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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Matan al día más de medio centenar de elefantes por la fiebre (estúpida e ilegal) del marfil

Elefantes africanos en el Parque Nacional de Amboseli, Kenia.

Esta estadística pone los pelos de punta. Según WWF, cada día se cazan ilegalmente 54 elefantes con la única y estúpida intención de vender sus colmillos. El resto del animal queda pudriéndose en el campo para angustia de su manada. La organización conservacionista afirma que esta masacre le cuesta la vida a más de 20.000 elefantes al año para robar el marfil de sus colmillos.

¿Y para qué sirve este marfil? Para hacer el idiota y adornar casas de idiotas, porque es un símbolo del lujo hortera especialmente en los países asiáticos. Lee el resto de la entrada »

Estas vacaciones, conoce las reglas del turismo responsable

Elefante

Haga frío o calor, siga apretando la crisis o nos deje respirar algo, lo cierto es que esta Semana Santa que ya tenemos a la vuelta de la esquina nos va a permitir relajarnos durante unos merecidos días. Muchos optarán por el turismo rural, es lo clásico, otros por la playa o las siempre excitantes escapadas a grandes capitales del mundo. Cada vez nuestro turismo es más exigente, pero ¿es también más sensato?

La Fundación FADA por un turismo responsable ha editado un calendario donde nos da muchas claves para que nuestras vacaciones ayuden a promover el respeto por los animales allí donde nos los ofrezcan como un atractivo turístico más. Nos resultan muy atrayentes, nos encanta tocarlos, fotografiarnos con ellos, sin darnos cuenta del error de estos comportamientos.

Por eso hay zoológicos con loros caminando en bicicleta y otros tristes animales encarcelados, acuarios exhibiendo maltratados delfines equilibristas, serpientes y chimpancés lisiados con quienes fotografiarse en plan aguerridos Indiana Jones, circos con elefantes haciendo el payaso y payasos torturando a los leones.

Te enternece alimentar a un cachorro de tigre pero no te preguntas qué ha sido de su madre ni qué futuro tendrá. ¿Te crees que un oso baila porque le gusta la música? ¿Qué el toro prefiere morir torturado en una plaza para satisfacción de ese respetable que tan poco respeto da a la vida ajena?

Un turista responsable huye de todos esos bochornosos espectáculos, pero también rechaza comidas exóticas incalificables como las aletas de tiburón o la carne de perro. No compra abalorios de sangriento marfil, ni mariposas o caballitos de mar disecados. Disfruta de la naturaleza en su estado salvaje e imprevisible.

En realidad el turista responsable no es un turista. Es un viajero. Y eso se nota.

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Condenados a muerte miles de elefantes

A partir del 1 de mayo Sudáfrica volverá a matar elefantes para hacer frente al aumento poblacional experimentado por esta especie y reducir así sus daños en cultivos y ecosistemas. Lo denominan “sacrificio selectivo” y supondrá la muerte de miles paquidermos, aunque como ha indicado a los periodistas el ministro de Medio Ambiente de ese país, Marthinus van Schalkwyk, “no hay intención de que se convierta en un matanza a gran escala”.

Desde 1967 y hasta 1994 en que se acordó una moratoria se mataron en Sudáfrica 14.562 ejemplares y 2.175 más fueron trasladados a otros lugares. Este hecho, unido a la desaparición del furtivismo tras la prohibición del tráfico internacional de marfil, ha permitido la recuperación de las poblaciones de elefantes por encima de lo que los ecosistemas pueden soportar. En total se calcula que en el país hay cerca de 20.000, de los cuales 14.000 están en el Parque Nacional Kruger, donde un censo equilibrado debería de ser la mitad, unos 7.000. Y que de mantener su actual tasa de crecimiento podrían llegar en 10 años a 34.000 ejemplares, algo insostenible para el espacio natural.

La decisión se ha tomado tras comprobar que otras medidas, como la esterilización de estos animales o su traslado a otros lugares, no ha dado los resultados esperados. Por eso volverán los rifles, aunque no de los cazadores, pues la explotación cinegética de estos descastes no se contempla.

Lógicamente, los grupos proteccionistas han protestado por esta drástica decisión. Como Michelle Pickover, del Centro Africano Xwe de Investigación sobre la Vida Salvaje de Johannesburgo, para quien

“el sacrificio es un eufemismo para referirse al asesinato masivo de elefantes. Nunca puede ser justificado y nunca ha de ser visto como una opción humana”.

Pero no nos escandalicemos. Aquí hacemos lo mismo con el lobo.