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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Un buitre deja sin luz al Valle del Roncal

Un buitre causó ayer un apagón en el Valle del Roncal (Navarra) al chocar contra un tendido eléctrico y provocar una avería. El animal murió en el acto y dejó sin luz durante dos horas a cinco de los siete pueblos del valle pirenaico, que días atrás también habían sufrido varios apagones por culpa de las intensas nevadas en la zona.

Endesa dice que este accidente «no es un hecho inusual«, reconociendo así la peligrosidad de sus tendidos para las grandes aves planeadoras. Sin embargo, detrás de este accidente se oculta la negativa de la empresa eléctrica a soterrar los cables, como le exige Medio Ambiente, debido a su elevado coste económico. Mantienen así unos tendidos obsoletos donde se matan buitres y quebrantahuesos, pero que ni tan siquiera aseguran el abastecimiento continuado a sus más de 1.500 habitantes.

Con la ley en la mano, la de defensa de la fauna, pero también la de defensa del consumidor, se deberían exigir soluciones urgentes que pongan fin a accidentes y apagones, pero no se hace. ¿Están los intereses empresariales por encima de los intereses públicos?

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Fuente: Diario de Navarra

Tarda tres días en ir de Huesca a Jaén

Tono es un joven quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), uno de los buitres más amenazados del planeta. Él no lo sabe, pero se llama así en recuerdo de José Antonio (Tono) Valverde (1926-2003), el padre de Doñana y Cazorla. Tampoco sabe nada de su origen artificioso, que nació hace tres años en un centro de investigación de Austria pero fue liberado en la Sierra de Cazorla (Jaén), pues es la esperanza de un ambicioso proyecto que trata de recuperar su especie en Andalucía, extinguida por los venenos cuando en 1986 se mató al último ejemplar. Igualmente desconoce que esa mochilita a su espalda terminada en una larga antena espía todos sus movimientos 24 horas al día.

Precisamente gracias a ese sofisticado localizador GPS sabemos que Tono está ahora de nuevo en las montañas de Jaén, después de pasar más de siete meses en los Pirineos, tanto en los oscenses como los leridanos e incluso en la vertiente francesa. Y algo aún más sorprendente, que se ha hecho los 560 kilómetros del viaje entre Jaca (Huesca) y el valle de la Sierra de Segura (Jaén) donde fue liberado en mayo de 2006 en apenas tres días. Prácticamente de un tirón, parando sólo para dormir y probablemente sin probar bocado en todo el trayecto ¿No es increíble?

Tono es un viajero. Impetuoso adolescente, no sentará cabeza hasta que con 5, 6 o 7 años encuentre una hembra en Jaén, procedente como él del mismo proyecto de reintroducción promovido por la Consejería de Medio Ambiente y la Fundación Gypaetus. Y saquen adelante descendencia. La primera en medio siglo.

Mientras tanto Tono seguirá vagabundeando por media España, abandonando Andalucía en primavera y regresando allí en otoño, donde ya ha podido reencontrarse con Faust, liberado en 2006 y con Pontones, liberado en 2007, y que a su vez acaba de llegar de un largo paseo por los Picos de Europa, a 700 kilómetros de su casa familiar.

También verá a las cinco jóvenes hembras liberadas este año. Y a Libertad, de su misma quinta y a quien le gusta pasar largas temporadas en La Rioja. Una extraordinaria pájara que en su ruta de retorno llegó a sobrevolar en una ocasión la ciudad de Madrid, pasando justo por encima de la Glorieta de Bilbao. ¿Era simple curiosidad o había quedado con alguien?

Así matan los parques eólicos

Las energías renovables son útiles. Y necesarias. Los parques eólicos son tan útiles como necesarios. Pero antes de lanzarnos a llenar el campo de aerogeneradores es necesario tener muy claro cuántos, dónde y cómo los ponemos. Y no lo hacemos. ¿Resultado? Los parques eólicos están diezmando a las grandes aves, especialmente a los buitres.

Los aerogeneradores mal ubicados son como una guillotina para los pájaros que se acercan a sus aspas. Según un reciente estudio, entre 1993 y 2003 un total de 151 grandes aves murieron en tan sólo dos de las decenas de parques eólicos del entorno de Tarifa. De ellas, 111 eran buitres leonados. Se calcula que los aproximadamente 15.000 molinos que hay en España matan al año 5.000 aves, la mayoría buitres.

Muchos se preguntarán ¿Cómo un pájaro que se pasa la vida volando es tan tonto como para chocar contra una de esas lentas aspas?

Pues no tiene nada de extraño. Debido a su gran envergadura y escasa maniobrabilidad, son incapaces de esquivar a tiempo esas inmensas cuchillas que cortan el aire. Las ven llegar pero no tienen capacidad para poder frenar o apartarse de ellas. Y lo pagan con su vida.

En los últimos días, un vídeo grabado en Lentas (Levin), al sur de la isla griega de Creta, nos ha dejado a todos horrorizados. No es lo mismo saber que estos bellos animales mueren acuchillados por las turbinas que verlo en directo. Es duro, pero es la realidad. Un triste documento para reflexionar respecto a nuestro infinito impacto negativo en el entorno. ¿Qué culpa tendrá el pobre bicho de nuestras necesidades energéticas?

Aquí podéis ver la versión corta.

Este otro vídeo, de mayor duración, resulta de una dureza todavía mayor. En él se ve lo que le ocurre al buitre después de la colisión, sus dolorosos esfuerzos por tratar de volar con el ala rota. También los torpes intentos de un bienintencionado poco instruido tratando de capturar al animal.

Por cierto, si alguna vez os encontráis un buitre herido, no lo tratéis al estilo de este fulano, agarrándole el cuello con una cuerda como si fuera un peligroso perro rabioso. Lo mejor es taparlo con una manta que lo inmovilice, meterlo en una caja y llamar a Medio Ambiente. No necesita comida ni agua, sólo tranquilidad y cuidados veterinarios.

Descubren un buitre blanco en Aragón

Todos conocemos la dificultad de encontrar «un mirlo blanco«, algo prácticamente imposible pues el macho de este túrdido, salvo por el naranja pico, es de color negro azabache. Se han visto algunos en el campo, es verdad, pero son siempre ejemplares albinos, caprichos genéticos de la naturaleza como lo fue Copito de Nieve, el famoso gorila blanco del zoo de Barcelona. Cada descubrimiento de un inmaculado ejemplar de estos, pertenezca a la especie que pertenezca, resulta toda una sorpresa.

Esta vez el «milagro blanco» se ha producido en un ser aparentemente tan poco poético como el buitre leonado (Gyps fulvus). Sus descubridores son miembros del Fondo Amigos del Buitre (FAB), quienes han logrado fotografiar a tan extraordinario ejemplar albino en Los Fayos (Zaragoza), en el somontano del Moncayo.

Foto y noticia acapararon el pasado viernes la última página del Diario del Alto Aragón, oportunidad que los ornitólogos han sabido aprovechar para denunciar la terrible situación en que se encuentran estas necrófagas en España. Porque como explica el periodista:

Tal vez progresar significa, además de quemar reses muertas, entender la conservación como pura y dura gestión de «recursos» (vidas).

Un pájaro así no pasa desapercibido para nadie. Sin embargo, desde que hace unos meses se le hizo esta fotografía no ha vuelto a verse. Los más pesimistas piensan que puede haber muerto de hambre, o envenenado, o electrocutado, o quizá estrellado contra un aerogenerador. Y es que aunque seas un buitre blanco no lo tienes nada fácil.

Ver mapa más grande

Localización de Los Fayos en el mapa, lugar donde se ha visto al buitre blanco.

Ornitólogos españoles descubren el secreto de Leonardo da Vinci

¿Qué tienen en común Leonardo da Vinci, Freud y un milano? Les parecerá imposible, pero los tres encierran la solución a un gran misterio oculto durante siglos y ahora descubierto, pásmense ustedes, por los amantes españoles de las aves.

En Avesforum, un foro ornitológico promovido por SEO/Bird Life, Javier Ortega propuso hace unos meses un curioso acertijo. Se trataba de descubrir en el popular cuadro de Leonardo da Vinci expuesto en el Louvre de París Santa Ana, con la Virgen y el Niño, la figura oculta de un pájaro.

La respuesta fue increíble. El primero en aceptar el reto fue el almeriense Jesús Contreras, quien entre las pinceladas del genial artista creyó distinguir la silueta de una perdiz agazapada, difuminada en el cielo gris, que marcó con un círculo.

Javier Álvarez, desde Sevilla, identificó claramente una paloma en la manos del Niño, supuesto símbolo aviar del Espíritu Santo. Algo que fue enseguida reconocido por Jesús Contreras, quien sin embargo señalaba que

“si el pico de la paloma es la mancha negra que hay entre los dedos pulgar e índice, y el ojo derecho del ave coincide con el ojo izquierdo del cordero, más parece un juvenil de gaviota patiamarilla que un colúmbido”.

A su vez Marco García veía dos aves diferentes, rodeando en rojo un posible pajarito y en negro lo que le pareció era un cárabo, un búho mediano. De nuevo Jesús Contreras afinó la identificación, señalando que el búho más le parecía a él un chotacabras.

Desde el País Vasco, Jose fue aún más lejos al confesar:

“Yo veo un águila mirándome de frente bajo el muslo derecho de la moza más próxima al observador”.

¿Era esto un cuadro o la película de Los Pájaros de Alfred Hitchcock? Pues no se crean que estaba todo dicho. Un imaginativo Jesús Díez dio una vuelta de cuerda más al cuadro misterioso, señalando la presencia de un eider común en el hueco del brazo de Santa Ana.

Para acabar con tal desconcierto, apenas unas horas después de propuesto el enigma Javier Ortega ofrecía la solución: no había acertado nadie.

El ave que figura oculto entre el ropaje de la Virgen es la silueta de un buitre leonado (Gyps fulvus). Para verlo hay que girar el cuadro a la derecha y se aprecia su silueta, de color azul grisáceo del manto: cuello largo y cabeza con pico grueso, algo de gorguera y alas entreabiertas.

Como tantas otras cosas, la solución estaba en la Wikipedia. Allí se explica este cuadro, directamente relacionado nada menos que con Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis.

Freud llevó a cabo un examen psicoanalítico de la obra de Leonardo en su ensayo Leonardo da Vinci, una memoria de su infancia. De acuerdo con este trabajo, la ropa de la Virgen revela la existencia de un buitre. Freud consideró que esto era manifestación inconsciente de la fantasía infantil de un “homosexual pasivo”, en concreto la anécdota escrita por el propio Leonardo en su Codex Atlanticus, donde relata como, siendo un niño en la cuna, fue atacado por un buitre. Así lo explicaba personalmente el gran artista italiano:

Parece que yo estaba destinado a estar siempre profundamente preocupado con los buitres, pues uno de mis primeros recuerdos es que estando yo en la cuna vino un buitre sobre mí, y abrió mi boca con su cola, y golpeó muchas veces mis labios con su cola.

De acuerdo con Freud, esta fantasía se basa en el recuerdo de chupar el pezón de su madre. Sostuvo su idea con el hecho de que en los jeroglíficos egipcios se representa a la madre como un buitre, porque los egipcios creían que no hay buitres masculinos y que la hembra de la especie era inseminada por el viento. También hizo notar el evidente simbolismo fálico de la cola, haciendo un paralelismo entre «chocar la cola contra la boca» y una felación.

Desafortunadamente para Freud, la palabra ‘buitre’ fue una mala traducción del traductor alemán del Codex, y el pájaro que Leonardo imaginaba en sueños era en realidad un milano.

Leonardo soñó con un milano pero escondió en su cuadro un buitre, psicoanalíticamente sin interés. Por lo tanto la teoría no sirve. ¿Fin del misterio?

En absoluto. Freudiano y ornitólogo, el catalán Francis Lloret no podía aceptar el valor científico de una genial argumentación basada en un error de identificación. Entusiasmado, nos anunció a todos su gran descubrimiento, la existencia en el cuadro de la cola del milano que Freud no vio, demostración palpable de la exactitud en el análisis del doctor austriaco.

Perdiz, paloma, gaviota, cárabo, chotacabras, águila, eider, buitre ¿y ahora milano?

Si os soy sincero, yo no veía nada. ¿Dónde estaba ese milano cuya ahorquillada cola impúdica introducía en la boca del Niño Jesús en un secreto mensaje sexual? ¿Dónde la prueba tangible de ese misterio onírico, sólo descubierto siglos después por la mente del genial Freud, pero que ni él mismo llegó a ver?

Ahí está la noticia. Siglos más tarde, los ornitólogos españoles han encontrado la evidencia material a tan increíble teoría. Queridos amigos, el milano secreto, lúbrico, surrealista, de Leonardo da Vinci existe.

Un buitre se esconde en los probadores de una tienda de Cuenca

No se habla de otra cosa estos días en Cuenca. Como explicaba la pasada semana el periódico La Tribuna, un buitre leonado se fue de compras a la zona comercial de la ciudad, se metió en una tienda de ropa y no paró hasta llegar a los probadores, donde entre aleteos y vómitos dejó el establecimiento hecho unos zorros. Frente al tremendo animal engrifado, dueña y dependientas huyeron despavoridas.

La descripción que del suceso hace el periodista es graciosísima

El animal mostraba un estado, no lamentable, pero sí un poco penoso, puesto que en más de una ocasión vomitaba, con lo que numerosas prendas de ropa se vieron afectadas por lo expulsado.

De igual manera, en los momentos en que batía las alas muchas eran las piezas que se ensuciaban.

Y no menos curioso resulta el relato de su captura:

Enseguida llegó un miembro de ‘Recogida de animales’ que, armado con un lazo, tanteó al ‘bicho’ hasta que pudo hacerse con él. El problema estribaba en que, aparte de que el buitre se resistía a ser cogido, había que intentar taparle la cabeza para que en la oscuridad se quedase quieto. Fue algo que no pudo hacerse, con lo que se hizo acopio de una caja en donde finalmente se pudo introducir el animal de una manera segura. El principal problema estaba no en el pico, sino en las garras.

El mismo periodista nos ofrece un dato muy interesante. No se trata de un caso aislado, pues un par de días antes otro buitre leonado fue capturado por los funcionarios municipales mientras éste deambulaba tan campante por las calles del barrio conquense de San Antón, quien asustado por sus captores, acabó enredado entre zarzas en las inmediaciones del río Júcar.

¿Qué pasa en Cuenca con los buitres? ¿Se están volviendo locos?

Nada de eso. Como ya os he contado en otras ocasiones, los buitres se están muriendo de hambre. Con los muladares y los comederos cerrados, los vertederos sellados, el ganado muerto recogido e incinerado, la llegada de los fríos invernales los está poniendo contra las cuerdas de la supervivencia.

Los más jóvenes, siempre más inexpertos y débiles, son las primeras víctimas. Y caen como moscas. Unos directamente muertos, otros desnutridos, incapaces de volar, desorientados igual en el campo que en medio de la ciudad.

Por eso vomitaba el de Cuenca. De estrés, de miedo. Pero no tenía fuerzas para salir volando, tan sólo buscaba un escondite, los probadores quizás, donde tratar de pasar desapercibido. Pobre animal. Desapercibido un buitre maloliente de siete kilos de peso y dos metros y medio de envergadura dando saltos por una calle comercial a las cinco de la tarde.

Los buitres lo están pasando mal, muy mal. Necesitan que vuelva a haber animales muertos en el campo de los que alimentarse, como sucedía antes del mal de las vacas locas. Pero en lugar de comida les damos veneno. No tienen nada que echarse al pico. Por eso seguirán lloviendo buitres. Buitres hambrientos.

La foto que ilustra esta noticia es propiedad de Brookei.

La moda de la cría en cautividad

Hasta hace apenas cinco décadas en España todo el monte era orégano. Los animales salvajes, o se cazaban y por lo tanto servían, o eran alimañas y no servían. Entonces se pagaba un duro por cada garra de águila matada. Luego descubrimos (gracias sobre todo a Rodríguez de la Fuente) que todas las especies servían al ecosistema, y a nosotros mismos nos hacían felices con sólo verlas, o intuirlas. Empezamos así a protegerlas de escopetas, lazos, venenos, carreteras y tendidos eléctricos. Recientemente hemos dado otro gran paso en la línea correcta. No sólo se trata de conservar la Naturaleza, de cuidar lo escaso, lo amenazado. Pretendemos mejorar lo que nos queda, sacar a esas especies del farolillo rojo del peligro de extinción. Y dentro de esta nueva política de mejora de la biodiversidad, los proyectos de reintroducción tienen un valor estratégico excepcional, hasta el punto de haberse convertido, si no en la principal herramienta de gestión de las administraciones, sí al menos en la de mayor peso mediático.

Osos eslovenos para el Pirineo, quebrantahuesos austriacos para Cazorla, linces de Sierra Morena para Doñana, tortugas bobas de Cabo Verde para Canarias, buitres negros extremeños para Cataluña y Baleares, calamones en Girona, cernícalos primilla, visones europeos, pinzones azules de Gran Canaria, fochas morunas, urogallos, sapillos, peces y docenas de plantas amenazadas. Está claro. Este tipo de conservación ex situ, de cría en cautividad y posterior liberación en terrenos apropiados, está de moda.

Desgraciadamente, no todos los proyectos se están realizando con las mínimas garantías científicas. En algunos casos se derrochan ingentes cantidades de dinero mientras se descuida lo más importante: el hábitat. Por muy bien que estas especies críen en modernos centros especializados, si antes de liberarlas no hemos solucionado los problemas que provocaron su extinción no habrán valido para nada tantos esfuerzos. Las estaremos enviando a una muerte segura. Y eso es algo que nadie quiere.

Los okupas dejan a la Choni sin casa

La Choni es una cigüeña negra extremeña, probablemente la más famosa de España y una de las más viejas. Se llama así por el código CHN de la anilla blanca de su pata izquierda. Nació en Oliva de Plasencia (Cáceres) en 1990, así que cumple esta primavera 18 años, lo que para estas aves es como para nosotros tener 75 años. Una respetabilísima edad, sobre todo si tenemos en cuenta no sólo que sigue criando con la efectividad de una jovencita, sino que cada temporada se mete entre pico y alas un peligrosísimo viaje de ida y vuelta a sus cuarteles de invierno africanos superior a los 10.000 kilómetros.

Su casa está en la Portilla del Tiétar, en el corazón del Parque Nacional de Monfragüe. Allí tiene el nido al menos desde 1997, a la vista de todos los ruidosos turistas. No le molestan los mirones ni los coches de la cercana carretera, como tampoco sus agresivos vecinos, una pareja de búhos reales y otra de soberbias águilas imperiales. Pero con quien no logra llevarse bien es con los buitres leonados. Éstos cada vez son más y ocupan cualquier lugar para instalar sus nuevos nidos muy tempranamente, ya en el mes de diciembre.

En febrero de 1999, cuando la Choni llegó desde África, se encontró con una pareja de estos malolientes okupas incubando su único huevo en su plataforma habitual. No hubo manera de echarlos. Así que hicieron cerca un segundo nido, donde pudieron sacar cuatro pollos. Desde entonces han estado utilizando uno u otro, según los buitres les dejaban libre alguno. Pero este año no hay alternativa. Al regresar la vieja dama al Tiétar todo el risco ya estaba ocupado. “Haber llegado antes”, habrán pensado los carroñeros.

Esta semana he visto a la pareja desahuciada y me ha dado mucha pena. ¿Lograrán criar en algún sitio? La naturaleza es así de dura. Como la vida misma.