La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘costa rica’

Este verano cambia las chancletas por las botas

gent_017Jordi_Prieto

Turistas ornitológicos. © Jordi Prieto; SEO/BirdLife

¿Preparando las vacaciones de verano? Cruceros, playas, islas exóticas. Todo eso ya no está de moda. Ahora lo verdaderamente nuevo y revolucionario es irse de veraneo al campo. Sí, al pueblo, como siempre hicimos.

Se llama “Turismo de Naturaleza” y es el segmento turístico más en alza en todo el mundo, un 20% anual, que ya supone el 15% del movimiento mundial de viajeros.

Tranquilidad y buenos alimentos. Alojamientos rurales con encanto. Pateos que nos reconcilian con la naturaleza. Ecoturismo. Geología. Botánica. Rutas gastronómicas en busca de paisajes del queso, el vino, el aceite de oliva. Para aprender. Para disfrutar. Para todos los bolsillos. Y muy solidario, sostenible, pues ayuda a mejorar el bienestar del mundo rural, a reconocer su importancia como guardianes de nuestra cultura y de nuestro entorno. A descubrir por qué España es el lugar de Europa con la mayor y más desconocida red de espacios naturales protegidos.

Hoy pongo fin a un mes como coordinador de dos cursos sobre turismo ornitológico en Fuerteventura y Lanzarote promovidos por SEO/BirdLife y la Fundación Biodiversidad. Qué experiencia más interesante. Mostrar a turoperadores, guías y hoteleros el extraordinario recurso turístico de ver aves en Canarias, uno de los mejores lugares del Planeta.

¿Capricho de unos pocos? En absoluto. En Estados Unidos más de 46 millones de ciudadanos participan en las actividades de observación de aves, manteniendo 863.000 empleos estables. Y todo un país como Costa Rica basa su desarrollo económico en ofrecernos su exuberante naturaleza tropical.

¿Vamos a ser menos nosotros? Por suerte algo está cambiando. Hace años miraba pájaros en un pueblo de Burgos y los vecinos avisaron asustados a la Guardia Civil. Hoy celebramos festivales de aves, recibimos a las grullas, saludamos a las cigüeñas e incluso a los vencejos.

Lo dicho. Este verano cambia las chancletas por las botas.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

Extinguido un sapo negro y sordomudo

¿Tienen a mano un bolígrafo? Pues tachen de la lista de especies en peligro de extinción al sapo de Holdridge (Incilius holdridgei). Ya no hace falta que nos preocupemos por él. Se ha extinguido.

Era una rana pequeña, negra y sordomuda que vivía entre la horajasca del cerro Chompipe, una zona montañosa en la provincia de Heredia (Costa Rica). Antes muy numerosa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la acaba de borrar del mapa de las criaturas vivas. Desde 1986 no se ha vuelto a encontrar un ejemplar.

El dudoso privilegio de haber confirmado su desaparición le ha correspondido a Gerardo Chaves, científico de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien en declaraciones al periódico costarricense La Nación recordaba lo fácil que era antes de encontrar este anfibio, especialmente durante su período reproductor, de abril a mayo.

“Esta especie tenía un comportamiento muy interesante. En época reproductiva las ranas se reunían cerca de la calle principal que va hacia el cerro Chompipe. Allí formaba agrupaciones centenarias muy impresionantes. Había muchos sapos machos esperando a sus hembras”.

¿Y por qué era sordomuda?

Pues porque carecía de un sistema auditivo externo o interno conocido. Como explica de nuevo Chaves,

“Durante nuestros estudios no hallamos nada que pudiera indicarnos que estas ranas pudieran oír nada. Sabemos también que, por esta misma característica, ellas eran incapaces de comunicarse mediante sonidos, pues no emitían ningún tipo de canto o ruido”.

Esta sordomudez, poco frecuente en el mundo natural, se explica en lugares como Costa Rica, donde hay tantas especies de anfibios haciendo tanto ruido, que algunas se han visto obligadas a buscar otra forma de comunicarse entre sí. Por ejemplo, por el olfato.

¿Y por qué se ha extinguido?

No se sabe con seguridad, pero todo apunta de nuevo a esa terrible plaga de la que ya os he hablado en otra ocasión y que está diezmando a los anfibios de todo el planeta. Se trata de un hongo letal conocido como Batrachochytrium dendrobatidis, de rapidísima propagación y para el que no existe tratamiento.

La extinción de especies es algo absolutamente normal, base de la evolución natural desde el nacimiento de la vida en la Tierra. Pero cuando se produce ante nuestros propios ojos nos provoca un extraño sentimiento de impotencia, de fracaso. E incluso de miedo. ¿Quién nos dice que este sapito no encerraba en su biología algún remedio contra nuestras enfermedades más dañinas? Ya nunca lo sabremos.