en una montería, tan solo porque no les apetece ese tipo de carne. ¡Están hechos unos gourmets!
Un equipo científico español ha descubierto que los buitres presentan patrones de alimentación distintos según el lugar donde crían, con independencia de los recursos disponibles.
Esto indica que adquieren gustos distintos por transmisión cultural entre los individuos de una misma población. Exactamente igual que nos pasa a los humanos, pues nuestra dieta está íntimamente relacionada con los gustos culinarios del grupo social al que pertenecemos.