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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Pagan 100 euros por comerse un pollo de pardela

Me avergüenzo de mis vecinos de Fuerteventura. De algunos pocos de ellos, los salvajes que están pagando hasta 100 euros a otros salvajes sin escrúpulos a cambio de tener el extraño privilegio de poder comerse un pollo de pardela en una noche de excesos gastronómicos. Dicen quienes la han probado que su carne sabe a pescado. Que o te encanta o te espanta.

Lo acaba de denunciar la Asociación de Amigos de la Pardela Cenicienta, cuyos responsables critican la impunidad de los furtivos ante la falta de vigilancia, este año acuciada por los efectos de la crisis, que ofrece a las personas con menos escrúpulos un recurso económico alternativo.

¿No sabes qué es una pardela? Pues nada menos que nuestro albatros español.

Las pardelas cenicientas de Canarias (Calonectris diomedea subespecie borealis) se alimentan ahora libremente en el litoral sahariano y en el sur de Marruecos, pero crían en pequeñas grietas de los acantilados canarios, donde les esperan sus siempre hambrientos pollos, uno por pareja, una bola de plumón blanco repleta de aceite de pescado.

Un aceite que tradicionalmente se recogía en las islas por sus supuestos poderes terapeúticos contra el reúma. La explicación dada por nuestros abuelos era tan simple como ingenua: si las pardelas viven en el agua y no tienen reúma, su aceite, visto como un condensado del animal, curará el reúma.

A partir del próximo mes, tras la independencia de las crías, las pardelas inician un impresionante periplo por el Atlántico que les lleva igual a Brasil que a las costas de Namibia o Sudáfrica. El mar es su reino.

Heraldos canarios de la primavera, llegan aquí en febrero y no se van hasta diciembre. Su canto nocturno, semejante al lloro de un niño, me produce siempre escalofríos, pero también una extraña sensación de libertad.

En todo el archipiélago crían 30.000 parejas, aunque su número está en retroceso por culpa de la imparable urbanización de la costa, la sobrepesca, los ataques de gatos y ratas a sus colonias, y también desgraciadamente por las matanzas de los furtivos.

Este montón informe de plumas son pollos de pardelas capturados ilegalmente en Fuerteventura. Lo hacen introduciendo largos ganchos en las colonias y enganchando a las pobres aves con ellos, e incluso metiendo hurones en los agujeros. ¡Vergonzoso!

Un oso gravemente herido vaga por El Bierzo

La Junta de Castilla y León y el Principado de Asturias mantienen desde hace 15 días un complejo operativo para tratar de capturar vivo a un joven oso pardo, gravemente herido por el lazo de acero colocado en el campo por cazadores furtivos.

Es uno de los últimos 125 ejemplares que sobreviven en la coordillera cantábrica, una población en gravísimo peligro de extinción.

El pobre animal fue descubierto por un vecino de Páramo del Sil (El Bierzo, León) el pasado 17 de agosto. Quedó atrapado por un cable que le trabó toda la cintura. Logró romperlo a tirones, pero el alambre se le ha incrustado en la carne, constriñéndole el abdomen a la altura de los riñones y provocándole heridas muy graves.

Extremadamente delgado, lo está pasando muy mal, pero al menos se le ha visto comer arándanos, su fruta favorita. Ahora mismo se mueve por una amplia zona a caballo entre León (Páramo del Sil) y Asturias (Degaña), incapaz de liberarse por sí mismo de esa trampa de muerte.

Tres equipos integrados por guardas, veterinarios y biólogos de las dos comunidades autónomas trabajan en la zona para intentar capturar al animal con dardos anestésicos, y proceder a curar sus heridas antes de que éstas se infecten y lo maten. Una operación complicada donde las posibilidades de éxito son inciertas.

El primer intento de lanzarle un dardo hace unos días fracasó. Los tiradores son los mejores, pero resulta muy difícil acercarse al animal herido en una ambiente boscoso y abrupto como por el que se mueve.

La única noticia positiva es que el complejo operativo montado se mantiene, que no se le da al pobre animal por perdido.

Todos cruzamos los dedos por el éxito de la misión mientras nos hacemos insistentemente las mismas preguntas: ¿Quién fue el criminal que puso el lazo de acero en el campo? ¿Lo ha detenido ya la Guardia Civil?

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En la fotografía podéis ver al pobre oso con la cintura fuertemente aprisionada por un cable de acero. La imagen, cedida por la Fundación Oso Pardo y la Junta de Castilla y León, fue tomada con telescopio a larga distancia para evitar molestias innecesarias al animal.

La captura ilegal de un oso pardo se considera delito penal y puede ser castigada con cárcel y multas desde 200.000 euros a más de dos millones de euros.

Más noticias sobre el oso pardo en la Minuteca de 20Minutos.

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Actualización 10 de septiembre 2008.

Os incluyo sobre estas líneas una nueva fotografía que ha sido obtenida recientemente por los equipos que tratan de capturar a este pobre oso berciano. Al día siguiente de verlo se preparó todo un operativo para sedarlo, pero el animal no volvió a aparecer por la zona.

Como se ve en la imagen, las heridas provocadas por el lazo de los furtivos son muy graves.

En lo que va de año, la Fundación Oso Pardo lleva retirados 153 lazos de acero en los territorios del Alto Narcea y Alto Sil, semejantes al que ha herido a este infortunado animal.

Los cazadores piden más mano dura contra los furtivos

Los cazadores están dispuestos a acabar con el furtivismo de sus propios compañeros. Esta actividad ilegal les quita piezas y les da muy mala imagen. Si hay alguien que puede acabar con tal lacra medioambiental, no exenta de peligro para el resto de los que disfrutamos del campo, son sin duda ellos.

Resumo a continuación un interesante artículo (las negritas son mías) publicado esta semana en el periódico La Opinión de Zamora sobre el tema. Estoy completamente de acuerdo con ellos. ¿Estarán por fin cambiando las mentalidades en tan heterogéneo colectivo?

La Federación de Caza de Castilla y León expresa su malestar contra el furtivismo y se remite a la propia Ley de Caza de Castilla y León para remarcar que es cazador quien practica la caza reuniendo los requisitos legales para ello. «Los demás no son cazadores. Son matadores furtivos. Y esto no es nuevo. Se ha dicho desde siempre: «Venare non est occidere», «Cazar no es matar», y quien confunde ambos términos se equivoca».

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La Federación de Caza se pregunta por los resultados. «¿Qué les pasa a estos «presuntos»?; ¿que les meten en la cárcel?; ¿que les sancionan con cifras astronómicas?; ¿que les retiran inmediatamente los permisos de armas o los documentos necesarios para la caza? Pues de todo esto nada de nada; en la mayoría de las ocasiones una multa, que a este tipo de personajes, que suelen ser o muy pudientes o insolventes, les importa un pimiento, y que además suelen estar por debajo del valor real de las especies en el mercado cinegético».

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Para la Federación, «cuando se detiene al delincuente, habría que decomisarle en todos los casos todos los elementos que haya utilizado para la práctica furtiva, desde el vehículo hasta el arma, pasando por el GPS, tal y como se hace en las intervenciones por tráfico de drogas. De esta forma, tal vez a algunos no les compensaría tanto la práctica del furtivismo y además se podrían compensar en parte los daños con la subasta de los bienes incautados». Indican que «lo peor es que estos delincuentes suelen ser de sobra conocidos, tanto por las autoridades como por muchos cazadores deportivos».

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Indican al respecto que «lo cierto es que los corzos se convierten estos días en presa fácil y están siendo abatidos con suma facilidad, y si no se controlan sus capturas ¿qué animal soporta una temporada de caza de 150 días?».

Para la Federación «no valen argumentos como el de que antes de que lo maten los furtivos lo cazamos nosotros. Ese no es el camino. Pero tampoco lo es el de la frustración por parte de las Autoridades y la Administración, que en su impotencia para atajar el problema del furtivismo o los envenenamientos muchas veces actúan de forma implacable contra aquellos a los que sí pueden controlar, a los sufridos contribuyentes con nómina que somos los cazadores de a pie».

Detenido un sospechoso por la muerte del quebrantahuesos andaluz

La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial, por el presunto uso ilegal de cebos envenenados, a un ganadero de Castril (Granada) que colocó tres piezas de carne envenenada en la zona donde el pasado día 25 de abril fue abatida a tiros «Segura», la única hembra de quebrantahuesos de Andalucía.

Al ganadero, identificado como J.G.G., de 67 años, también le ha sido incautada una escopeta cuya legalidad deberá justificar, según informó la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Y aunque no lo señalan, se le considera el principal sospechoso de haber matado al gran buitre barbado andaluz. Si se confirma su autoría, podría ser sancionado con una multa de hasta 300.000 euros, y una pena de prisión de entre dos y cuatro años.

«Segura» había nacido el 8 de febrero del 2007 en el Centro de Cría de Guadalentín, en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Hija de Cabús y Corba, dos ejemplares cedidos por zoológicos europeos, voló por primera vez el 13 de junio de 2007. Era la única hembra de los 5 quebrantahuesos liberados hasta el momento en Andalucía, dentro de un proyecto de recuperación de la especie en esa comunidad.

Muerta «Segura», en estos momentos vuelan libres pero controlados por emisores satélite Faust, Tono, Libertad y Pontones. Haciendo honor a su nombre, Libertad ha dado rienda suelta a su curiosidad juvenil, habiendo sido detectada por Teruel, Soria y La Rioja. Una camino semejante al seguido por Tono (homenaje al naturalista José Antonio Valverde), quien estos momentos se mueve en las inmediaciones de la frontera francesa, unido a las potentes poblaciones pirenaicas de quebrantahuesos.

Cuando sean plenamente adultos, a partir de los cinco años, su fuerte filopatría, tendencia a criar en la misma zona donde nacieron, les llevará de nuevo a las serranías de Cazorla, huérfanas desde hace 20 años de esta emblemática carroñera.

El presupuesto total asignado a este Proyecto Life supera el millón y medio de euros (1.649.250 €), repartidos en los cinco años que comprende su ejecución. El 75% está financiado por la Comisión Europea, mientras que el otro 25% corresponde a su beneficiario, la Fundación Gypaetus, y al resto de los socios del programa: Junta de Andalucía, Federación Andaluza de Caza y Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.

Como ven, todos los colectivos unidos para lograr un único pero muy complicado fin, el retorno del quebrantahuesos. Si las escopetas, los venenos y los mortales tendidos eléctricos le dejan.

Un furtivo mata al primer quebrantahuesos de Andalucía en 22 años

Técnicos de la Consejería andaluza de Medio Ambiente han hallado en el Parque Natural de la Sierra de Castril (Granada) el cadáver tiroteado de «Segura», una hembra de quebrantahuesos liberada en 2007 en la cercana sierra de Cazorla (Jaén) dentro del programa de reintroducción de este ave en Andalucía.

Hace 22 años murió envenenado el último quebrantahuesos salvaje de Cazorla. Ahora un salvaje acaba de asesinar a su primer heredero, uno de los cinco que ya volaban libres.

Según ha informado en un comunicado la Junta de Andalucía, el animal, abatido por disparos de escopeta el pasado viernes, fue localizado porque, al igual que los otros quebrantahuesos liberados por el Gobierno regional, portaba un dispositivo de seguimiento vía satélite. Los análisis realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) confirman que el animal falleció a causa de disparos de escopeta que afectaron a órganos vitales del ave.

El proyecto medioambietal más ilusionante de España, la vuelta del quebrantahuesos, se ve así destrozado por la acción irreflexiva de un cazador furtivo. Un escopetero sin escrúpulos que no ha tenido problemas en:

Disparar en plena temporada de veda.

En un paraje protegido.

A una especie AMENAZADA, ÚNICA Y PROTEGIDA.

Perfectamente identificable por las marcas y radio transmisor que portaba.

La muerte por disparos de este quebrantahuesos está tipificada como una infracción administrativa muy grave en la ley de Flora y Fauna, sancionable con una multa de entre 60.101,22 y 300.506,05 euros, y como delito de atentado contra la fauna amenazada en el Código Penal con penas de prisión de dos a cuatro años. Si le pillan y le condenan, lo cuál no es fácil.

«Segura» nació el año pasado en el centro de cría en cautividad de quebrantahuesos de Guadalentín (Jaén) donde han nacido otros catorce ejemplares. Es el primer individuo de este ave planeadora que muere por disparos desde que en 2006 se liberó el primer ejemplar en la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, de donde este ave desapareció a mediados del siglo pasado.

La Junta de Andalucía ha informado de que este suceso «no paraliza la continuidad del programa de reintroducción del quebrantahuesos», y que prevé la suelta controlada de otros tres ejemplares el próximo mes de mayo.

Disparan a un águila imperial en Cádiz

El príncipe Enrique, hijo de Lady Di y nieto de la reina Isabel II, está siendo investigado por si tiene algo que ver con la muerte a tiros de dos aguiluchos pálidos (Circus cyaneus) en el sureste de Inglaterra. Una rapaz muy frecuente en España pero en peligro de extinción en el Reino Unido.

Como ven, en todas partes cuecen habas. Aunque con todos los respetos a los hijos de la Gran Bretaña, en esto del furtivismo y los escopeteros los españoles somos una potencia mundial. El último caso conocido ha sido el tiroteo la pasada semana en Espera (Cádiz) de un ejemplar joven de la amenazada mundialmente águila imperial ibérica (Aquila adalberti), de la que apenas sobreviven 200 parejas. El animal no ha muerto de milagro, pero los perdigones del irresponsable cazador (único colectivo que utiliza esa munición) la han herido de gravedad, con una fractura incompleta del cúbito del ala izquierda y varias heridas en cuello, cloaca y patas causados por cinco plomos de gran tamaño. A pesar su pronóstico reservado, el equipo veterinario que la atiende ha podido constatar síntomas de mejoría.

Por su parte, agentes de Medio Ambiente de la provincia de Cádiz tratan de descubrir la identidad del autor material de los hechos, tipificados no sólo como una infracción administrativa muy grave (sancionable con una multa de entre 60.101 y 300.5065 euros), sino también como delito de atentado contra la fauna amenazada recogido en el Código Penal con penas de prisión de dos a cuatro años.

Muy próxima al área donde fue abatido el animal, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desarrolla el Programa de Reintroducción de la especie en la provincia de Cádiz. Aunque con salvajes armados de esta calaña, unidos a los envenenadores del campo y a los tendidos eléctricos, lo tienen muy difícil para lograrlo.

Asesinan cinco gorilas de montaña para proteger unas patatas

Un macho y cuatro hembras de gorila de montaña, uno de los simios más amenazados del planeta, han muerto acribillados a tiros por cultivadores de patatas, hartos de los daños provocados por estos animales y de que la Administración no les diera ni soluciones ni indemnizaciones. El ataque se produjo en julio pasado en los volcanes de Virunga, dentro del Parque Nacional de la República Democrática del Congo, declarado en 1979 Patrimonio de la Humanidad. Pero las razones de esta matanza no se han sabido hasta ahora, y ello gracias a las investigaciones de la ONG Proyecto Gran Simio.

Los animales pertenecían a un clan de 12 ejemplares que, a causa del ataque, se ha disgregado. Dos días después se localizó a Ndeze, una cría de un año y medio, hija de una de las hembras asesinadas, herida de bala en una pierna. Su desvalida imagen al llegar al orfanato de gorilas de la Dian Fossey Gorilla Fund International nos hace llorar.

Inicialmente se habían barajado diversas hipótesis a esta masacre: la expulsión de los gorilas para hacer carbón vegetal, explotación de las minas de coltan, llamar la atención internacional hacia la milicia del general Nkunda o tratar de capturar las crías para venderlas a zoológicos. Tras detenerse a cuatro campesinos se ha conocido la única razón: HAMBRE. Los agricultores tan sólo trataban de proteger su campo de patatas. Sabían que si abatían al gran”espalda plateada” el grupo se dispersaría y los daños desaparecerían. Nadie les hacía caso ni les daba indemnizaciones por los destrozos, así que decidieron tomarse la justicia por su mano. La ley de la selva.

La destrucción de las forestas húmedas donde habitan estos gigantes, unos 670, sigue siendo la principal amenaza para la especie. Ello es debido a la presión de las más de 100.000 personas que, poco a poco, van ampliando el terreno agrícola a costa de arrancárselo al bosque. Unas poblaciones depauperadas, azotadas por el hambre, la guerra y las enfermedades.

Con toda seguridad, esas pobres gentes nunca habrán oído hablar de Dian Fossey ni de cómo su bellísimo libro Gorilas en la niebla hizo famosas sus montañas y sus animales. Tampoco que gracias al empeñó de esta mujer la opinión pública internacional finalmente se ha volcado en la protección del gran simio y su hábitat.

Atraídos por su fama, cerca de 10.000 turistas visitan al año estos animales en sus refugios montañosos de Uganda, Ruanda y Congo. Su presencia supone un importante aporte de divisas para estos subdesarrollados países, pero es terriblemente desaprovechada. Como las ONG no se cansan de denunciar, una gigantesca corrupción impide que las ayudas entregadas por los países occidentales para el desarrollo de la zona (hospitales, colegios, carreteras) lleguen a sus habitantes.

Lo acaba de explicar Pedro Pozas, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio en España. Las autoridades de esos países están más interesadas por los diamantes y el coltan. No ponen interés en que sus ciudadanos puedan beneficiarse de las visitas al parque. “Si así fuera, si se les informara de la importancia de esta especie, si recibieran alguna indemnización o beneficios, la próxima vez que vieran entrar los gorilas a comer sus patatas sería una fiesta y no un baño de sangre”, asegura Pozas.

Por todo ello, los grupos conservacionistas piden algo tan lógico como imposible. La creación urgente por la ONU de unas fuerzas especiales de Cascos Verdes, unidades de élite para la defensa de los recursos naturales mundiales, que velen por la seguridad y bienestar de las especies y de las poblaciones nativas.

Finalizo esta triste reseña con una cita de la propia Dian Fossey, mártir en la defensa de los gorilas de montaña:

“Por Digit, Uncle Bert, Macho, Lee, N’Gee y tantos otros gorilas, lamento profundamente llegar demasiado tarde para cambiar las costumbres quijotescas de muchos europeos y africanos que desean un mañana mejor para el gorila de montaña y que todavía deben aprender que, si no llevan a cabo las tareas básicas de conservación, Beethoven, Icarus, Nunkie y su prole se quedarán para siempre en la niebla del pasado”.