La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Entradas etiquetadas como ‘almendro’

Nueva arma contra el cambio climático: plantar tomillo entre los almendros

Cultivo de almendros. Foto: Pixabay

Científicos españoles han hecho un descubrimiento tan sencillo como sorprendente: plantar arbustos aromáticos en los campos de cultivo mitiga el cambio climático y aumenta la producción de la tierra.

Según el último estudio del proyecto Diverfarming, la introducción de cultivos perennes de arbustos aromáticos como el tomillo en las calles de los almendros mediterráneos de secano reduce la emisión de gases de efecto invernadero y aumenta el secuestro de carbono del suelo.

La agricultura se ha convertido en una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero debido a la intensificación agrícola, pero paradójicamente también tiene un gran potencial como sumidero de carbono. Como han demostrado numerosos trabajos científicos, los suelos agrícolas presentan una oportunidad única para el secuestro de carbono y la compensación de emisiones si se lleva a cabo un manejo adecuado. Lee el resto de la entrada »

El no va más: aceite esencial de tomillo de invierno cultivado entre almendros de secano

Recolección de tomillo de invierno en una finca experimental de almendros. Foto: Diverfarming

Los cultivos de secano son poco rentables pero ¿qué ocurre si los diversificamos? Podríamos obtener productos tan increíbles como aceite esencial de tomillo de invierno cultivado entre almendros de secano que a su vez produzcan excelentes almendras y se conviertan en refugios de biodiversidad.

Se trata de una bella idea convertida en realidad en Murcia gracias al proyecto europeo Diverfarming, financiado a través del programa H2020 de la Comisión Europea, para la experimentación e implantación de técnicas de diversificación de cultivo y manejos sostenibles. Lee el resto de la entrada »

Un garbancillo sin garbanzos protege los volcanes murcianos

Garbancillo

Ésta es la increíble historia de un garbancillo sin garbanzos que no existía, de una planta extinguida y más tarde resucitada, de un campo de volcanes tan muertos como los cultivos de sus laderas, como sus famélicas cabras y la cultura tradicional de un pedazo del desconocido Oeste de Cartagena (Murcia). Pero ésta es también la historia de una resurrección. El milagro del Garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus).

Descubierto para la ciencia en 1910, fue visto y no visto. Durante casi un siglo nadie más volvió encontrarlo. En el año 2000 se le dio por extinguido. Hasta que cuatro años después un botánico lo redescubrió mientras paseaba en bici. Sólo quedaban 46 ejemplares, los últimos de su especie en el mundo. En estos momentos, y gracias a un modélico proyecto LIFE+ cofinanciado por la Unión Europea, hay ya unos 200. Pero como la planta vive un máximo de 5 años, igual que apareció puede volver a desaparecer. Definitivamente.

Esta semana lo vi en el campo, tratando de sobrevivir a una de las peores sequías de los últimos 50 años. Era fácil distinguirlo. La única planta verde en una desolada caldera volcánica de hace 2,6 millones de años. Parece una humilde legumbre de garbanzos, pero no tiene nada que ver con ellos. De hecho, toda ella es tan venenosa que no se la comen ni los conejos. Aunque está en peligro de extinción. Necesita tierras volcánicas marginales dedicadas a prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales. Y esos cultivos de almendros y algarrobos también están amenazados, pero por el abandono.

Me acompañaron en la visita los profesores de la Universidad Politécnica de Cartagena Juan José Martínez y María José Vicente, que junto con el botánico del Servicio de Biodiversidad de la Región de Murcia Miguel Ángel Carrión son el alma entusiasta del proyecto. En el centro cultural de Tallante, como en el de Los Puertos, las paredes están forradas con información relativa a la planta, los dibujos de actividades escolares o las recetas del último concurso gastronómico. Incluso han puesto en marcha un programa de custodia del territorio, para que sean los propios agricultores quienes se comprometan a velar por el futuro del garbancillo. Son unos héroes. Mis héroes medioambientales.

Ha tenido suerte la olvidada planta. Los expertos han logrado lo más difícil, entusiasmar a la población local con una especie ni comestible, ni medicinal, ni hermosa, pero sí exclusiva, endémica, llamada a convertirse en revulsivo económico y cultural de la comarca. Gracias ellos, y al garbancillo, el Oeste cartagenero ya no es tan salvaje.

Foto: LIFE+ Garbancillo de Tallante.

Otras entradas relacionadas: