No aparecieron de repente. Pandemia y cambio climático se veían venir. Sabíamos que ocurriría gracias a las advertencias unánimes de los científicos desde hace muchos años. Pero la maldición de Casandra se ha cebado con ellos.
Lo cuenta con tristeza el divulgador ambiental José Luis Gallego en su último libro: Un país a 50 grados. «Nada es azar, sino consecuencia«. Porque de nada sirve la clarividencia científica ante el desdén de nuestros gobernantes, empezando por el cenutrio negacionista de Donald Trump. Lee el resto de la entrada »