La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Semáforo verde en Gibraltar

¿Habéis estado alguna vez en el estrecho del Gibraltar? Sólo allí se puede ver uno de los mayores espectáculos naturales del mundo. La migración de las grandes aves planeadoras en su incesante viaje ora al norte, ora al sur, es una sobrecogedora exhibición de instinto.

Apenas 14 kilómetros de mar separan África de Europa. Pero por carecer de buenas térmicas y estar batido por fuertes vientos su travesía resulta extremadamente difícil. Como expertos navegantes, las aves se agrupan en la orilla, esperando el momento exacto para cruzar. Ni antes ni después, ahora. Y son muchas las veces que iniciado el asalto del otro lado deben volver ante la imposibilidad de alcanzar su objetivo. Tarifa y Tánger se convierten así en un gran embudo, el nexo de unión de todas las rutas hacia el camino más corto. Me lo imagino como el semáforo entre dos continentes. Rojo, no pasar. Amarillo, cuidado. Verde, pista libre.

Estos días es el momento de la migración prenupcial. Los pájaros han pasado el invierno en el Sahel e incluso el África tropical. Han repuesto fuerzas en un ambiente con abundante comida. Es su paraíso, pero en un momento, siempre en la misma época, algo les impide seguir disfrutando de tan envidiables condiciones. El impulso por ir hacia el norte, atravesar el terrible desierto del Sáhara, recorrer miles de kilómetros en pocos días para ocupar un territorio y tener descendencia es demasiado fuerte. Imposible acallar esta llamada incrustada en su registro genético.

Esta semana un grupo de ornitólogos españoles situados en Sierra de la Plata, en Bolonia, contemplaron embelesados la entrada de 2.700 milanos negros a la hora. Los grandes bandos les pasaron a muy pocos metros por encima de sus cabezas, volando en silencio absoluto hacia una misma dirección: Europa. ¿Se lo imaginan? También pasaron más de 900 águilas culebreras, miles de cigüeñas blancas y negras, aguiluchos, alimoches. Para todos ellos la primavera ya ha comenzado.

El estrecho de Gibraltar desde la orilla española. Al igual que la imagen superior, el autor de la fotografía es Fernando Barrios.

2 comentarios

  1. Dice ser siria

    Pues no, la verdad es que nunca he estado en Gibraltar, tengo muchisimas ganas de ver el espectaculo tan fantastico del que hablas, y de ver a los monos! saludos

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Tiramillas

    Tal y como lo cuentas parece un espectáculo maravilloso que todos los amantes de la naturaleza deberíamos conocer. Me has convencido y estas vacaciones me acercaré a Tarifa, a ver si tengo la suerte de ver la llegada de tantos campeones con alas.Y enhorabuena por el blog. Es superinteresante.

    07 marzo 2008 | 09:53

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